Joaquín Cardiel: «Después de haber estado con Bunbury, es jodido cantar»

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«Me han quedado canciones más bien lentitas. Excepto dos, el resto es a medios tiempos»

 

El año pasado vio la luz el primer disco en solitario de Joaquín Cardiel, Emociones. Un trabajo autoeditado y producido por él mismo, con canciones propias interpretadas con su voz, que aguardan el latido más espiritual y reivindicativo del eterno bajista de Héroes del Silencio. Sobre su trasfondo compositivo, sus pasos creativos, su filosofía de vida, su presente y su futuro charla con Ignacio Reyo.

 

Texto: IGNACIO REYO.
Fotos: MONKEY BOU.

 

Ha sido el último miembro de Héroes del Silencio en editar un disco entero. Macerado a través del tiempo, con letras reflexivas, este Emociones saca ese lado Cardiel en el grupo antes citado. Medios tiempos con acertados arreglos, salvo dos excepciones: una canción de trasfondo rockabilly y el single principal, “India”, una sorpresa absoluta. Antes de empezar la entrevista hablamos de su voz en agudo. Le comento que debería cantar más en esa tesitura porque, en mi opinión, encaja perfectamente con su registro. Durante la charla no hablamos de Héroes, tras el pacto tácito de dejar esas reflexiones fuera de la entrevista para centrarnos únicamente en su debut en solitario. Emociones demuestra que hay vida más allá de aquel grupo inolvidable. También que Joaquín Cardiel aguarda un incombustible poderío compositivo. Diez canciones bonitas, directas y sin más pretensiones que buscar el efecto del título en el oyente.

 

La primera vez que hablé contigo fue en 2007, justo unos meses después de la gira de reunión de Héroes del Silencio. Ya entonces me contaste que estabas grabando un disco. ¿Por qué ha tardado tantísimo en fraguarse?
Por diversos motivos. Uno es que nunca me ha convencido mi voz en solitario. Después de haber estado en un grupo con Enrique (Bunbury) es jodido cantar. Hace tres años por fin tomé unas clases de canto, de respiración y demás aquí, en Zaragoza; y eso, sobre todo, me dio confianza. Me siento más a gusto cantando en los tonos más graves. Aunque hiciera coros muy altos para Enrique, los coros con una voz por encima hacen que se oiga todo más armonioso. Ese era uno de los principales motivos. Por otro lado, tampoco había una necesidad de sacarlo en seguida. Como tengo un estudio casero iba modificando las canciones, perfeccionándolas, empezaron a tomar derivas diferentes, empezó a haber infinidad de versiones… Llegó un momento en que tenía unas cuantas, aparte de estas diez que han salido, y tal vez las vaya sacando, no lo sé… Previendo lo que iba a pasar el año pasado, en 2021, con el documental y el libro de Héroes de mi hermano, pensé que era un buen momento para sacar el disco. Ese es el resumen de la historia.


¿Qué referentes de cantantes tienes?

Más que referentes… Bueno, las voces graves de Tom Waits o Leonard Cohen me gustan mucho. Me gusta escuchar la profundidad de las cuerdas vocales. Canto muy cerca del micro para que suene así la presencia de la voz. Me atrae ese timbre y ese tipo de cantar. Pero ya te digo que estoy abierto a todo lo que haga falta.

 

Tocas todos los instrumentos, excepto la batería, que la toca Ramón Gacías. ¿Cómo contactaste con él?
No recuerdo cuándo fue, si en 2013 o 2014. Estaba por Zaragoza en uno de los descansos de su giras, yo sabía que Pedro (Andreu) andaba liado con otras cosas, así que le comente: ́ «Oye, ¿por casualidad grabarías la batería en algunas canciones que tengo?». Le pasé una maqueta con baterías que tenía programadas y tan solo tuvo que aprenderlas e imprimirles un poco su carácter. En un fin de semana se lo ventiló todo, en un par de sesiones me grabó los doce, trece temas. Había probado con programaciones, incluso tocando yo sobre las mismas. Ese fue el motivo.

 

En el disco hay bastantes detalles sonoros y arreglos. ¿Qué otros instrumentos tocas, aparte del bajo y la guitarra?
Bueno, todos los teclados que hay. Y también toqué un poquito de tabla porque di clases en la India; aunque la que sale en la canción “India” es de programación porque sonaba mejor. Los samples suenan bastante mejor. Las percusiones, las panderetas, toco todo lo que no sea la batería.

