PISTAS
«Me gustaría compartir estudio con Björk; necesito ver cómo funciona esa cabeza»
Sobre el escenario, desde el micrófono o al otro lado del teclado, Igor Paskual es un artista apasionado e inquieto. Aprovechamos un impás de la gira de Loquillo para preguntarle a qué dedica su escaso tiempo libre.
Texto: IGOR PASKUAL / EFE EME.
Tan histriónico como culto, Igor Paskual se mueve entre la música y la historia con tal destreza que da gusto escucharlo a pie de escenario, en solitario o como guitarrista de Loquillo, o visitar con él cualquier museo. Hace unos años ejerció de comisario en la muestra El placer y el dolor en El Prado, para la que creó música que se interpretaba en directo junto a los cuadros, y ahora ha puesto en marcha Españarte (@espanarte_), un canal en Instagram y Tik Tok donde comparte vídeos breves sobre arte español. La chispa prendió por una costumbre que tiene durante las giras: suele hacer de guía y cicerone para los compañeros de su banda, con los que visita monumentos y lugares de interés y aprovecha para relatarles sus historias. Un detalle más que define al siempre inquieto Igor Paskual, como también lo hacen algunas de las respuestas que nos revela en el Pistas de hoy.
Último libro que has leído.
Loss, memory and nostalgia in popular song, una tesis de Richard Elliott. Y he redescubierto los Cuadernos de Arte de Historia 16, estoy fascinado, ¡no recordaba lo bien que estaban!
Última película que has visto.
En el cine, As bestas y La emperatriz rebelde. Me gusta más ir al cine que el propio cine.
Última serie de televisión que has visto.
La última fue Retorno a Brideshead en DVD hace unos quince años… No veo series, la verdad.
Último disco que has comprado o escuchado.
Maleza, de Bala.
Último descubrimiento musical.
Mitsky y los proyectos en solitario de Nuno Bettencourt.
¿Cuál es el mejor concierto que has visto en tu vida?
Creo que Ginger de los Wildhearts. En acústico, en Oxford. Un nivel de otro mundo.
¿Qué música escuchas cuando estás de gira?
En la furgoneta solo leo, necesito tener el oído descansado, así que depende de quién tome el mando musical después de los conciertos. Si es Laurent [Castagnet, batería de Loquillo], pues mucho slam francés; si es Pablo Pérez [guitarrista de Loquillo], Prince, D’ Angelo…Y Guns N’ Roses. Si la selección la hace Josu [García, guitarrista y productor de Loquillo], vamos desde Zappa a Joni Mitchell…Son casi los mejores momentos de las giras.
¿Cuál ha sido tu peor experiencia como músico?
Tocar con alguien que no piensa en la canción. No cobrar. Descubrir que la letra que tanto tiempo te ha llevado terminar es mala. Y lo peor de lo peor ha sido suspender un concierto.
¿Practicas algún deporte?
Fui el peor surfer del mundo hasta que tuve hijos y se acabó el chapoteo. Con el mediano juego mucho al fútbol, nivel Alevín. Lo justo para estar en forma y no romperme nada.
¿Eres aficionado a algún deporte?
Sí, al fútbol, muchísimo. Al atletismo, sobre todo fondo. Sigo mucho el hockey patines femenino de Gijón, las mejores del mundo, de verdad.
Ciudad favorita.
Gijón.
Bebida preferida.
El agua, su «no sabor» me fascina, es como beberse a uno mismo. También el vino, pero solo el vino muy bueno.
Comida.
Casi cualquiera que no lleve queso. Pato a la naranja, salpicón de marisco, pote asturiano, patatas rellenas, cocido maragato…Sushi…Todo. En cuestiones gastronómicas, en mi caso es tan necesaria la calidad como la cantidad. El tamaño importa.
Tus mitos musicales.
Morrissey, McCartney y Leonard Bernstein.
Un vicio confesable.
Si es confesable no es vicio, es un hábito.
Afición desconocida.
Colecciono llaves de hoteles. Y los trenes; mi padre era ferroviario y solía ver trenes con él. Me encantan. El arte, más que una afición es una pasión.
Un placer musical culpable.
Tuve placeres culpables a la inversa: me sentía culpable porque no me gustaban cosas que se suponía que me debían gustar.
¿Con quién te gustaría compartir estudio o escenario?
Escenario, con Axl Rose. Estudio, con Björk, necesito ver cómo funciona esa cabeza.
¿Cuál es el disco que más has escuchado en tu vida?
De los que he comprado yo, el primero de Stray Cats. De los que sonaban en mi casa, Various positions y I’ m your man, de Leonard Cohen, que ponía mi madre todo el día. Todo el día.
¿Qué canción te gustaría que sonase en tu funeral?
Ninguna. Un réquiem… El de Fauré, por ejemplo. O el de Verdi, que es mucho más bestia.
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