Al pasar revista a sus últimos años, Paul McCartney considera que su boda con Heather Mills es el peor error de la década. Asegura que si pudiera volver atrás no se hiera casado con Mills en 2002, de la que se divorció en 2008, con un coste de 18 millones de euros. Aunque la relación tuvo su lado positivo, tuvo una hija, Beatrice, que hoy tiene 6 años.
Preguntado sobre su retirada, McCartney dice que no ha pensado en ello, se está divirtiendo mucho: “Por qué tendría que retirarme? ¿Para estar en casa sentado viendo la televisión? NO gracias, prefiero salir a tocar”.