 

El tema que abre el álbum es “Magia” ¿cómo fue el origen de la canción y su significado?
El origen, aunque te parezca mentira, era un poco en plan The Cure. Hay alguna canción en el disco Faith, tipo “Primary”, que creo que son dos bajos con alguna guitarra y es impresionante el sonido que sacan. Empecé a tocar sobre La, porque la canción está en La, luego cambia a Mi. Un poco esa era la idea, jugando con cuerda al aire y haciendo unos arpegios en la Cuarta. Pero luego eso se fue degenerando, o generando, por diferentes ideas. Después se me ocurrió el puntillo ese. Ya te digo que las canciones tienen muchísimas versiones, la canción “Magia” del principio no se parece en nada a lo que acabó siendo.

 

Y su significado es sobre Héroes, ¿quisiste transmitir que todavía había magia cuando realizasteis la gira de reunión?
Exacto, es a raíz de la gira en 2007. Es el sentimiento que tenía, que aún había magia entre nosotros por todo lo que habíamos llegado a conseguir. La magia aún existe.

 

¿El tema lo compusiste justo después de aquel tour?
La música ya estaba antes, pero la letra fue después, sí.

 

Ha sido muy emotivo para los fans ver a Pedro (Andreu) tocar la batería en el videoclip.
Fue imposible contar con Ramón. Me hubiera gustado que estuviera, principalmente porque es el que toca la batería en este disco. En el video de “Magia” queríamos hacer como si fuera una sesión de estudio. Al director se le ocurrió que estuviera Pedro, y él encantado. Fue una sorpresa, tanto para mí, como para la gente.

 

 

En cuanto a “Magia”, me dijiste que la versión de 2015 no te gustaba y que la habías retirado de Youtube. Ahora está de nuevo allí. ¿Por qué has decidido volver a subirla?
Porque me lo han pedido en las redes sociales. Lo que pasa es que, en esos temas, se nota la falta de confianza en mi voz. Pero luego, al escucharlas, pensé que tampoco estaban tan mal…

 

¿Y qué te ha parecido la recepción del público?
La verdad es que ha habido poca repercusión porque me he dedicado a promocionar en Instagram, Facebook y punto. También me he tenido que dedicar a la distribución, porque en un principio pensaba vender por Amazon, por comodidad propia, pero después de darme de alta como vendedor resulta que eso está restringido. Entonces encontré una lista de tiendas de discos de España, empecé a enviar emails y a ver si lo querían. Hice paquetes, los envié a las tiendas y así ha sido. El feedback que tengo en las redes sociales es poco objetivo.

 

Hablando del segundo tema, “India”, que fue el primer single que sacaste ¿Cómo surgió la canción y sus arreglos? Porque estos son muy particulares…
Esa canción, como “Magia”, es de antes de 2007. Llevaba más teclado, con guitarras muy Cure, muy etéreas; pero no me convencía. Y fue a raíz de hacer una letra sobre la India, sobre mis viajes, lo que me llevó a darle un aire más hindú, con las tablas, con el sitar que hay de fondo… Además, solo hay una guitarra, y un bajo en dos pistas separadas para dar más amplitud. El protagonismo lo tiene más que nada la percusión.

 

Cuando la escuché por primera vez me sorprendió, esperaba algo más de bajista o guitarrista. Es, como tú dices, más de percusión. ¿De la India, qué fue lo que más te impactó?
Cuando fui con Copi y con Enrique (Bunbury), en realidad fuimos a Nepal; estuvimos en Nueva Delhi solo por escala. Luego hice unos viajes personales con mi familia, al sur de la India, en Kerala, que es una zona que no tiene nada que ver con el resto del país. Poblados marítimos al lado del océano Índico, todo palmerales, canales e islas. Allí te sometes un poco a la estructura del sitio, haces trabajo social. Mi gurú Amma es “la señora de los abrazos”. En la India cada día iban unas diez mil o quince mil personas a recibir un abrazo suyo. Colaboras con la gente de allí, preparando comidas, limpiando, haciendo un montón de cosas; estás metido en ese ambiente espiritual, apartado de todo lo que suele haber por aquí. Cuando llegas al aeropuerto lo primero que te impresiona es el tráfico, no puedes creer que no haya más accidentes. Y mil cosas… los olores, la gente, la comida, la humildad…, todo. Pero yo te hablo de esta parte de la India.

 

¿Cómo descubriste esta parte en concreto?
Porque Amma, que viene a Europa a hacer giras, solía ir a Barcelona y algunas veces a Valencia. Se organizó un acto donde la gente va a recibir un abrazo suyo y fuimos voluntarios para ayudar un poco a montar aquello. Conocíamos a Amma por sus viajes a España y decidimos con la familia, mi mujer y mis dos hijos, que eran muy pequeños entonces, pasar en el ashram un mes, al que luego volví a través de los años.

