Punto de partida: Amaia Tirapu (Kokoshca) y Nirvana

Autor:

«Nirvana me abrieron una puerta hacia el ruido»

 

Un tropiezo casual con una extraña casete de un directo de Nirvana, ofrecido en 1991 en Paradiso Amsterdam, sacudió el mundo de la pequeña Amaia Tirapu, la mitad del dúo Kokoshca. Aprovechando que los pamploneses acaban de publicar su octavo disco, La juventud (Sonido Muchacho, 2024), en el que hacen una oda a toda su trayectoria a través del baile y la nostalgia, atreviéndose con un corrido tumbado y una cumbia dub además de transitar por la senda del rock español. Buen momento para preguntarles cómo comenzó su aventura en la música y qué disco les cambió la vida. Nos lo cuenta la propia Amaia.

 

Nirvana
Smells like teen spirit (directo no oficial)
VIVA, 1994

 

Recuerdo perfectamente que era sábado por la mañana y estaba con mi madre acompañándola a hacer recados, tenía 8 años e iba con ella a todas partes. Entramos en Unzu, que eran unos grandes almacenes que había en el centro de Pamplona muy cerca de la plaza del ayuntamiento, tenían muchas plantas y escaleras mecánicas, algo que me fascinaba.

Creo que mi madre subió a la sección de ropa de hombre a por algo para mi padre, pero pasamos por varias plantas y en una estaba la sección de discos y música. Mi mirada se topó con un casete de Nirvana y el corazón me dio un vuelco. Hacía muy poco tiempo que había descubierto a Nirvana, en Los 40 Principales, y conecté de manera muy irracional con su música, estética, mensaje… Así que mientras mi madre compraba ropa de hombre yo le comía la cabeza diciéndole que había visto una cosa que quería muchísimo, que por favor me la comprara.

Mi madre, que es una santa, me lo compró. No entendía nada de aquel casete, esa portada donde salía un tío con ojos pintados y pelo descolorido, pero mis padres siempre me han dejado total libertad para escuchar y leer lo que me diera la gana sin juzgarlo.

Es un casete extraño, es un directo en Amsterdam grabado y sacado en casete. Yo había escuchado en la radio dos canciones de Nirvana nada más, pero era suficiente para ser muy fan. Con 8 años eres tan inocente y tan pura que solo un acorde puede llenarte más que una discografía entera. Y esas dos canciones estaban en el casete: “About a girl” y “Lithium”. ¿Cómo no iba a llevármelo? Ahora ya no tengo reproductor de casetes, y en internet no he encontrado subido este directo.

Para mí, el mejor disco de Nirvana es el Bleach, aunque todos son buenísimos. Lo correcto sería decir que Bleach es el que más me gusta. Nirvana tuvo mucho que ver en que quisiera tocar la guitarra a los 9 años y que en mi cabeza naciera el sueño de tener un grupo y salir a tocar. Gracias a Nirvana conocí a Sonic Youth, David Bowie, Iggy Pop, la Velvet… Nirvana me abrieron una puerta hacia el ruido.

Anterior Punto de partida: Eduardo Bravo y Pep Laguarda & Tapineria.

Artículos relacionados