“Una vez dentro del local, uno descubre que se trata de un lugar bastante acogedor, con aroma a rock and roll, algo parecido a una hogareña sala de estar con dos sofás gastados, mesa y un cuadro del Rat Pack colgando de una de las paredes; en las otras el espacio se reserva para dos pizarras donde hacer anotaciones musicales”
Le Punk nos recibe para un show case privado en su local de ensayo madrileño para, así, entre fogones, saber qué es lo que se cocina de cara a su inminente nuevo tour por distintas ciudades españolas.
Texto y fotos: JUANJO ORDÁS.
Le Punk están en efervescencia. Acaban de editar en formato streaming el recopilatorio de temas regrabados “Volumen I” y ya están a punto de embarcarse en una nueva gira estratégicamente planeada: Dúo acústico para llegar con mínimos costes a aquellos lugares donde apenas se les conoce, y banda al completo para deleitar a sus seguidores en sus plazas fuertes.
Por todo ello, la actualidad nos enviaba de nuevo al encuentro de la banda nacida en el madrileño barrio de Alameda de Osuna, y es precisamente en tal estación de metro donde me encuentro con Alfredo Fernández, voz y guitarra del combo. Nos saludamos y ponemos rumbo a una cafetería cercana donde iniciamos una entretenida conversación musical sobre las diatribas de Axl Rose. Tras la consumición regresamos al punto de encuentro donde nos esperan el bajista Dani “Patillas” y el guitarrista Joe Eceiza.
Pero hay sorpresa. Nacho Labrador, el batería que les acompaña desde su segundo disco se encuentra indispuesto. No hay problema, se arman de valor y me proponen sustituir el ensayo ordinario que iba a presenciar por un «show case» más intimo y bajo de revoluciones. Perfecto. En el coche de Dani nos movemos hasta el local de ensayo que Le Punk comparten con No Reply, la banda de swing en la que milita el trío de metales que acompaña al grupo desde hace un año.
Durante el trayecto aprovecho para preguntarles por viejos conocidos. Por un lado hablamos de Garage Jack, de quienes Alfredo me comenta ya tienen preparadas las canciones de un nuevo disco. De hecho me dice que él solamente ha escuchado dos y le parecieron muy buenas. Por otra parte, también hablamos de Pitu, el que fuera guitarrista de Pereza durante dos giras y del que me dicen ahora forma parte de los míticos Burning, ¡ni más ni menos!
EN EL ENSAYO
Una vez dentro del local, uno descubre que se trata de un lugar bastante acogedor, con aroma a rock and roll, algo parecido a una hogareña sala de estar con dos sofás gastados, mesa y un cuadro del Rat Pack colgando de una de las paredes; en las otras el espacio se reserva para dos pizarras donde poder hacer anotaciones musicales o de repertorio. Antes del pequeño y exclusivo concierto nos sentamos a comentar algunos detalles de la actualidad del grupo. Me comentan la forma en que aconteció la regrabación del tema ‘Te llevo en el corazón’, con Enrique Bunbury en el papel productor y colaborador estrella, cómo el maño invitó a comer a Alfredo en su residencia madrileña y se concretó la regrabación de la citada canción con toda naturalidad (¡y con Dr. John como guía sonora!). La banda solo tiene palabras de agradecimiento para Bunbury, remarcando lo agradable que fue con ellos y cómo se implicó en la grabación.
Y entramos en materia, conectan guitarras, bajo y micro y comienza el espectáculo. De hecho, se trata de un miniconcierto atípico, pues aunque Alfredo y Joe recorrerán a solas garitos con una propuesta similar, lo que me ofrecen se condimenta con guitarras eléctricas y el bajo de Dani “Patillas”. Eso sí, sin distorsión alguna y con nuevos arreglos.
Mientras disparo mi cámara, esta versión reducida de Le Punk arranca con ‘La canción del soldado’, esa gran canción perteneciente a “Mátame”, su tercer disco. Tiene lógica que abran fuego con ella, pues se trata de una tonada tan a lo Dylan, de espíritu tan folk, que se adapta a la propuesta minimalista sin problema alguno. La forma de distribuir las tareas es sencilla, Daniel con su bajo procura una línea grave que sustenta la canción junto a la rítmica de Alfredo, todo para que este último se concentre en la voz mientras Joe arregla y puntea.
Viéndoles tocar de forma tan improvisada, permite prestar detenida atención a cada uno de ellos por separado. La técnica de Dani al bajo es formidable, es de escuela dactilar, tocando con sus dedos, sin púa y sorprende la cantidad de color que aporta a los temas. Igualmente, la guitarra de Joe exclama punteos que animan las piezas que Alfredo canta, muy centrado en su voz, cada día más llena de alma, agrietada, convencida (sin descuidar la guitarra rítmica, claro).
La siguiente en caer es ‘Enemigo equivocado’, canción que abrirá la nueva tanda de conciertos. Y es que el grupo ha reestructurado el set list para ofrecer nuevas sensaciones a aquellos que ya les hayan visto el año pasado en vivo. Pero la versión que ofrecen es sumamente especial, pues, quizá debido al clima relajado, le dan una vuelta un tanto blues que encaja como un guante, aunque respetando la original. Un lujo al que seguirá una improvisación también en clave de blues, se nota que tocan sin presión, permitiéndose disfrutar.
Después llega el turno de ‘De qué madera estás hecho’, un tema lleno de soul que resultaba difícil de imaginar en un formato tan desnudo. De hecho, la importancia de los vientos en el tema original podría haber deslucido esta interpretación, aunque no es así y, de nuevo, suena formidablemente bien. La sentida letra cobra más peso, lo cual hace pensar que los conciertos a dúo entre Joe y Alfredo que acontecerán a lo largo de lo que queda de año tendrán una fuerte carga emocional. De hecho me comentan que no serán bolos especialmente largos, pues no quieren saturar al público con una fórmula tan reducida.
Para finalizar, una canción con estrella, la hermosa ‘Vivir sin recordar’, ese single en potencia que nunca acabó de explotar contenido en “No disparen al pianista”. Escuchar a Joe Eceiza tocar el mítico arreglo del tema a escasos metros de distancia es una gran experiencia, pues se trata de una de las canciones más bellas que se han compuesto en los últimos años dentro del rock español.
Tras la pequeña demostración continuamos charlando en el local, aunque pronto llega la hora de recoger y volver cada uno a sus otras ocupaciones al margen de la música. La nueva gira ya está aquí y quien pueda debería tratar de ver a Le Punk en sus dos formatos, en uno intimismo, en otro energía. Mejor no elegir.
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