 

¿El ashram en qué zona está?
En una pequeña ciudad que hay allí, cerca de Trivandrum, el aeropuerto que está al norte. Amma tiene su ashram en Amritapuri, donde hay edificios y templos. El ashram es como un monasterio, una residencia que ofrece una serie de servicios, normas sobre la vestimenta. Esta zona es hinduista, hay un templo dedicado a la diosa Kali, hay figuras de Ghanesa…

 

«Si reúno una serie de canciones como para publicar otro disco, lo haré»

 

¿Cómo conociste a tu gurú?
Fue por mi mujer, a través de una amiga que fue por primera vez a Barcelona y le encantó el tema. Se quedó muy enganchada por las cosas que te pasan cuando conoces a un ser tan especial. Un verdadero avatar, una persona que da su vida por los demás. Te suceden cosas, causalidades, empiezas a flipar y acabas yendo allí.

 

Lo que me parece curioso es que es más hinduista que budista.
Sí, sí. Esta zona es hinduista, aunque los primeros cristianos de la India recalaron cerca, los portugueses. Hay iglesias cristianas, musulmanas. Pero la gente es muy tolerante. La tolerancia allí es vital.

 

¿Qué tipo de creencias tienes?
Yo creo en la reencarnación. Creo que hay una fuerza, un todopoderoso, no lo llamaría Dios, lo llamaría Atman, que rige los designios. No sé muy bien lo que es, no sé si es una conciencia global general de todos los seres del universo o es solamente un poder. No es el ojo que todo lo mira del cristianismo, es algo más etéreo; una conciencia global, por decirlo de alguna manera. Es una forma de creer. No me puedo imaginar dejar de existir, porque tengo una conciencia de mi existencia y no puedo dejar de tenerla.

 

Volvamos al disco. El tema “Dame un beso”, es el más sentimental del repertorio, imagino que está dedicado a tus chicos. Me gusta el trabajo de guitarras que haces.
Es una canción muy sencilla, son dos acordes, Sol y Do. Y luego hay un Re por ahí, antes del estribillo, que también es sencillo. La dinámica de la canción la da la guitarrita esa [imita el sonido]. Es una guitarra que se va tocando sobre la tercera cuerda al aire, subiendo con la segunda y, por ahí, con un poquito de delay y un poquito de chorus, va marcando como un punteo. Es una canción muy simple, con una letra muy sencilla, como puedes comprobar. Y de hecho, cuando la grabé por primera vez, mis hijos tenían entre cinco y siete años; ahora tienen diecinueve y veintiuno [Risas].

 

Otro tema también sentimental es “Querida mujer”. Me suena un poco espiritual y con ciertos arreglos orientales.
Al principio la letra era un poquito diferente. Pero la orienté más hacia la mujer en general, hacia el sexo femenino. Alabando su proeza de criarnos, de parirnos, de toda la fe que le ponen a todo. Una oda a la mujer. Sin ellas no somos nada.

 

¿Y qué opinas del movimiento #MeToo?
La cultura machista está muy anclada, eso es lo que pasa. No me gusta hablar de feminismo. Yo soy feminista según lo que dicen ellas, pero me considero un igualitarista, porque feminismo me suena a machismo, pero de otra manera. Yo creo totalmente en la igualdad entre el hombre y la mujer. Soy consciente de las diferentes capacidades de cada uno, sus limitaciones, es lógico; la capacidad de organización de la mujer es muchísimo mayor que la de un hombre. Impresiona lo que ocurre en occidente: la paridad en el trabajo, en la política…, todos los ámbitos de la sociedad tienden a algo que debería ser así de forma natural. Hay mucho machito que está acojonado porque sabe que las mujeres le pueden dar catorce vueltas.

 

Yo creo que van a pasar muchas décadas hasta que el machismo se erradique, todos los hombres, e incluso las mujeres, tienen algo de machismo porque está muy arraigado.
Sí, de hecho en una de las letras lo digo, aprendemos a beber en la fuente equivocada. Porque cuando te empapas de una cultura, aprendes de esa manera y, cuando éramos pequeños, la cultura era muy machista aunque no se reconociera.

 

Sigamos con las canciones. En “Maya” el estribillo me suena mucho a Héroes.
También tiene bastante años. La letra la he ido modificando. Maya es un término sánscrito que hace referencia a que la realidad que percibimos no es la que es. Quiero decir, nuestros ojos ven un color rojo y, realmente, lo que emite el color rojo absorbe todas las radiaciones menos el rojo. Es todo lo contrario al rojo. Lo que oímos está limitado desde 20 Hz a 20 kHz. No oímos nada por debajo ni por encima. Nuestra visión está limitada al espectro visible, ni ultravioleta, ni infrarrojo, etc. Nuestros sentidos nos engañan. Nuestra cultura nos condiciona, nuestra forma de ver la vida nos condiciona aún más. Eso hace que cada uno perciba una realidad diferente. Habla un poco de eso.

