FONDO DE CATÁLOGO
«Su honestidad remarca una de las grandezas de Jakob, más allá de ser un espléndido compositor: ser un cantante especial»
Eduardo Izquierdo nos propone reescuchar el debut en solitario de Jakob Dylan, Seeing things, un disco acústico y desnudo que publicó en junio de 2008 y en el que marcó las distancias con su banda, The Wallflowers.
Jakob Dylan
Seeing things
COLUMBIA, 2008
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
De verdadero nombre Jakob Luke Dylan —aunque perdiera el Luke cuando decidió convertirse en músico, como su padre—, Jakob Dylan tuvo arrestos suficientes para dedicarse a la música a pesar de que su progenitor fuera el mismísimo Bob Dylan, recientemente en boca de todos por su ochenta cumpleaños. Es el menor de los cuatro hijos que el de Duluth tuvo con su primera mujer, Sara, y ha repetido en cuanto a descendencia, pues también es padre de cuatro vástagos. Aunque lo que nos interesa aquí es su carrera musical, un oficio que supo que iba a ser el suyo desde muy joven. De hecho, en 1989 y con solo veinte años, forma The Apples, su primera banda profesional, que acabará convertida en The Wallflowers.
Quizá fue su apellido —que podía haber sido una buena losa, por otra parte— lo que le abrió las puertas a firmar un contrato con su banda con la multinacional Virgin en 1991, para debutar en 1992 con un disco homónimo. Pero serían sus propios méritos los que harían que Bringing down the horse (1996), su gran obra, los pusiera en boca de todos y se convirtiera en todo un superventas que ya repasamos en nuestro Operación rescate. Una obra cumbre que la banda nunca pudo superar y que les llevó a medio separarse en 2005 tras Rebel sweetheart, su quinto disco entonces. Lo retomaron en 2012 con Glad all over y acaban de anunciar su regreso este mismo año, nueve tras su anterior lanzamiento discográfico, con Exit wounds, que llegará el 9 de julio. Mientras, hemos regresado al debut en solitario de Jakob, Seeing things, publicado en 2008, aprovechando ese comentado parón en la carrera de su banda.
Allmusic concede al primer disco en solitario de Jakob Dylan cuatro estrellas sobre cinco, y su especialista Thomas Erlewine asegura que «tranquilo, reflexivo, basado casi en su totalidad en guitarras acústicas, Seeing things es íntimo de una manera que The Wallflowers, listos siempre para la carretera, nunca lo fueron, aunque las melodías son tan sólidas y sencillas como las canciones de Dylan para la banda». Por su parte Chris Jones, en BBC Music, aseguraba que «en lugar de ceñirse a la fórmula de su banda de rock universitario melódico y cuadrangular, ha recurrido al hombre cuyo nombre ahora se está convirtiendo en sinónimo de hacer que los compositores lo desnuden hasta los huesos y descubran sus almas», en referencia al hecho de recurrir a Rick Rubin, entonces el productor de moda tras recuperar a Johnny Cash para la causa.
En su debut, el barbudo gurú del sonido recomendó a Jakob optar por un disco desnudo, acústico, que lo alejara claramente del sonido de su banda. Dylan le propone canciones como “Evil is alive and well” o “Valley of the low sun” y Rubin sabe que ha encontrado lo que busca. Son temas con mensaje, incluso político, aunque nadie se va a atrever a compararlo con su padre y su época más impulsiva y reivindicativa. Eso no interesa, y las canciones tienen el candor poético para que no suceda. Además, su honestidad remarca una de las grandezas de Jakob, más allá de ser un espléndido compositor: ser un cantante especial, con una voz ideal para hacer lo que hace.
Jakob se adentra de la mano de Rick en el desierto y en piezas como “Will it grow” o “Everybody pays as they go” deja que la magia fluya. Sabe que probablemente los seguidores de The Wallflowers esperarán otra cosa, pero es sincero consigo mismo y entrega la mejor obra que como artista cree poder ofrecer.
Grabado íntegramente en el estudio que Rubin tiene en su casa de Hollywood Hills, Seeing things fue un disco, a pesar de su formato, en general bien recibido, llegando al puesto número 8 de las listas de Billboard y recordándonos, de paso, que a Jakob Dylan aún le quedaban muchas cosas por decir.
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Anterior entrega de Fondo de catálogo: Billion dollar babies (1973), de Alice Cooper Group.