«Creo que sin Los Mescaleros no habría vuelto a grabar y me habría pasado el tiempo sentado pensando qué hacer»
A escasos días de que se edite la caja definitiva de Joe Strummer y Los Mescaleros: Joe Strummer 002: The Mescaleros years (Dark Horse Records/BMG), recuperamos un documento histórico: esta entrevista que realizó el compañero Eduardo Guillot y que publicamos en septiembre de 2001, en el número 31 del ya lejano Efe Eme mensual en papel. La reproducimos a continuación.
Texto: EDUARDO GUILLOT.
Foto principal: ANTON CORBIJN.
Foto interior: BMG.
Plenamente consciente de un pasado irrepetible que ya forma parte de la historia del rock, Joe Strummer, el excantante de The Clash, acaba de publicar Global a go-go, su segundo disco con The Mescaleros, la banda con la que dio carpetazo hace año y medio a un periodo de retiro de una década. Eduardo Guillot, fiel seguidor del legendario líder de los Clash, conversó con este músico que mantiene el espíritu inquieto que alentó sus primeros días profesionales.
Para bien o para mal, Joe Strummer siempre será el cantante de The Clash. De ahí que sus discos en solitario hayan sido considerados sistemáticamente como trabajos menores en el contexto de una trayectoria cuyos momentos álgidos hay que buscarlos en sus composiciones al lado de Mick Jones, con quien formó una pareja creativa tan productiva como difícil de igualar. No obstante, siempre ha mantenido un nivel de dignidad que la condescendencia crítica ha tendido a minusvalorar. Sus discos pueden ser correctos (Earthquake weather) o rozar la brillantez (la inspirada banda sonora de Walker), pero siempre han reflejado su intención de no permanecer estancado, de investigar en ritmos y texturas sonoras que le permitieran ampliar su marco de influencias y abordar terrenos inexplorados en su discografía, en cualquier caso siempre anclada en el rock. Tras el sorprendente (por inesperado y digno) Rock art and the X-ray style, con el que regresaba a la actividad discográfica después de una década de silencio y de paso presentaba a The Mescaleros, su nueva banda, ahora llega Global a go-go, más decantado hacia el folk pero igualmente demostrativo de su intención de no vivir de rentas pasadas. Actitud que merece, como mínimo, un respeto.
¿Crees que la gente puede sorprenderse con el sonido de Global a go-go?
Probablemente sí, aunque me parece que solo se sorprenderá la gente del rock. Creo que deben escucharlo y entender que no se puede estar haciendo el mismo disco toda la vida. Algo debe cambiar cada vez que entras en un estudio. Y creo que este es uno de los mejores álbumes que he grabado nunca.
De hecho, puede considerarse una consecuencia lógica de discos como Walker o tu colaboración con The Pogues, ya que contiene folk, aires latinos, reggae…
Claro. Es fantástico, porque ahí están los signos que marcan Global a go-go, en todos esos discos que has citado.
Quizá la gente espera más rock and roll de alguien que estuvo en The Clash.
Me encanta el rock and roll, especialmente interpretarlo en directo, pero tienes que ser sincero contigo mismo, ser realista. Hago los discos que me gustaría comprar o escuchar.
Global a go-go significa el reencuentro con Tymon Dogg, que participó en la grabación de Sandinista! ¿Se puede establecer algún paralelismo entre ambos discos?
Ha sido posteriormente cuando me he dado cuenta de que había algo parecido entre ambos, porque el trabajo ha sido similar. Sandinista! es un disco que hicimos en el estudio. Lo escribimos allí, sobre la marcha, durante la grabación. Y en Global a go-go ha pasado lo mismo. De ahí que ambos despidan esa sensación de frescura. Son dos discos muy espontáneos, que reproducen el momento vivido por el grupo cuando los grabó.
Otra conexión con The Clash es Roger Daltrey. La última gira americana de la banda fue como teloneros de The Who, y ahora tienes a su cantante en tu nuevo disco.
Es cierto que la última gira de The Clash fue con ellos, pero hay muchas más asociaciones: puedo recordar, por ejemplo, el primer segundo en que oí un disco de los Who, incluso el aspecto que tenía la radio en que lo escuché. Fueron una gran revelación, y estar en el estudio con alguien que ha sido una gran estrella del rock fue realmente una experiencia muy intensa, porque casi no podía creer lo que estaba viendo con mis propios ojos: Roger Daltrey estaba a mi lado, con los auriculares puestos y frente al micrófono.
¿Cómo se te ocurrió llamarle?
