Nancy Sinatra, la hija de “La Voz”, recupera en esta entrevista
recuerdos de su padre, el gran Frank Sinatra. Nos acercamos de este
modo, a los diez años de su muerte, a una de las figuras esenciales de
la música popular del siglo XX, coincidiendo con el lanzamiento del recopilatorio
Nothing but the best.
Texto: JAVIER MÁRQUEZ.
Uno de los tres hijos del “Viejo ojos azules”, Nancy ha sido la que más y mejor ha sabido perpetuar el apellido Sinatra en el mundo del “show business” que su propio padre ayudó a crear. Si recientemente visitaba España para presentar su último disco, ahora se pone a disposición de algunos medios para apoyar el lanzamiento de Nothing but the best un recopilatorio de “La Voz” que sale a la venta el 13 de mayo (22 clásicos remasterizados y remezclados de las cintas originales), un día antes de cumplirse los diez años de su muerte.
El lanzamiento de este nuevo disco, Nothing but the best, es sólo una de las iniciativas preparadas para conmemorar la muerte de Frank Sinatra. Supongo que estos días, en los que se habla tanto de su padre, deben ser una mezcla de sentimientos tristes y alegres para sus hermanos y usted.
Es un momento muy difícil, mucho. Todo el mundo quiere hablar con nosotros, y preguntarnos cómo era Frank Sinatra, si hacía esto o lo otro. Y nos agrada todo ese interés por él, pero al fin y al cabo estamos hablando de nuestro padre, y sólo quien haya perdido a su padre puede entender lo que se siente al recordarlo.
Diez años después de su desaparición, se lanzan sellos conmemorativos, nuevos recopilatorios, conciertos virtuales… Todo en memoria de Frank Sinatra. ¿Cómo recibe la familia el calor por parte del público?
Desde luego, somos muy conscientes del amor que la gente siente por él. Y con el paso del tiempo, parece que más gente lo descubre y lo aprecia. Es muy importante Internet. A través de la página web de la familia recibimos cientos de mensajes, muchos de ellos de gente muy joven. Algunos se interesan por nuevos proyectos relacionados con Frank, y otros son sencillamente mensajes de cariño y apoyo a sus hijos para que sigamos protegiendo y promoviendo su legado.
La vida de Frank Sinatra estuvo marcada por los éxitos, los buenos amigos y numerosos romances, pero también vivió periodos duros. Al final de sus días, ¿cómo eran sus sentimientos? ¿Estaba satisfecho?
No, a decir verdad, era muy infeliz. Él quería vivir en Palm Springs, le encantaba vivir en la casa que tenía en el desierto. Allí pasó los mejores momentos de su vida, pero su mujer, Barbara, insistió en venderla; no sé por qué lo hizo. Era un sitio muy bonito, y mi padre estaba muy triste. Creo que le hubiera gustado morir allí.
Como artista, no como hija, ¿por qué cree que Frank Sinatra sigue siendo considerado “La Voz”? ¿Cuáles eran las claves de su estilo para ser tan grande como fue?
Creo que en primer lugar hay que hablar de la integridad, de la sinceridad. Cuando mi padre grababa una canción se entregaba a ello como si fuese la cosa más importante del mundo, y quien escuchaba sus canciones, quien las escucha hoy, se da cuenta de que para el artista, hacer esa canción, ha sido lo más importante de su vida en ese momento, se ha entregado en cuerpo y alma. En segundo lugar, la letra era fundamental. Él nunca cantaba una canción si no terminaba de entender lo que decía, de sentir lo que decía, porque era la única manera de conseguir el sentimiento necesario para lograr emocionar al oyente cuando la escuchara.
Cuando estaba trabajando en el estudio, ¿cómo abordaba cada nueva canción?
Con mucho amor y dedicación. Incluso cuando se habla de sus discos conceptuales, trabajaba cada canción como un mundo único en sí misma, y estudiaba cada detalle, cada matiz, para poder sacarle el máximo partido. Lo hacía incluso cuando la canción no le gustaba, como ocurrió con “My way”. Todo el mundo adora esa canción, se la pedían en todos los conciertos, pero en realidad a él no le gustaba, incluso tuvieron que convencerle para que la grabara. Y al cabo del tiempo acabó convirtiéndose en uno de sus grandes éxitos y casi en una biografía musical. Es una historia divertida.
¿Qué canción escogería que definiera a su padre? Y no me refiero sólo a la letra, sino a todo el sentimiento. Y no puede decir “My way”…
Es complicado, porque hay mucho para definir. Tal vez una canción de la Reprise hable bien de cómo era en los setenta pero, ¿qué ocurre con el joven Frank? De hecho, tal vez me quedase con alguna de aquellas primeras canciones. Es muy difícil, no creo que nadie pueda escoger una, o diez, realmente representativas.
FRANK FAMILIAR
Todos hemos escuchado historias sobre la vida de Frank pero, ¿cómo era él realmente, en la intimidad? Por ejemplo, ¿cómo era con su familia?
Era cariñoso, generoso, divertido, fuerte… Se preocupaba por todos y lo daba todo por los que le rodeaban. Creo que cuando se trata de alguien así es más difícil acostumbrarse a su ausencia. Nunca he conocido a nadie como él en mi vida, ni creo que vaya a hacerlo. Era un ser humano muy especial.
¿Y qué tal era como padre? Tantos discos, tantos conciertos, tantas fiestas… ¿tenía tiempo para sus hijos?
Sólo puedo decir que siempre estuvo ahí cuando lo necesitamos. Nunca nos falló. Aunque viviésemos en hogares diferentes, siempre podías contar con él. Tuve muchos amigos cuyos padres vivían juntos y nunca podía contar con ellos, no sé si me comprendes. Ése nunca fue nuestro caso.
