La boca aigua, de Renaldo & Clara

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DISCOS

«La audición repetida del disco transporta al oyente a un mundo singular y, hasta cierto punto, enigmático y desconcertante, aunque siempre agradable»

 

Renaldo & Clara
La boca aigua
PRIMAVER LABELS, 2023

 

Texto: JAVIER DE CASTRO.

 

La trayectoria de Renaldo & Clara se alarga ya catorce años que han corrido como la pólvora. Desde la aparición en 2009 de aquel emotivo y fresco epé homónimo, de la mano del sello leridano Quadrant Records, de cuya grabación fui afortunado testigo, ha llovido mucho en torno a Clara Vinyals, motor indiscutible de la banda. Bajo su indiscutible liderazgo e ideario artístico, la formación ha observado frecuentes cambios sonoros y —eventuales— de personal, aunque sin merma jamás de sus indiscutibles potencialidades.

Con un buen bagaje discográfico a sus espladas, conformado por varios epés, Lilà (Elefant, 2012), Xavier Baró i Renaldo & Clara (Bankrobber, 2016), y los álbumes Fuits del teu bosc (Bankrobber, 2014), Els afores (Bankrobber, 2017), L’amor fa calor (Primavera Labels, 2020) y La boca aigua (Primavera Labels, 2023), que ahora nos ocupa, no cabe duda de que la talentosa cantante y compositora, entrega a entrega, ha tratado y logrado siempre no estancarse y evolucionar, huyendo de cualquier área de confort bien ganada. Un tránsito del pop folk aparentemente inocente y naif de sus inicios juveniles, hasta la configuración electrónica, e incluso bailona, actual, que es la fórmula en la cual se intrincó su música desde L’amor fa calor, el trabajo que pudo posicionar a la formación en el competitivo panorama del indie estatal y que su último disco ha venido a confirmar instrumental y vocalmente, además de por lo temático. De igual manera, gracias a ciertos golpes de popularidad acontecidos en paralelo y más allá de su nicho de seguidores estándares, con incursiones en la publicidad televisiva mediante spots para el centro comercial barcelonés La Roca —“Per fer-se una idea”— o para la cervecera Damm —“Aquí, ara i així”—, junto a Santi Balmes de Love of Lesbian.

Aunque si Vinyals se ha singularizado por algo, y de manera ciertamente ostentosa, ha sido por sus composiciones. Esa gran capacidad suya para escribir canciones de estructura minimal, sí, pero con unas letras, pura orfebrería, detallistas y llenas de matices. La boca aigua, continuista del anterior disco en su aspecto sonoro general, parece, eso también, ahondar en aspectos mucho más rítmicos que los de su producción de antaño, despojándose de cualquier prejuicio formal y abriéndose a públicos más variados, con esta propuesta actualizada llenas de programaciones, con capas y texturas inimaginables.

Temas rápidos, casi hip hoperos, contrastan con otros más pausados y profundos, pero arropando siempre unas letras la mar de agridulces; por cierto, con rima más abundante y fácil que nunca, que podrían desvelar estados de ánimo cambiantes y hasta punzantes y, quién sabe, si del todo reales y autobiográficos de su autora en plena catarsis regeneradora. El caso es que, con esa voz y entonación de siempre, suaves y contenidas rozando lo infantil, la audición repetida del disco transporta al oyente a un mundo singular y, hasta cierto punto, enigmático y desconcertante, aunque siempre agradable.

En cualquiera de los casos, la escucha de temazos como “Globus”, “El riu”, “La palma”, “Trobo a faltar”, “Fins que em quedi clar” o “Per a tu el que faci falta”, ya serían razón más que suficiente para considerar magnífico este álbum y, seguramente, —ya lo veremos al final del ejercicio, en el tiempo de las valoraciones globales—, entre los mejores de su rango estilístico.

Anterior crítica de discos: The girl is crying in her latte, de Sparks.

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