DISCOS
«Desafían de nuevo al oyente con cada canción, suena ecléctico y al margen de cualquier categorización»
Sparks
The girl is crying in her latte
UNIVERSAL, 2023
Texto: XAVIER VALIÑO.
«Sparks… ¿Cómo es que esta anomalía del glam rock se convirtió en una banda con una carrera que abarca cinco décadas? ¿Cómo pueden Ron y Russell Mael ser exitosos, infravalorados, enormemente influyentes y pasados por alto, todo al mismo tiempo? ¿Cómo sobreviven dos hermanos en un mundo de rock and roll sin matarse el uno al otro? ¿Y por dónde se empieza con veinticinco álbumes de estudio y casi quinientas canciones? Nuestra historia comienza, no en la vieja y sombría Inglaterra, sino en la soleada California».
Así arrancaba hace tres años el documental The Sparks brothers que daba mayor visibilidad al dúo norteamericano Sparks, formado por los hermanos Mael, quienes parecen ir en serio cuando están de broma y, generalmente, se piensa que están de broma cuando van realmente en serio. Así lo confirma su nuevo disco, el vigesimosexto de su trayectoria, The girl is crying in her latte, editado después de su imprescindible aportación a la película Annette, de Leo Carax (2021).
En el punto de más repercusión de su trayectoria desde los setenta, su nuevo álbum resulta una vez más irónico y desmitificador. Desafiando de nuevo al oyente con cada canción, suena ecléctico y al margen de cualquier categorización. No pueden escapar a guitarras eléctricas glam o a sus arrebatos operísticos (“Take me for a ride” bien podría ser su “Bohemian rhapsody”), sonidos que siempre han estado en su obra y que conviven con piezas inclasificables pero rotundas, como “A love story”, “You were meant for me”, “Take me for a ride” o el tema titular. Además, suena completamente actual, como el disco que podrían haber grabado hoy unos recién llegados en la cima de sus facultades. Desde luego, cincuenta años después, no parece precisamente que se les vayan a acabar las ideas. Tal y como decían en aquel documental: «Hay veinticinco álbumes de Sparks. Con los avances en la tecnología médica, es de esperar que haya de doscientos a trescientos álbumes más de Sparks».
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Anterior crítica de discos: El prince, de Tito Ramírez.
