«Es el primer disco en que los Beatles se cansaron de ser percibidos, incluso por ellos mismos, como un grupo mediático de pop chatarra»
El próximo mes de septiembre, los mexicanos Enjambre regresarán a España para participar en el festival Vive Latino de Zaragoza y, además, ofrecer un concierto en Barcelona (5 de septiembre) y otro en Madrid (8 de septiembre). Todo ello, dentro del marco de una gira mundial —la más exitosa de su carrera hasta la fecha— con noventa y cinco fechas, en la que andan repasando sus grandes éxitos a través de su último disco, Noches de salón; un álbum conceptual con el que han reinventado sus canciones más rockeras hacia un estilo más bailable, con toques de bolero o chachachá. Mientras continúan en ruta e incluso preparan material de cara a su próximo trabajo, Julián Navejas, guitarrista, tecladista y productor de la banda, nos habla del disco que le cambió la vida.
The Beatles
Revolver
PARLOPHONE, 1966
Texto: JULIÁN NAVEJAS / EFE EME.
El séptimo álbum de estudio de los Beatles, el legendario Revolver, ha sido el elegido por Julián Navejas, tecladista, guitarrista y productor de la banda mexicana Enjambre, como su particular “Punto de partida”. Así es como recuerda llegar hasta él: «Era el año 2001 o 2002 cuando mi hermano mayor me prestó los trece discos de estudio grabados en Inglaterra, estaban quemados en cedés, cada uno tenía el nombre y el año del disco escrito con sharpie, todo guardado en una elegante caja de zapatos. Ahora lo tengo junto al box set en formato vinilo y el resto de la discografía de los Beatles. Los Beatles han estado presentes toda mi vida, han sido parte de mi formación musical y personal. Al principio solo conocía los éxitos ¡y vaya que tienen éxitos de sobra! (al menos treinta canciones), pero aún no tenía idea que el volumen y calidad de su obra era tan vasta».
No fue este el primer disco con el que se hizo Julián: «Era muy joven, tenía 18 o 19 años, o tal vez menos, pero ya consumía música, de hecho el poco dinero que tenía lo gastaba en discos: Kid A, Ágætis byrjun, De-Loused In The Comatorium y Yoshimi Battles The Pink Robots fueron los grandes discos que escuchaba en esa época, también tenía discos de NOFX y Rancid, y discos de la era de Nirvana y Smashing Pumpkins que aún estaba fresca».
Sin embargo, Revolver enseguida se convirtió en un álbum especial para él. Julián lo relata con detalle: «En ese tiempo Revolver era un disco infravalorado, incluso por los Beatles. En el documental Antología, George Harrison dice que no ve mucha diferencia entre Rubber soul y Revolver, no sé si no recuerda bien o no escuchaba los álbumes, pero en mi opinión no podría estar más equivocado; el cambio de Rubber soul a Revolver es un salto enorme.
Escuché los discos en orden cronológico y al momento de llegar a Revolver me percaté del gran cambio, y eso me voló la cabeza. Todo era nuevo para mí, tomemos en cuenta que solo conocía “Eleanor Rigby” y “Yellow submarine”, así que fui sorprendido desde el primer track, “Taxman”, la canción liderada por el inconfundible sonido del bajo de Paul, las guitarras agudas y saturadas, la batería sonando más presente que nunca (después aprendí que Geoff Emerick, entonces ingeniero novato, empezó a experimentar con close micing en la batería) y por último, la melodía y estilo de George que, para entonces, se empieza a convertir en gran compositor. El siguiente track es “Eleanor Rigby”, aunque conocía bien la canción es imposible no volverse a asombrar cada que escuchas con atención la fineza de arreglos de cuerdas de George Martin y, simplemente, la letra y melodía de Paul tan melancólicas, casi desesperanzadoras… Pero fue el tercer track el que me tomó por sorpresa: “I’m only sleeping”, un tema que podría parecer simple, pero en cierta forma es existencial, conectó inmediatamente con mi mente adolescente «Please don’t spoil my day, I’m miles away and after all I’m only sleeping». De ahí, George nos transporta a la India con el tema “Love you to”, y bueno… podría hablar de cada track del disco pero es tan variado y generoso como solían ser todos los discos de los Beatles (catorce tracks) que nunca acabaría.
Escuché el resto de la discografía de los Beatles contenida en aquella caja de zapatos y me encantó, pero siempre volvía y vuelvo al Revolver. Me resulta increíble cómo puedes casi palpar el hambre que tenían por experimentar nuevos sonidos. Es imposible no mencionar la experimentación con drogas, LSD en específico, pero más allá de eso, Revolver es el primer disco en que los Beatles se cansaron de ser percibidos, incluso por ellos mismos, como un grupo mediático de pop chatarra que servía solo para hacer gritar a las niñas; así que se retiran por completo de los escenarios para ser artistas.
“Los locos ahora dirigen el manicomio”, dijo McCartney en el reciente documental del estudio de Abbey Road, refiriéndose a la época en que deciden convertirse solo en artistas de estudio, y si bien Sgt Pepper es el estandarte y el gran “statement” artístico y psicodélico de los Beatles, Revolver fue en realidad el disco que marcó ese cambio. Para mí, en el momento de escuchar Revolver por primera vez, los Beatles dejaron de ser ese grupo con canciones bonitas que cantaba mi papá y se convirtió en la gran banda arquetipo de rock que no solo yo, sino todos los artistas que admiro, quieren alcanzar: los Radioheads, los Floyds, los Nirvanas en algún momento u otro fueron impactados por la época psicodélica y experimental de los Beatles».
Sobre si Revolver puede considerarse, en su opinión, el mejor disco de los Beatles, Julián responde lo siguiente: «Qué pregunta tan difícil, definitivamente crítica y comercialmente no lo fue, pero supongo que desde finales de los noventa, hasta el día de hoy, más gente como yo empezó a valorar Revolver y el contexto artístico de esa época. En alguna lista de Rolling Stone fue llamado el mejor álbum de todos los tiempos y me fue una grata sorpresa (no que esa lista valga mucho…), pero es un indicador del valor que tiene este álbum… tal vez en mi opinión es el mejor…».
Y termina confesando: «¡Claro que lo sigo escuchando! De hecho, lo escucharé ahora con vuestro permiso, “apagaré mi mente, me relajaré y flotaré corriente arriba…”».
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