DISCOS
«El sonido se electrifica y se vuelve más crudo, incluso distanciándose de sus producciones pop de los años ochenta o de la nueva ola de finales de los setenta»
Nick Lowe
Indoor safari
YEP ROC / POPSTOCK!, 2024
Texto: XAVIER VALIÑO.
Fue, en el que ahora parece lejano 2013, cuando Nick Lowe publicó su último álbum, el excelente disco navideño Quality street: A seasonal selection for all the family. O sea, hace once años que Lowe no publicaba un nuevo álbum y, a sus 75 años, no parecía que fuese a lanzar otro. Las pistas en contra venían de las giras que ha seguido haciendo durante estos últimos años por tres continentes, en compañía de Los Straitjackets, los músicos enmascarados anclados en el rock instrumental con cierto espíritu punk, quienes, por cierto, habían editado en 2017 un tributo a Lowe titulado —de forma incompleta— como su canción más exitosa What’s so funny about peace, love and…
Su colaboración da un paso más allá ahora, extendiéndose a este álbum para consolidarla, al tiempo que rompe definitivamente la línea del crooner maduro que Lowe ha venido perfeccionando durante treinta años, desde The impossible bird en 1994. “Different kind of blue” sería la excepción, el tema que más claramente engarza con lo que ha venido haciendo estas tres décadas.
Hay añejas canciones recuperadas aquí, como “Raincoat in the river” y “A quiet place” o momentos más lúdicos a lo Kinks en “Went to a party”. Si “Crying inside” puede recordar a Ricky Nelson, “Trombone” y “Don’t be nice to me” remiten algo más al Nick Lowe de sus inicios. En cualquier caso, al lado de Los Straitjackets, el sonido de Nick Lowe se electrifica y se vuelve más crudo, incluso distanciándose de sus producciones pop de los años ochenta o de la nueva ola de finales de los setenta, más anclado ahora en los sesenta que nunca antes.
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Anterior crítica de discos: Ejército de salvación, de Love of Lesbian.
