«Mis principales influencias son las letras metafísicas de El Petit de Cal Eril y la poesía de la cotidianidad de Joan Miquel Olivé»
Para sanar una herida, Karla amb K empezó a hacer canciones. Ese es el origen de su debut, ESTEM VIUS TOT EL R4TO. Entre sus referencias, Kate Bush, Depeche Mode o Disclousure. Hoy pasa por nuestra sección De estreno.
Texto: EFE EME.
Foto: SILVIA POCH.
Detrás de Karla amb K está Carla Mercader, una artista de La Floresta afincada en Barcelona que empezó a componer canciones como vía de escape, canalizando sus inquietudes mediante la experimentación con la música electrónica. En junio ha alumbrado su debut, ESTEM VIUS TOT EL R4TO, fruto de un retiro creativo en la Serra de Tramuntana en Mallorca. Canciones con letras que hablan de la pérdida pero con ritmos alegres, un disco, como ella dice, para bailar llorando, que aborda el drama desde la euforia. La producción, comenzada por el teclista Gerard Williams en 2021, la terminó en 2022 el productor Joan Solana, en un entorno ídilico entre viñedos en Vilafranca del Penedès.
¿De dónde vienes?
Nací en una familia de músicos y actores en La Floresta y estudié en el Institut del Teatre. Más adelante, ya afincada en Barcelona, encontré una vía de escape y una forma de canalizar mis inquietudes mediante la composición y experimentación con música electrónica.
¿Cómo nace el proyecto?
Este proyecto nació fruto de una herida y de la necesidad de sanarla a través del arte. A partir de entonces, han pasado casi tres años. Un período maravilloso de sanación, de creatividad, de búsqueda, conexión y empoderamiento.
Describe tu sonido.
Me gusta explorar las diferentes posibilidades de la música pop-electrónica, con influencias del techno y del deep house, atenta a las tendencia actuales pero también haciendo guiños al pop sintético de los ochenta.
Principales influencias.
Las letras metafísicas de El Petit de Cal Eril y la poesía de la cotidianidad de Joan Miquel Olivé. Me gusta investigar por las cavernas de la nostalgia y abordar el existencialismo. A nivel musical, Kate Bush, Depeche Mode, Disclousure…
¿Cómo definirías tu nuevo disco?
Una reflexión sobre la condición humana y nuestro paso por este planeta. Son letras nostálgicas, pero con ritmos alegres, un disco para bailar llorando, un álbum lleno de dramatismo con tonos eufóricos que celebra la vida y quiere hacernos bailar con el dolor que provoca.
Tu disco suena, o te gustaría que sonara, como…
Seeking Thrills, Georgia.
Cinco discos de cabecera.
Bad, de Michael Jackson; Settle, de Disclosure; Chet Baker sings, de Chet Baker; The best of Earth, Wind & Fire vol. 1, de Earth, Wind & Fire, y Frank, de Amy Winehouse.
Cinco canciones perfectas.
“Jim”, de Ella Fitzgerald; “Shaolin monk motherfunk”, de Hiatus Kaiyote; «Radio song”, de Esperanza Spalding; “Podría ser peor”, de La Casa Azul, y “Hot butter”, de Nathy Peluso.
¿Prefieres estudio o directo?
Soy una apasionada de la producción de música electrónica y quiero seguir especializándome en ello. Me encanta el estudio, crear y probar hasta conseguir el sonido perfecto. Me gusta componer y producir a la vez. Para mí, la producción es igual de importante que las melodías o las letras, es la parte más estética y me gusta mucho la estética.
¿A quién te gustaría telonear?
A Antonia Font.
¿En qué disco de homenaje te gustaría participar?
A Joan Miquel Olivé.
¿Qué canción del disco es la que mejor te representa y por qué?
Ahora mismo la que más me representa es “3LS HUM4NS”, porque al final es la más existencialista. No porque nazca de una herida, de la nostalgia o de la soledad. Es la incertidumbre de la vida hecha canción y en el próximo disco quiero seguir explorando en esa dirección.
¿Cómo eres encima de un escenario?
En el escenario vamos una formación de cuatro: teclados, batería electrónica, coros y voz principal. El repertorio se basa en el disco de debut aunque con algunas canciones antiguas, pronto espero que nuevas y tal vez algunos covers.
¿Qué planes tienes este año?
Sobre todo seguir componiendo, ¡y ojalá salgan más conciertos! Tengo muchas ganas de volver a encerrarme en el estudio y crear, me ayuda a canalizar lo que me pasa y a comprender mejor mi realidad, es como una meditación. Lo más cansado de ser un artista independiente es que tienes que ocuparte de todo, ¡y ojalá el día tuviera más horas porque es muchísimo trabajo! Además el mood de manager-productor no tiene nada que ver con el mood de creador. El primero tiene que ser muy disciplinado, agresivo y seguro, mientras que el otro tiene que vivir despacio, sin horarios y ser vulnerable. Son dos figuras antagónicas que por ahora intentan convivir juntas en mí, y a veces es difícil de llevar.
Tienes cincuenta palabras para vender tu primer disco. ¡Adelante!
ESTEM VIUS TOT EL R4TO transforma el dolor de la vida en empoderamiento. Aunque muchas letras hablan de pérdida, no quería que las canciones fueran tristes. Es una gran suerte que exista la grandiosidad y el éxtasis que provoca bailar llorando para purgar así las incertidumbres y olvidar que estás vivo todo el rato.
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