«Crecimos en la huerta murciana, escuchando una cinta de canciones que compuso nuestro padre a finales de los setenta»
Folclore huertano con electrónica: esa es la base de la propuesta de los murcianos Maestro Espada, creadores de uno de los debuts más interesantes de este 2024, de título homónimo. Conocemos su propuesta.
Texto: EFE EME.
Foto: VIRGILIJUBERO.
Detrás de Maestro Espada están Alejandro y Víctor Hernández, dos hermanos que se criaron en la huerta murciana, escuchando la música de su padre. Aquellas primeras escuchas han marcado a fuego su propuesta, en la que fusionan folklore huertano con electrónica, como puede comprobarse en su álbum de debut, el homónimo Maestro Espada (Sony) que vio la luz en septiembre y ha contado con la producción de Raül Refree. Una forma de fundir tradición y vanguardia, reivindicando la música popular murciana acudiendo, al mismo tiempo, a la electrónica. «Un mundo de castañetas y distorsión, de laúdes y sintetizadores analógicos, de fragilidad y brutalidad, de intensidad y hedonismo», que presentan en Efe Eme.
¿De dónde venís?
Ahora vivimos en Barcelona y Madrid, pero crecimos en la huerta murciana, escuchando una cinta de canciones que nuestro padre compuso a finales de los setenta.
¿Cómo nace el proyecto?
Siempre quisimos hacer un proyecto juntos. La curiosidad común por la tradición musical murciana, sobre la que teníamos recuerdos e intuiciones, se convirtió en el punto de encuentro perfecto, para escuchar y escribir.
Describid vuestro sonido.
Nuestra paleta de herramientas sonoras es bastante amplia. No hacemos diferencia entre supuestos elementos orgánicos o electrónicos; entre una guitarra o un sintetizador o una castañeta. Una guitarra es una máquina perfecta, igual que un sinte. De cualquiera puede salir una línea interesante de la que tirar para escribir o cantar
Principales influencias.
Las grabaciones de Alan Lomax en Murcia en los años cincuenta.
¿Cómo definiríais vuestro nuevo disco?
Un paseo nocturno por una huerta imaginada.
Cinco discos de cabecera.
Studies i-xvii for samplers and percussion, de Rupert Clervaux y Beatrice Dillon; La musique électronique du Niger, de Mamman Sani; Untitled, de Beau Wanzer; Have fun, de Smerz, y Double negative, de Low.
Cinco canciones perfectas.
“Tempest”, de Low; “Along the main divide”, de Roy Montgomery; “Regreso del pastor”, de Atahualpa Yupanqui; “O sopro do fole”, de Zeca Veloso, y “Yellow moon”, de los Neville Brothers.
¿Preferís estudio o directo?
Ambas nos estimulan.
¿Qué canción del disco es la que mejor os representa y por qué?
“Carriles” fue la primera que escribimos para este proyecto. La primera vez que echábamos la mirada hacia ese lugar de origen en la distancia, ya con el imaginario de los cancioneros murcianos.
¿Qué planes tenéis este año?
Presentar el disco en directo. La gira de otoño-invierno ha empezado ya y de momento pasa por ciudades como Rennes, Madrid, Vic, Barcelona, Bilbao, Murcia, Valencia, Málaga, o Castellón.
Tenéis cincuenta palabras para vender vuestro primer disco. ¡Adelante!
Las voces de dos hermanos que han crecido cantando juntos y ahora se reencuentran para acercarse a la tradición musical de su huerta natal con una mirada curiosa que viene de otros estilos.
–
