Protagonista de la portada del nuevo número de Cuadernos Efe Eme, el 41, y de un amplio reportaje interior en el que Luis Lapuente, como en este artículo, recorre su trayectoria musical y sonora. Bob Marley, inagotable tótem cultural y figura imprescindible en la historia de la música, que hoy suena de nuevo con este repaso a diez de sus joyas más preciadas.
Selección y texto: LUIS LAPUENTE.
Dentro de unos meses, el 6 de febrero de 2025, se cumplirán ochenta años del nacimiento de Bob Marley, el artista que colocó el reggae en la cima de la música de su época y que compuso y cantó algunas de las canciones más hermosas del siglo XX. En Cuadernos Efe Eme 41, hemos celebrado como se merece el legado de Marley coincidiendo con el cincuentenario uno de sus himnos deslumbrantes, “No woman no cry”. Aquí, once canciones que sobrevuelan su biografía.
1.- Bob Marley: “Judge not”
En los años cincuenta, la música popular jamaicana era el mento, una especie de calypso local, mezclada con el jazz y el rhythm and blues estadounidenses. Pronto aparecieron ritmos y géneros más bailables, como el ska y, a mediados de los años sesenta, el rocksteady, ambos precursores de lo que sería el reggae, acuñado por músicos como Toots & The Maytals o el gran Jimmy Cliff, protagonista en 1973 de la película The harder they come, titulada en España Caiga quien caiga.En febrero de 1962, diez años antes del éxito de Jimmy Cliff, Bob Marley grabó cuatro canciones en los estudios Federal de Kingston. “Judge not” y otras dos de aquellas canciones se publicaron a nombre de Bobby Martell en el sello Beverly, propiedad de otra leyenda del reggae, el productor de origen chino Leslie Kong, que había conocido a Marley gracias a los buenos oficios del gran Jimmy Cliff.
2.- The Wailers: “Simmer down”En 1963, Coxsone Dodd fundó el legendario Studio One en el número 13 de Brentford Road, con los legendarios Skatalites como orquesta del estudio. Por allí pasaron todas las figuras del pop jamaicano, desde los propios Skatalites, y Toots & The Maytals hasta Burning Spear, los Heptones, Dennis Brown o Jackie Mittoo. Y, por supuesto, los Wailers, entonces un trío integrado por Bob Marley, Bunny Wailer y Peter Tosh, que debutaron con el single “Simmer down”. De ellos escribió el periodista Stephen Davis: «La música de los Wailers siempre pareció más peligrosa que el ska burbujeante y casi despreocupado de sus contemporáneos. Como los Stones, los Wailers eran lujuriosos, despectivos, insolentes y groseros».
3.- The Wailers: “Sun is shining”
Después de haber pasado unos meses en Delaware trabajando para poder financiar sus proyectos, Bob Marley regresó a Jamaica y los Wailers trabajaron con el productor Lee Perry en versiones de clásicas del soul o de los Beatles, y en composiciones del propio Marley tan fascinantes como “Sun is shining”, con Peter Tosh tocando la melódica.
4.- The Wailers: “Stir it up”
En 1967, el cantante de soul tejano Johnny Nash había acudido a Jamaica fascinado por los sonidos de la emergente escena rocksteady. Nash escuchó a los Wailers en una fiesta rastafari e inmediatamente los fichó para su discográfica y su compañía editora, Cayman Music, que regentaba con su mánager Danny Sims. El contrato con Nash y Sims sirvió al trío para mantenerse a flote y para dar una serie de pasos trascendentales en su carrera hacia el estrellato. Además, Marley le suministró a Johnny Nash un puñado de canciones con las que triunfaría en Estados Unidos a principios de los años setenta. Por ejemplo, “Stir it up”, que Marley ya había grabado con los Wailers luego incorporada al repertorio del álbum Catch a fire.
5.- Bob Marley & The Wailers: «Get up, stand up»
Bob Marley empezó a forjar su leyenda en todo el mundo tras la publicación de su segundo elepé en el sello Island Records, el maravilloso Burnin’, quizá el mejor de sus discos. Un álbum que arrancaba con un clásico instantáneo coescrito por Marley y su amigo Peter Tosh, el glorioso “Get up, stand up”.
6.- Bob Marley & The Wailers: «I shot the sheriff»
El álbum que lanzó al estrellato en todo el mundo a los Wailers fue el impresionante Burnin’, esa obra maestra inmortal cuyas canciones ya pertenecen al canon de la música del siglo XX. Quizá, la mejor de todas ellas fuese “I shot the sheriff”, que algunos aun identifican en la versión deslumbrante que grabó Eric Clapton para su álbum 461 Ocean Boulevard, pero que en la voz original de Bob Marley se escucha como un genuino diamante en bruto.
