Tórtel es un dúo formado por el valenciano Jorge Pérez, componente de Ciudadano, y el albaceteño Joaquín Pascual, del que todos conocemos su currículo: Surfin’ Bichos, Mercromina, Travolta y últimamente solista. Si tenemos en cuenta que Pérez también forma parte de Maderita (la banda que une a parte de Ciudadano con el maestro Julio Bustamante y cuyo debut está al caer), podríamos decir sin lugar a error que estamos ante un «superdúo», minoritario e indie, pero superdúo.
El estreno de Tórtel ya está en la calle bajo el nombre de «Lugar nuevo», editado por Los Enanos Gigantes, el sello que pusieron en marcha Fernando Alfaro y Mariano Tejera, y distribuido por Locomotive. Se trata de un trabajo fascinante, intimista, levemente folk, con maravillosas canciones, voces y arreglos que Jorge define de este modo: «Es un disco grabado en casa, hemos apostado por hacer las canciones de una forma muy sobria, con pocos arreglos, nos gustaba cómo sonaban cuando las tocábamos un poco en el salón de casa de Joaquín. Al ser solo él y yo, las canciones por fuerza sonaban muy desnudas, pero también tenían un carácter muy chulo que a la hora de grabarlas no quisimos perder».
Para entender algo mejor a Tórtel, leámos este texto, en forma de carta, firmado por el mismísimo Julio Bustamante:
Tórtel, lugar nuevo
(Carta a Tórtel)
Aprovechando que hoy no llueve me he traído a la playa a mí mismo. Aunque tal vez sería mejor decir que la playa, como de costumbre, me ha llamado y yo me he puesto en camino sin dudarlo ni un instante. A menudo, en días así, regreso de noche al vacío de casa lo mismo que a un lugar nuevo y desconocido: eso sí, con la satisfacción de haber empleado el tiempo de la mejor manera y con un par de folios en el bolsillo donde guardar, al menos, algo de todo lo que por allí se airea.
Como puedes comprobar este aire marítimo no hace sino distraerme de la tarea que me encomiendo. Te ruego un poco de paciencia, ya verás como poco a poco irá saliendo, hoy no sabría hacerlo de otra manera. O, a lo mejor, ya estoy hablando un poco de tu nuevo disco, quién sabe. Por otro lado nunca he visto claro que tenga mucho sentido hablar de Música; es preferible dejarse llevar por ella. Y mucho mejor hacerla, elevarnos por encima de cuanto mediocre y previsible hay en la vida. Cuanto más mayores nos hacemos más se necesita ir a ese Lugar siempre nuevo, fresco y limpio. Aprovecho esta ocasión para decirlo sin ambages, porque somos amigos, la única razón por la que sentirse afortunado y rico.
Así, como quien llega a un lugar desconocido y abre las ventanas, me pongo a garabatear un dibujo y pienso en tus canciones. Sin prejuicios, tal como están hechas, aventurándose en lo desconocido. Te adentras por tu cuenta en lo más esencial, el extraño lenguaje de los sueños. Los temas instrumentales me encandilan especialmente, ya lo sabes. Pero quiero resaltar sobre todo, la fascinante habilidad de esas letras, que ya sabes, tanto me gustan, escuetas pero contundentes, que a menudo logran resumir en pocas frases toda una historia, con sus sentimientos y su aroma peculiar: «Busqué en el pozo/(tan peligroso)/y el agua estancada era un espejo en el fondo»… Gracias.
Y luego Joaquín ha sabido envolverlo todo con pocos y certeros elementos, lo mismo que un niño con los “colores” en la mano, dejándose llevar, sin alterar lo que ya había allí, en aquel Lugar Nuevo, con la sola respetable pretensión de soñar y jugar.
Julio Bustamante.
