El próximo 15 de mayo se publicará Sky blue sky (Nonesuch/Dro), séptimo trabajo de Wilco. El grupo de Chicago, que disfruta de su dinámica ascendente y de una comunión casi inédita entre fans y crítica, se reencuentra así con el estudio, relegado durante meses por su agenda de conciertos.
Sky blue sky, autoproducido por la banda, incluye doce canciones de indudable impronta Wilco. Además de la huella de Dylan, la reciente aventura en solitario de su cantante, Jeff Tweedy, parece haber aproximado al grupo a un terreno de concordia, y las composiciones redundan en guitarras, aunque nunca están exentas de las particulares concesiones al jazz o al blues. Más alejados de lo experimental y a orillas de los Beatles, Wilco apuestan por melodías nítidas y letras íntimas, sin dejar de lado los habituales puentes hacia Neil Young o Townes van Zandt.
“What light”, disponible para bajar desde su página web, “Either way” o “Please, be patient with me” aproximan Sky blue sky hacia aquel abundante Being there (1996), pero las notas e intenciones de “Impossible Germany”, “Shake it off” y “On and on and on” permiten reconocer en este disco a los autores de Yankee Hotel Foxtrot y A ghost is born. Tal vez esta concentración de poderes divida a sus seguidores entre quienes son capaces de perdonar la falta de pegada de una canción si a cambio ésta rebosa lirismo y sinceridad, y aquellos otros que veneran a Wilco por su hermetismo y constante reinvención.
Sea cual sea el resultado de su tentativa, todos los miembros del grupo comparten la sensación de haber alumbrado su disco más cómodo, algo que se traduce en un síntoma a lo largo de la escucha, pues incluso sus instantes más tensos se viven con placidez.
La gira de presentación de Sky blue sky, que comienza a mediados de abril en territorio australiano, se prolongará más allá del verano. De momento, Wilco aterrizarán en España para el Primavera Sound y el FIB, aunque prometen visitas a cubierto cuando termine la temporada de festivales.