Cuando alguien habla sobre Frank Sinatra, la familia juega siempre un papel especial, pero también los amigos. Por ejemplo, creo que usted y sus hermanos tenían a Dean Martin como “tío Dean”.
Sí, así es. Y Sammy Davis Jr. era nuestro “tío Sammy”. Papá era también el “tío Frank” para sus hijos. Sí, los amigos eran realmente importante para él, por eso muchas veces intentaba combinar amigos y trabajo. Era realmente feliz cuando conseguía trabajar con ellos. Si tuviésemos que ordenar las prioridades de mi padre, primero estaba la familia, después el trabajo y luego los amigos. No, espera, creo que primero sería la familia, después los amigos y finalmente el trabajo. En cualquier caso, intentaba tener siempre tener las tres cosas lo más cerca posible.
Cuando usted empezó a cantar, ¿qué buscó en él? ¿Los consejos de un padre o de un cantante?
No tuve que buscar nada porque él siempre se adelantó. Y el consejo que más me repitió fue: “No sigas mi camino, no me copies”. Él quería que tuviese mi propio estilo, y que la gente me admirase por lo que yo consiguiera, no por ser su hija. Y gracias a eso fui poco a poco encontrando mi propio estilo, lo que de verdad quería hacer. ¡Y funcionó! Y él siempre estuvo allí para apoyarme.
Su consagración artística fue el especial televisivo de 1967 Movin’ with Nancy, recientemente rescatado en DVD. Contó para la ocasión con la colaboración especial de Frank, Dean y Sammy, los tres sin cobrar un centavo. A eso se le llama un buen respaldo.
No lo puedes ni imaginar. Alguien lo propuso, hice un par de llamadas, y ahí estaban. De cualquier modo, creo que aunque no los hubiera querido allí no me los habría quitado de encima en cuanto se hubiesen enterado de que hacía ese programa.
Creo que hubo alguna controversia con la participación de Sammy Davis Jr.
Sí, porque le di un beso, algo que yo hacía a menudo con todo cariño. Pero aunque resulte difícil creerlo, en los sesenta los blancos no besaban a los negros en televisión. ¿No es patético? Mi padre siempre nos había concienciado mucho sobre ese tema. Él ayudó a Sammy y a otros artistas de color a entrar en hoteles y casinos en los que hasta entonces se les prohibía el acceso. Por aquellos días seguía con su campaña para que los casinos que tenían trabajadores de color permitiesen a los de su raza alojarse en las habitaciones. ¿Puedes imaginarlo, en los años sesenta?
Hablemos de “Something stupid”. Fue un gran éxito y hoy permanece como un clásico. ¿Cuál es la historia tras esta canción? ¿Cómo surgió la idea de hacer el dueto?
La canción la encontró un tipo que solía trabajar con papá, Sarge Weiss. Le gustó y decidió ponérsela para que la escuchara. A mi padre le encantó, le pareció fabulosa, y sencillamente pensó que sería divertido hacerla conmigo.
En los últimos años han salido varios discos de Sinatra en directo, pero hay aún periodos de su carrera que no están cubiertos en ese sentido. Tengo entendido que hay mucho material grabado. ¿Se irá publicando con el tiempo?
Eso espero. Puedo asegurarte que hay mucho material inédito, material muy bueno de Frank Sinatra en concierto, cosas muy interesantes. Pero es un proceso muy caro. Hay muchos gastos. Hay que pagar a mucha gente relacionada con esas grabaciones, así que es algo que hay que hacer poco a poco, despacio, ver cómo va funcionando. Pero creo que el público merece escuchar todo ese material.
Al margen de un par de telefilmes, ¿por qué nunca se ha decidido llevar a la pantalla la vida de Frank Sinatra, que es en sí misma un gran guión dramático?
En este momento hay tres proyectos diferentes para hacer películas sobre la vida de mi padre, pero es algo que tenemos que abordar con cuidado. Hay muchos chismorreos, muchas mentiras alrededor de la vida de Frank Sinatra, y mis hermanos y yo no queremos dar la autorización para que se haga una película que no sea fiel a su memoria, a lo que fue de verdad. Pero los productores insisten en controlar por completo esos proyectos, así que nosotros tenemos que jugar la carta de las canciones. Sin ellas no puede haber película sobre Frank Sinatra, y nosotros no las cederemos hasta estar convencidos de que esa película será lo suficientemente respetuosa.
A mediados de los ochenta, Frank grabó con Quincy Jones L.A. is my lady, su último álbum de nuevas canciones (una década después vendrían los Duets). ¿Por qué no volvió al estudio? ¿No se sentía cómodo con los nuevos aires del mercado musical?
En parte fue así. El mundo de la música había cambiado mucho. Primaban otras cosas. Sobre todo, el dinero. Ésa era la clave. Los sellos ya no querían arriesgar dinero, sólo ganarlo. L.A. is my lady no fue un éxito de ventas, fue bastante moderado. La nueva generación que escuchaba la radio y compraba discos no estaba interesada en él. Así que Frank Sinatra no lo tuvo fácil para volver a grabar, al menos del modo que él quería. Y es gracioso, porque ahora mucha de la gente que nos escribe a la web y que se interesa por los discos de mi padre es muy joven. Creo que en gran parte los discos Duets jugaron un papel muy importante a la hora de revitalizar el interés de la gente por las canciones de Frank Sinatra, y sobre todo de despertar la curiosidad de un público que nunca lo había escuchado. Ése es el gran objetivo de mis hermanos y mío: proteger y difundir el legado de mi padre para que la gente siga redescubriendo a Frank Sinatra y disfrutando con sus canciones.