En realidad fue él quien lo sugirió. Compartimos una gira con The Who en noviembre pasado; cuando terminamos, él se enteró de que íbamos a grabar un disco y se ofreció a participar. Fue estupendo.
¿Estás cómodo en un sello como Hellcat? Lo digo porque, curiosamente, éste es tu primer disco publicado por una compañía independiente.
Sí, y creo que es fantástico. Es increíble estar en un sello donde la gente ama la música. Eso debería ser la norma, pero la realidad es que cada vez hay menos gente en las compañías a la que realmente le importa la música.
Cuando The Clash ficharon por CBS se dijo que el punk había muerto, y ahora por fin estás en un sello indie.
Sí, es estupendo, ¿verdad? [risas]. Son buena gente. Creo que ha sido una suerte. Fíjate en Epitaph, que ha fichado a Tom Waits, Merle Haggard y Buju Banton. Se están convirtiendo en unos excéntricos.
«No se puede estar haciendo el mismo disco toda la vida»
Pretérito perfecto
Una consigna punk rock negaba el futuro. Con casi cincuenta años, ¿se ven las cosas de otro modo?
Bueno, esa era una frase de los Sex Pistols [risas]. En cualquier caso, creo que The Clash pensábamos más en construir un nuevo futuro que en destruirlo. Fue una buena combinación: los Sex Pistols llegaron arrasándolo todo, y otros grupos de punk rock pensamos en construir a partir de aquello. Me siento muy orgulloso de tener una banda como los Mescaleros, seguir haciendo discos y conciertos, porque mucha gente de la que formó parte de aquello ya no está con nosotros.
Parece que hay un retorno cíclico al punk. ¿A qué lo achacas?
Creo que está relacionado con el momento que el mundo vive actualmente. La música solo refleja el sentir general. No hay más que irse atrás, al 68, un año clave en el que la música tuvo mucho que ver: los Rolling Stones, el rock psicodélico… Lo mismo pasó en el 77: la vieja música hippy ya no representaba el desagrado de la gente joven, la revolución estaba en el aire, y la música ayudó a que ese sentimiento estallara.
¿Crees que fue la última gran revolución musical, o cuentas el hip hop?
El hip hop y la música techno. Siempre hay una revolución musical en marcha, porque nadie quiere estar escuchando siempre lo mismo.
¿Has visto el documental The filth and the fury, sobre los Sex Pistols? Me extraña que The Clash no aparezcan ni siquiera cuando se habla de la gira que compartisteis.
No he visto la película, pero no me extraña. Los Sex Pistols nos tenían miedo.
Pese a tu larga carrera en solitario, cuando actúas en directo sigues tocando temas de The Clash. ¿Por qué?
Porque es algo hermoso para el público que creció con esas canciones. Forma parte de su historia, del mismo modo que la gente es parte de la mía. Creo que debo incluir canciones de toda mi trayectoria porque todas forman parte de lo que soy. Y son muy buenas, lo pasamos muy bien tocándolas. Si fueran aburridos temas de media hora de duración, no lo haría, pero son canciones muy bien construidas, es como una explosión tocarlas. Siempre mezclo el repertorio.
¿Estás a gusto con tu actual banda, donde se combina gente joven con otra más experimentada?
Me siento muy afortunado de estar con ellos, y esa es la razón por la que he publicado dos discos en dieciocho meses, después de estar más de diez años sin grabar. Me alegra haberlos encontrado. Creo que sin ellos no habría vuelto a grabar y me habría pasado el tiempo sentado pensando qué hacer.
¿Hechos como la muerte de Joey Ramone te hacen sentir un superviviente?
Bueno, la verdad es que estoy comenzando a ser consciente de ello ahora, coincidiendo con la noticia de su muerte. Me puse a mirar a mi alrededor y a contar gente, y la verdad es que empiezan a ser muchos los desaparecidos. Ni siquiera sabía que Joey estaba enfermo, así que fue un shock doble. Resulta que llevaba varios años enfermo, pero yo no tenía ni idea. Por otro lado, me hizo sentir agradecido por tener un grupo, un disco y unos conciertos por delante.
La leyenda dice que la mayoría de grupos punk ingleses nacieron gracias a Ramones.
Es cierto. Nosotros habríamos montado el grupo igualmente, pero cuando llegó a Inglaterra el primer disco de los Ramones fue como si echaran gasolina en el fuego que se estaba gestando en Inglaterra. Cuando lo escuchamos nos dimos cuenta de que estábamos en el camino correcto, que estaba sucediendo algo. Era abril de 1976, no había gran cosa todavía, pero ese disco nos empujó de algún modo. Paul Simonon, nuestro bajista, aprendió a tocar escuchándolo. Es un disco maravilloso. Posee la simplicidad de los genios.
