Leemos en Página 12, el periódico izquierdista porteño, que en La Quiaca, al norte argentino, desde hace unos días una avenida lleva el nombre de León Gieco, el rockero más indoblegable del rock argentino, el que hace de la conciencia social canción, el autor (recordémoslo para despistados) de “Sólo le pido a Dios”.
La Quiaca (en la provincia de Jujuy, en la frontera con Bolivia. Es la ciudad más elevada de Argentina, a 3.442 metros sobre el nivel del mar), le debe a Gieco parte de su popularidad internacional, aunque sólo sea por haber figurado en el título de ese portentoso disco que es De Usuhaia a La Quiaca. Con motivo de los actos de celebración del centenario de la ciudad, el 26 de febrero se organizó en la ciudad un festival con actuaciones de Teresa Parodi, Jaime Torres, Mercedes Sosa, Víctor Heredia y León Gieco. Y, por su lado, un grupo de músicos y artesanos pro indígeneas, que apoya a los sin techo que agrupa el padre Olmedo, decidieron rotular en esas fechas una avenida con el nombre del cantautor rockero: La avenida León Gieco, en el barrio Anastasio Inca, en las afueras de La Quiaca. El movimiento persigue la autogestión para el barrio. “Tanto es así –declaró Gieco a Página 12– que inauguraron la avenida sin invitar a funcionarios municipales y con ritos ancestrales propios. Me dieron wipala y hubo danza para la Pachamama”.
También en la provincia de Jujuy, en el pueblo de San Pedro, Gieco anda apadrinando un proyecto de casa de acogida para mujeres maltratadas. De su bolsillo ha salido el dinero para pagar el alquiler de la casa durante dos años, además, con la recaudación de un concierto espera sacar dinero para pagar médicos, medicinas y abogados para la casa. “No podemos dejar las cosas urgentes en manos de la policía o los políticos… y menos en Jujuy –siguió contando Gieco a Página 12–. Las casas de refugio es una causa positiva entre las tantas negativas, porque otras provincias se pueden contagiar”. Pero Gieco atiende más proyectos: también está colaborando para que pueda ser rehabilitado un centro de ayuda a niños discapacitados en La Quiaca.
Que nadie piense que en el caso de León Gieco hablamos de la tan habitual sospechosa solidaridad del gremio rockero: Gieco ha estado toda su vida implicado en proyectos sociales, sus canciones han removido conciencias en Argentina y siempre que lo cree necesario ofrece conciertos cuyos ingresos van a parar íntegramente a colaborar en algún proyecto en concreto. León Gieco es, además de uno de los mejores compositores en español, un buen tipo, un hombre honesto. Hace un tiempo, Gieco explicaba que no le falta dinero para vivir, que él no es rico, pero que puede colaborar en causas solidarias con lo que tiene: sus conciertos.