«Tiene un equilibrio muy interesante: la visión del adulto pero con esa pureza del niño, de la infancia, de esa primera mirada limpia»
La nueva aventura de Elefantes es el disco Antoine, basado en la obra teatral El Principito que dirige Darío Regattieri y protagoniza Shuarma, cantante de la banda. Por Carlos H. Vázquez.
Texto: CARLOS H. VÁZQUEZ.
Fotos: JACOBO MEDRANO.
Antoine de Saint-Exupéry escribió El Principito en el exilio, desde el fondo de un adulto, donde la persona todavía es niño. Empezó la historia describiendo ese sombrero —era lo que veían los adultos— que en realidad era una boa que se había tragado a un elefante. Y de paquidermos va la cosa en esta ocasión, pues el grupo barcelonés Elefantes acaba de publicar Antoine (Autoeditado, 2020), un disco que nace de la obra que lleva el mismo nombre y que protagoniza Shuarma, un principito interplanetario de rubios cabellos que también es más niño que adulto.
El Principito —y esto se ve en la obra— es una prolongación de la vida de su autor: Antoine de Saint-Exupéry. Según Darío Regattieri, ideólogo original y productor ejecutivo, en la producción de la obra no buscaban hacer de esto un tópico: «Queríamos darle un punto de vista distinto desde la perspectiva de la esencia del texto. Setenta y cinco años después de la muerte de Antoine, sigue estando más activo y siendo más real que nunca, y más durante la pandemia», empieza explicando Darío a través de una charla por Zoom con Shuarma y Jordi Ramiro (batería). Julio Cascán (bajo) no estará presente en la conversación. «Estamos hablando de un libro que es para adultos, con frases muy profundas, y justo eso es lo que hemos querido transmitir en la obra, en la estética, en la escenografía y especialmente en la música». O lo que es lo mismo: que el Principito no fuera un niño, sino una persona como Shuarma, adulta, que transmitiese los mismos valores. «Es la clásica obra que, si yo no estuviera metido, me enamoraría profundamente, porque tiene un equilibrio que me parece muy interesante: la visión del adulto pero con esa pureza del niño, de la infancia, de esa primera mirada limpia», añade Shuarma –con trazo libre– antes de citar a [Pablo Ruiz] Picasso: «Me tomó cuatro años pintar como Rafael, pero me llevó toda una vida aprender a dibujar como un niño».
«La creación me parece maravillosa. Formar parte de una creación como esta es realmente un sueño. Desde la idea, que me parece divina y fantástica, que no sé cómo no se le había ocurrido a alguien antes, hasta el guion de Ignasi [Vidal], que lo ha hecho de maravilla», afirma el cantante y compositor. Anuncia que la música les ha salido «bastante bien», y explica que el musical se fue convirtiendo en algo muy sólido y muy fuerte tras los ensayos. Shuarma está contento, se muestra emocionado.
Conexiones previas
Antoine se divide en dieciséis cortes. Entre ellos, canciones tales como “Quien ama a una flor” o “Entre millones de estrellas” suenan a futuros clásicos en el repertorio. Hay no pocas referencias «al niño que hemos sido» en los trabajos anteriores de Elefantes, «por eso creo que no es casualidad que nos la hayan encargado a nosotros. Y tampoco es casualidad que nos haya salido bien al final, porque es un tema en el que somos sensibles y yo, en muchos conciertos, ya hablaba de Antoine de Saint-Exupéry y de El Principito», recuerda Shuarma. Una de las referencias es “Loco”, perteneciente a La primera luz del día (Warner, 2018). El músico continúa: «¡Fíjate qué casualidad! De repente la vida nos pone en el escenario haciendo esto. Yo creo que tiene mucho que ver con la magia; este hombre [Antoine de Saint-Exupéry] era alguien que tenía mucha magia alrededor. Siempre que hablas de él hay casualidades».
Hay quien piensa que un cantante que se sube a un escenario es un actor. Con Shuarma puede darse esta situación, pero dice que no se siente un actor ni pretende serlo. «Soy cantante, pero parece ser que funciono en el personaje. Si no hubiera funcionado, yo no hubiera sabido construir un personaje, porque no soy actor». No obstante, reconoce que es una sensación especial la que tiene antes de su primera escena, cuando está escondido en su pequeño planeta. «[Los compañeros] Son maravillosos y me han ayudado mucho con todo: vestuario, maquillaje, producción, sonido… Es un equipo realmente fantástico y yo soy un caradura que lo único que hace es disfrutar como un niño», recalca entusiasmado.
«Acabamos de empezar la gira y ya hay unos lazos muy bonitos entre nosotros»
La premisa inicial de Antoine era representar la obra con Elefantes tocando en directo, pero por razones sanitarias no están en el escenario (todavía). Según Shuarma hay que esperar un poquito más. Por supuesto, era obligatoria la pregunta acerca de la salida del guitarrista Hugo Toscano, que formó parte de Elefantes hasta 2019, y si al comienzo de este proyecto teatral continuaba el guitarrista con el grupo. Es el turno de Jordi: «Ya no estaba [Hugo] con nosotros. Lo hicimos en noviembre o diciembre del año pasado (2019) y las canciones se habían compuesto meses antes, pero Hugo ya no estaba con nosotros». Antoine, aunque es un álbum más de la discografía del trío, es un proyecto distinto. «Yo me siento con mi guitarra y escribo lo que siento y lo que sentimos como banda, y eso lo transmitimos. Aquí, la semilla es distinta, porque viene de una historia muy conocida y muy querida por todo el mundo. Es un enfoque diferente». Detalla Shuarma que en Antoine está el corazón de todos ellos, su forma de sentir, el bagaje y la ilusión. «Sentimos que formamos parte de algo un poco más grande. Creo que esta compañía se está convirtiendo en una familia. Acabamos de empezar la gira y ya hay unos lazos muy bonitos entre nosotros».
¿Cómo se expresa la soledad de un personaje con un elenco tan grande? Regattieri explica el enfoque del montaje: «Hemos hecho una obra fiel al libro. Y lo que se ha hecho muy bien, y todo el mundo aplaude, es este viaje entre Antoine y el Principito, que entra y sale del libro». Seguidamente, subraya que tampoco hay que olvidar que el libro, como enseñan en la obra, es autobiográfico: «Eso significa que nosotros buscamos y miramos el paralelismo que hay entre la vida real y el libro. Es más: contamos la vida desordenada de Antoine. ¿Por qué? Porque nosotros hemos hecho un guión siguiendo la línea del libro, y los personajes que aparecen lo hacen en diferentes épocas de su vida, así que nosotros en realidad empezamos con el final, cuando su avión, en la Segunda Guerra Mundial, es derribado y muere». A partir de ahí, la historia se encamina hacia atrás, son saltos en la vida de Antoine de Saint-Exupéry, figura protagónica de una obra que conduce una criatura que se ve y que sin embargo habita en el interior. Lo esencial es invisible a los ojos.