Manic Street Preachers, Smash, Rage Against The Machine, Rancid… Periódicamente aparecen supuestos herederos de The Clash. ¿Hay alguno en el que te reconozcas?
Las comparaciones no son adecuadas porque las cosas han cambiado mucho desde entonces. Creo que es muy difícil mirar alrededor y encontrar un grupo equivalente a The Clash, porque la situación y las circunstancias son diferentes. Es difícil de decir.
Lo que es indudable es que con discos como London calling y Sandinista! abristeis una serie de puertas a la fusión de estilos y el mestizaje que después han aprovechado grupos como Mano Negra o Los Fabulosos Cadillacs.
Es tu trabajo decir eso, tú eres el periodista, pero hicimos muchas cosas, incluso después de separarnos, como los discos de Mick Jones con Big Audio Dynamite. Fuimos afortunados al estar involucrados en un montón de proyectos interesantes, pero nunca tuvimos una idea clara de lo que estábamos logrando. Lo hicimos guiándonos por la intuición, no por la inteligencia.
La aventura del cine
Fue una sorpresa verte en Super 8 stories, la película de Emir Kusturica sobre la gira de The No Smoking Orchestra.
No sabía que salía. Vi su concierto en un festival donde coincidimos y me propusieron tocar una canción juntos. Les dije que por supuesto, y eligieron “Police on my back”, pero no sabía que estaba filmado.
También apareces en el backstage, hablando del grupo, y con el subtítulo de The hero (El héroe).
¿De verdad? Fantástico. ¿Y dices que se llama Super 8 stories? Me gusta mucho su último disco, Unza unza time, lo escucho a menudo. Es muy bueno, una auténtica locura. ¿El héroe? Ja, ja, ja… Es muy amable de su parte.
¿Qué pasó con tu carrera de actor? Cuando la iniciaste parecía algo serio.
Durante una época tuve la oportunidad de aparecer en algunas películas, y decidí aprovecharla. A todo el mundo le gustaría hacerlo, así que lo intenté, pero no me gustó, por eso lo dejé. Creo que un actor profesional es capaz de hacer un trabajo mejor que el mío. Las películas son mejores si las interpretan actores. No es para mí, aunque lo pasé bien haciéndolo, de todos modos.
¿Fue el rodaje de Directos al infierno, con Dennis Hopper, The Pogues, Grace Jones, Jim Jarmusch y Elvis Costello, tan loco como parece al ver la película?
Ja, ja, ja… Bueno, no… Obviamente, por la noche todos salíamos a beber, pero a las seis de la mañana todo el mundo estaba en el set de rodaje. Había mucha disciplina, porque fue un trabajo muy duro. Rodamos en Tabernas, un pueblo español que se encuentra en pleno desierto de Almería. Era verano y hacía un calor insoportable. Completamos la película en tres semanas y un día, sin jornadas de descanso, y todos teníamos que cumplir con nuestro cometido a tiempo, desde el amanecer hasta que anochecía. Creo que las mejores escenas de humor fueron eliminadas del montaje final, porque los productores tenían miedo de no recuperar su dinero.
Allí estaba también una Courtney Love muy diferente a la actual, imagino.
No creas. Ahora tiene un aspecto diferente, pero su personalidad no ha cambiado. Entonces ya se veía que llegaría a ser alguien.
El otro título destacado de tu filmografía es Mystery train, con Jim Jarmusch.
Es una buena película. Me lo pasé muy bien rodando en Memphis pero, una vez más, creo que un verdadero actor quizá hubiera hecho un trabajo mejor.
Hace años produjiste a 091 y visitabas asiduamente Andalucía. ¿Sigues teniendo relación con España?
Voy cada verano, en el mes de agosto, desde hace unos quince años. Me gusta pasar unos días con mis amigos españoles y practicar el idioma, que hablo bastante bien. Tengo problemas con los verbos, pero mi vocabulario es bastante amplio. Creo que hablo demasiado en tiempo presente.
¿También continúas con tu programa de radio?
Sigo haciéndolo. Grabo series de cuatro programas de media hora cada uno, y se emiten uno por semana durante un mes, dos veces al año.
¿Qué música sueles programar?
Es parecido a lo que he hecho en las canciones de este disco: una mezcla entre blues, reggae, música latina, ritmos africanos, rock… Muchos estilos diferentes. Intento pinchar cosas con alma.