7.- Bob Marley & The Wailers: «Positive vibration»
Después de Burnin’, Bunny Wailer y Peter Tosh se fueron del grupo, que pasó a llamarse Bob Marley & The Wailers. Una banda donde sobresalían dos músicos extraordinarios, los hermanos Aston: «Family Man» Barrett (bajo) y Carlton Barrett (batería), fundamentales en el sonido profundo y cautivador del grupo, música festiva y militante, arraigada en las tradiciones de Jamaica, como la pegajosa “Positive vibration”, de 1976.
8.- Bob Marley & The Wailers: «No woman no cry»
Consciente de la trascendencia de su obra, Bob Marley empezó pronto a cuidar detalles que garantizaran el futuro de los suyos, por ejemplo, atribuyendo la autoría de algunas de sus canciones (“No woman no cry”, “Positive vibration”, “Roots rock reggae”) a Vincent Ford, un amigo de la infancia de su absoluta confianza, o a la propia Rita Marley (“Crazy bald head”), burlando así el contrato firmado con la editora Cayman Music, de modo que los beneficios de esas canciones quedaran liberados exclusivamente para su familia. “No woman no cry”, integrada en el álbum Natty dread, de 1974, se convirtió con los años en la gran balada de su discografía.
9.- Bob Marley & The Wailers: «War/No more trouble»
Después de publicar el elepé Rastaman vibration, Bob Marley organizó el Smile Jamaica, un concierto gratuito y benéfico al aire libre, programado para el 5 de diciembre de 1976, diez días antes de las elecciones al Parlamento jamaicano, donde se jugaba revalidar su mayoría el socialista PNP de Michael Manley. La tarde del 3 de diciembre, Bob, Rita, los Wailers y algunos amigos estuvieron jugando al fútbol y fumando hierba en su lujosa mansión del 56 de Hope Road, en Kingston, y al caer la noche, entraron al estudio de grabación con varios rastafaris que habían llegado en busca de ayuda. Una de las coristas de Marley, JudyMowatt, empezó a encontrarse mal, ya al final de su embarazo, y Bob le pidió a su percusionista y diseñador, Neville Garrick, que la llevara a su casa en su BMW. Nada más irse el coche, unos desconocidos empezaron a disparar indiscriminadamente contra quienes permanecían en la casa. El tiroteo cesó al cabo de quince largos minutos. Rita, Bob y su mánager, Don Taylor, resultaron heridos, aunque ninguno de gravedad. Fueron trasladados al hospital, donde acudió a visitarlos el primer ministro Michael Manley, que convenció a Bob para que no cancelara el concierto benéfico. Dos días después, todo salió como estaba previsto, salvo que Aston Barrett no tocó y Rita tuvo que actuar con el brazo vendado y en cabestrillo ante ochenta mil espectadores. Bob abrió el concierto cantando “War”, uno de los cortes más militantes de Rastaman vibration.
10.- Bob Marley & The Wailers: «One love/People get ready»
Bob Marley murió en un hospital de Miami el 11 de mayo de 1980, con 36 años. Diez días después, fue enterrado en un pequeño panteón de su localidad natal, Nine Miles, con su guitarra eléctrica Gibson Les Paul, unos brotes de cannabis, un balón de fútbol y un ejemplar de la Biblia abierto por el Salmo 23: «El Señor es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar. Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma. Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre». Como una premonición, Marley había grabado tres años antes otro de sus himnos bíblicos en el álbum Exodus, donde unió el clásico de Curtis Mayfield y los Impressions, “People get ready”, con la melodía y los versos del ska “One love” registrado con los Wailers en 1965. El resultado es una de sus creaciones más universales.
BONUS TRACK:
Bob Marley & The Wailers: «Redemption song»
En 1980. Bob Marley & The Wailers publicaron el emocionante Uprising, una colección de hermosas canciones imbuidas de espiritualidad y misericordia, con ecos rastafaris y la esperanza del advenimiento de un mundo más justo, en cuyo repertorio destacaban “Could you be loved” y, sobre todo, la conmovedora “Redemption song”, uno de esos pocos himnos inmortales en el canon del siglo XX, con textos basados en un discurso de Marcus Garvey, donde Bob dejaba entrever su propia fragilidad y su esperanza en un mundo en libertad, donde nadie mataría a nuestros profetas, y donde, quizá, Bob Marley también traslucía la cercanía de su propia muerte.