Si el año pasado Gustavo Santaolalla se hacía con el Oscar por la banda sonora del western gay Secreto en la Montaña, éste se lo ha llevado por la música de Babel, la película del mexicano González Iñárritu. De éste modo, el viejo rockero argentino, afincado desde hace años en Los Ángeles y volcado sobre todo en labores de producción, se sitúa en el primer plano internacional. Para verlo en su faceta de músico habrá que esperar a la gira que le llevará este año por medio mundo al frente de Bajofondo (antes Bajofondo Tango Club).
Siguiendo con los Oscar, la cantautora y rockera estadounidense Melissa Etheridge se hizo con la estatuilla correspondiente a mejor canción original por “Need to wake up”, del necesario documental promovido por Al Gore Una verdad incómoda, sobre el cambio climático.
El último Oscar musical, este honorífico a toda su carrera y conocido de antemano, fue a parar a Ennio Morricone, el compositor italiano autor de decenas de bandas sonoras.