 

Me parece muy interesante aunque, si te soy sincero, es una canción que no me gusta. No me convence el inicio, pero sí me gusta el cambio, que de nuevo me remite a Héroes.
Pues esa canción es de 1997/98. No recuerdo cómo salió. Y la letra habla de eso, que la vida es como es. Nacer, morir. Son cuatro días y hay que espabilarse.

 

«Nuestros sentidos nos engañan. Nuestra cultura nos condiciona»

 

“A todo gas” me ha sorprendido mucho porque veo un fondo rockabilly y me gusta cómo mezclas las dos guitarras. Es el tema sorpresa del disco para mí.
Comencé con ese riff y luego intenté combinar con las dos guitarras de la mejor manera posible. Tiene los acordes de un rock and roll, en menores, y poco más; no es tan complejo. También un cambio de tono en la última estrofa, en el último estribillo, para darle un poco más de punch. Es un poco el estilo de música que me gusta, me encantan los Stray Cats, por ejemplo.

 

“Tierra”, la pieza final del disco, de nuevo es muy espiritual.
Habla del planeta Tierra. Habla en primera persona sobre que el sistema actual tiende a consumir más de lo que necesitamos. Nos estamos cargando el planeta, es evidente. Podríamos vivir felizmente con la cuarta parte de lo que tenemos. De hecho, cuanto más tenemos más queremos.

 

En general el disco me ha sorprendido, porque cuando hablé con tu hermano me dijo que era lo más parecido a Héroes que iba a salir de un miembro en solitario. Yo creo que los discos más parecidos a Héroes son Trigonometralla, de Valdivia, y Radical sonora, de Bunbury. Tu disco es de medios tiempos, más tirando a Senderos de traición.
Sí. Es lo que me ha ido saliendo. También he dejado alguna canción más cañera. Debes seleccionar las canciones que van a estar en el disco y eliges las que mejor van quedando. De lo que sí me he dado cuenta, posteriormente, es que me han quedado canciones más bien lentitas. Excepto “Magia” y “A todo gas”, el resto es a medios tiempos, muy tranquilos. No fue premeditado, es lo que había.

 

Diste un breve concierto en una reunión de fans donde, después de ti, tocaba un grupo de tributo a Héroes. ¿Cómo fue la experiencia?
Bien. Lo que pasa es que la banda había ensayado esa misma mañana un rato antes. Se me notaba un poquito inseguro. Me arrepiento del formato, de tocar antes de una banda de tributo. Con mis canciones en solitario la gente estaba expectante, gustaran más o menos; pero claro, luego hubo una apoteosis con mis otras canciones que me hicieron sentir un poco desplazado. Creí que iba a ser un acierto, pero fue un error.

 

La gente se vuelve loca con los grupos de tributo… Yo no lo entiendo.
Se apropian de algo que, en parte, es mío. Que tocaran después y tuvieran más éxito, me hizo sentir un poco desplazado. Pero bueno, a mucha gente le apetece. Van a un sitio, toman unas copas con los colegas y escuchan las canciones que más les gustan. En ese sentido está bien. Incluirme yo ahí en esa historia, no.

 

¿Y tienes pensado hacer algún concierto? En Zaragoza, por ejemplo.
No, porque lo querría hacer muy bien y eso me supondría primero pillar banda, ensayar bastante tiempo y no poder ofrecer a los músicos una continuidad. La idea original era sacar este disco, dar carpetazo a las canciones, publicar el vinilo y poco más. Nos surgió esto del concierto y, como prueba, estuvo bien. Me sentí a gusto, me lo pasé bien. Lo que pasa es que dentro de todo el contexto fue un poco extraño.

 

Imagino que el segundo disco tardará menos en salir…
Supongo que si reúno una serie de canciones como para publicar otro disco, lo haré. Pero creo que lo que voy a hacer es ir sacando poco a poco. Lo compagino con otras cosas, cuestiones más personales. Si me dedicara en cuerpo y alma, si me dedicara seis meses a componer, lo sacaría. Pero con qué finalidad. Igual sí que me plantearía, con más canciones, montar una banda y hacerlo; pero tal y cómo están las cosas ahora, no me apetece demasiado. La idea es ir componiendo, sacar alguna canción y grabar algunos videos sencillos, como hice para “Magia”. Muy autoproducido.

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