FONDO DE CATÁLOGO
«Supieron manejar con resuelta precisión y empatía el latido alegre y brillante del pop, conjugado maravillosamente con la nostalgia y los arreglos minimalistas»
Altered Images
Happy birthday
EPIC RECORDS/PORTRAID RECORDS, 1981
Texto: SARA MORALES.
En algún lugar entre el soplo melancólico y oscurantista, y el deje aniñado y risueño, se encuentra el limbo en el que se movieron Altered Images. ¿No fue este acaso el tránsito perfecto entre el post punk y la new wave? Pues justo en ese punto es donde nació, creció, se reprodujo y murió, para resucitar en este presente, la banda escocesa.
Todo comenzó en 1981 con el lanzamiento de este álbum, Happy birthday, un estimulante debut con alma definitoria y con el que se colaron en el panorama internacional de un plumazo. Muy en buena parte gracias al single homónimo que supuso un pelotazo en las estaciones de radio de la época, sí; por ese jolgorio cumpleañero que alcanzó el segundo puesto de las listas de singles británicas durante semanas y que todavía hoy luce como el mayor éxito del grupo. Pero también por saber manejar con resuelta precisión y empatía el latido alegre y brillante del pop, conjugado maravillosamente con la nostalgia y los arreglos minimalistas. En esto tuvo mucho que ver Steven Severin (bajista y cofundador de Siouxsie and The Banshees), que ejerció de productor de este disco y les ayudó a definir, en parte, su lenguaje; pero fue —y sigue siendo— la voz pueril de Clair Grogan dulcificando todas las estancias, moviéndose entre los dos extremos con convicción, lo que hizo de Happy birthday un disco interesante tanto en aquel entonces como ahora.
Más allá de “Happy birthday”
Además de la divertida y eterna “Happy birthday”, este álbum vino marcado por el colorismo de temas como “Love and kisses”, otros algo más oscuros —instrumentalmente hablando— en la onda del post punk de bandas coetáneas, como “Idols” y “A days wait”; otros más sintéticos y oriundos de la época como “Real toys” y “Midnight”, otros pegadizos en melodías como el instrumental “Legionaire” y otros más punk como “Faithless”, “Beckoning strings” o “Leave me alone”, que tanto recuerda a Siouxsie. Como decíamos, Steven Severin influyó mucho a la hora de marcar el latido de este repertorio, pero también es cierto que Altered Images ya venían de idolatrar y admirar por su cuenta Siouxsie and The Banshees; de hecho, decidieron montar la banda a partir de que los cinco se conocieran como miembros del club de fans del grupo británico en Glasgow.
Lo cierto es que cuando aterrizó en la escena Happy birthday, el terreno para Altered Images ya estaba algo allanado. Su single de debut, “Dead pop star”, publicado unos meses antes del lanzamiento del disco, había conseguido conquistar los oídos de la corriente independiente. Sus credenciales, además, eran de peso: los Banshees les habían invitado en 1980 a acompañarlos como banda de apoyo en su gira Kaleidoscope y ellos, en su presentación ante el público, aseguraban que debían su nombre al diseño de la portada de Promises, el sencillo que los Buzzcocks publicaron en 1978.
Todo tenía sentido, todo iba cobrando coherencia, y fue con la llegada de Happy birthday cuando el sueño se hizo realidad. En 1982 vendría un segundo álbum, Pinky blue, para el que contaron con el productor Martin Rushent, con el que facturarían un par de éxitos más. Después habría deserciones de algunos de los miembros y se encaminarían hacia su tercer trabajo, Bite, producido por Mike Chapman y Tony Visconti; un álbum que consiguió colocarse entre el Top 20 británico, pero que al no reflejar en ventas lo esperado los condujo a la disolución.
Y ahí quedó, suspendido desde 1983, el recuerdo de Altered Images. Los creadores del “Cumpleaños feliz” más informal de todos los tiempos guardaron un silencio profundo habitando en las memorias ochenteras. Durante todas estas décadas volvimos a verlos en una gira de reunión, en algún concierto anecdótico de remember o en las numerosas reediciones de sus discos —sobre todo de Happy birthday—, pero no fue hasta 2021 cuando Clair Grogan anunció la llegada del cuarto disco de la banda, Mascara Streakz, que vio la luz en 2022. Treinta y nueve años después, ya solo con la líder y Steve Lironi, el multiinstrumentista que ingresó en la banda en los tiempos del tercer álbum y su marido, Altered Images resucitaron.
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Anterior entrega Fondo de Catálogo: Ultrasónica (2001), de Piratas.