Los curiosos mensajes de Bob Dylan en Twitter

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Parece que Bob Dylan ha descubierto Twitter y durante este mes ha dejado algunos mensajes sorprendentes. Por Juan Puchades.

 

Texto: JUAN PUCHADES.

 

Que Bob Dylan es un tipo sorprendente lo sabe cualquiera. Y silencioso como pocos. Por ello su inesperada aparición en Twitter (debemos oponernos radicalmente a denominarlo X) durante este mes, ha resultado completamente chocante. Tampoco es que se haya prodigado mucho, nada que ver con esos artistas que sienten la necesidad de contarnos constantemente en qué emplean su tiempo o qué han desayunado. Pero ha compartido desde su cuenta oficial tres posts con toda la apariencia de estar escritos por él y que, en primera persona, eluden el tono habitual en su cuenta, casi siempre en tercera persona y dedicados principalmente a promocionar sus asuntos profesionales. En realidad, todo se inició a finales de septiembre, felicitando escuetamente a una tal Mary Jo, lo que despertó una oleada de curiosidad por averiguar quien era la afortunada felicitada. Un día después, lamentaba la muerte del actor Bob Newhart, fallecido en julio, aunque, explicaba Dylan, «me enteré el otro día».

Pero el mensaje más curioso de los tres de este mes, es el más reciente, el del día 23 de octubre, cuando escribía: «En el hotel de Frankfurt [donde estuvo actuando entre el 16 y el 18 de octubre] había una convención editorial y todas las habitaciones estaban ocupadas, fiestas toda la noche. No sabía que hubiera tantas editoriales en el mundo. Intentaba encontrar la editorial Crystal Lake para felicitarles por la publicación de El gran Dios Pan, uno de mis libros favoritos. Pensé que les interesarían algunas de mis historias. Por desgracia, había demasiada gente y nunca llegué a encontrarlos». El libro al que se refiere, es un clásico escrito por Arthur Machen en 1894. Obviamente, desde la editorial Crystal Lake respondieron agradecidos, y sorprendidos, por la mención.

Antes, el 9 de octubre, compartió: «Me encontré con uno de los Buffalo Sabres [equipo de hockey sobre hielo] en el ascensor del hotel de Praga. Estaban en la ciudad para jugar contra los New Jersey Devils. Me invitó al partido, pero yo actuaba esa noche». Una cuenta con el nombre de un tal Vlad, respondió recomendándole que en Praga no dejara de visitar el restaurante The Indian Jewel. A lo que Dylan (o quien diantres le lleve la cuenta), respondió: «Lo siento, Vlad, recibí tu mensaje demasiado tarde. El promotor nos llevó a su restaurante favorito. Sin embargo, la próxima vez que estemos en Praga, definitivamente iremos al Indian Jewel».

Siguiendo con los restaurantes, el 1 de octubre, estrenaba esta serie de mensajes —sin más, sin venir muy a cuento y casi como un anuncio— con esta suerte de recomendación: «La última vez que estuvimos en Nueva Orleans comimos en el restaurante Dooky Chase, en la esquina de North Miro y Orleans. Si alguna vez estás allí te lo recomiendo encarecidamente». Bob Dylan, sin duda, nunca deja de sorprender.

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