Una sección de JUANJO ORDÁS.
JUDAS PRIEST [en la foto] estarán girando este verano por EEUU en un tour cuyo principal atractivo será ver a la banda ejecutar British steel (uno de sus más celebrados trabajos) de forma íntegra. El disco fue editado hace 29 años, por lo que nos encontramos ante una estrategia nostálgica y –presumiblemente– monetaria.
Pero antes hay que recordar que no hace ni un año que se editó Nostradamus, la última obra del mítico combo metálico, una excesiva producción conceptual, ambiciosa y bien resuelta. No obstante también se trataba de un disco doble, denso y difícil para el fan menos dispuesto. Los mismos Judas Priest hablaron en su día de llegar a interpretar su nueva obra al completo en conciertos especiales que se celebrarían en función de la acogida que tuviera Nostradamus. Bien, parece ser que después del tour basado en British steel tendrán lugar los prometidos conciertos apostando por su material más reciente.
Una apuesta por un lado y una jugada ganadora por otro. Parece que el grupo quiere dar a entender que creen tanto en su pasado como en su presente, una actitud honesta por parte de los británicos aunque seguramente el público masivo se sienta más atraído por la gira basada en British steel, un clásico que trasciende al género metálico. Si bien la obra fue muy popular en su día, no parece que su leyenda se haya apagado. Se trata de un disco de metal con un alto componente de duro rock clásico, no es un trabajo violento o radical, sino bastante asequible al oído, es decir, con canciones. ¿No es irresistible y comercial un tema como “Livin’ alter midnigth”? ¿No es hora de reconocer que “Metal gods” tiene un gran groove? British steel es un álbum a prueba de prejuicios.
Así Judas Priest se unen al creciente elenco de bandas que realizan tours nostálgicos a medida del fan, pues no sólo le ofrecen la interpretación de temas que pueden llevar tiempo sin conocer el directo, sino que también le sirven en bandeja de plata un pequeño viaje en el tiempo. Los seguidores más maduros pueden regresar a su juventud, mientras que los jóvenes pueden conocer parcialmente una época lejana. Al servicio del cliente. Aunque en el fondo se trata de un paso más en esa necesidad que algunos artistas tienen por continuar manteniendo un público amplio, cuando no creciente. ¿Realmente hay mucha diferencia entre interpretar un disco completo a modo de reclamo y realizar una gira, llamémosla ordinaria, y ejecutar un repertorio que todo el mundo conoce de antemano? No. Es la misma táctica elevada a un nivel superior. Y claro que es válida, se trata de buena música al fin y al cabo, pero ¿no disfrutaría más el fan si el grupo jugara con las canciones, cambiando el repertorio en cada concierto? No es tan difícil, hay grupos que lo hacen, simplemente requiere un esfuerzo por dominar más canciones que de costumbre y el público lo apreciaría, aunque sólo el más fiel y ese sólo da para llenar salas, quizá arenas, pero no estadios. Además, el artista debe vender al promotor un espectáculo que garantice satisfacción popular y ganancias. Demasiadas ataduras para la libertad artística.
Esta vez, el espacio dedicado al disco recomendado se lo teníamos reservado a lo último de Mastodon, pero teniendo en cuenta que hace meses que Warner decidió ignorarnos hemos decidido que ya comentaremos el disco cuando se pueda encontrar en “serie media” (¡que cada día es antes, por cierto!). Pero como aquí de lo que se trata es de ser fiel a nuestros lectores, cedemos espacio a un disco que no sólo es esencial, sino que además se antoja necesario para cualquier seguidor del rock.
Cuando THE ANSWER aparecieron en escena con su debút hace unos tres años, fueron víctimas de expectativas infundadas que los elevaban a un Olimpo al que aún andan dirigiéndose (su nombre tampoco ayudó). Afortunadamente su segundo largo pone las cosas en orden, la burbuja se ha desinflado lo suficiente como para poder escucharlos –y disfrutarlos– al margen de posturas rockistas, clichés periodisticos y herejes ardiendo.
Y es que Everyday demons es monumental de principio a fin. Siguen sonando a una mezcla poco original de Led Zeppelin y Deep Purple, su vocalista continúa caminando por el sendero de Plant y Coverdale y juegan con riffs de segunda mano, pero esta vez las canciones suenan más hilvanadas que nunca mientras cierto componente popular les señala como muy buenos compositores de rock clásico que quizá pueda llegar a las masas. Las canciones son más coreables que nunca (atentos a “On and on” y “Cry out”) y por fin definen su propuesta con lógica más allá de la moda vintage. Se han superado con un disco adictivo.
Antes de despedirnos hasta los próximos 15 días, os anunciamos que MARILYN MANSON ya tienen nuevo single en la calle, o mejor dicho, en la red. “We’re from America” puede descargarse gratuitamente desde su web oficial y ya tenemos ganas de escuchar el disco completo. Muy buen tema, incorporando nuevas sonoridades y sutil actitud punk. Que a nadie le extrañe, cuando los Manson eran un grupo y no un solista grabaron una incendiaria versión del “Rock and roll nigger” de Patti Smith que deberíais localizar ya mismo. Parece ser que el regreso de Twiggy Ramirez (bajista y mano derecha de Manson en sus tiempos de mayores glorias) va a ser determinante a la hora de facturar lo que esperamos sea un gran disco, el cual ya ha sido bautizado como The high end of low.