«Las nuevas generaciones están muy preparadas, pero el problema que hay es que no pueden competir, porque no se les hace caso»
Obús irrumpió en el Madrid de los 80 apostando por el heavy, género que siguen defendiendo en su nuevo disco, Con un par!! Estos días lo presentan en vivo, entre otros sitios, en el festival Escena Rock, donde actúan el próximo 15 de febrero junto a bandas como Warcry, Ñu o Saurom, entre otras. Antes, Carlos H. Vázquez habla con ellos.
Texto: CARLOS H. VÁZQUEZ
Fotos cedidas por PLANET EVENTS.
Hay un concursante de First Dates Crucero al que le gusta el rock ochentero. Cada vez que Christian —así se llama el mozo, de veintidós años— aparece en pantalla, suenan los clásicos: “I was made for lovin’ you” (Kiss), “Sweet child O’ mine ” (Guns N’ Roses), “Who are you” (The Who)… Christian tiene el pelo largo, pero a capas, y luce un bigotín propio de un postadolescente norteamericano que presume de peinado mullet en la foto del anuario del curso de 1984. Una estética retro con camisetas de bandas de hard rock soviético (Ария) que suenan con doble bombo. «Yo también tengo mi corazoncito. Soy humano, soy real», dice el joven, que ha acudido al programa para encontrar pareja. Son los años ochenta, y como dice Fortu Sánchez en el último álbum de Obús, Con un par!! (Rock Estatal Records, 2019), «tus sueños puedes cumplir».
¿De quiénes fueron los años ochenta?
Paco Laguna: Nuestros. Éramos los protagonistas.
Habéis dicho que Con un par!! recupera los inicios de Obús. Teniendo en cuenta que vuestro productor de entonces era Tino Casal, ¿qué habéis visto en Bori Alarcón que pudiera recuperar los inicios de Obús?
Fortu: Bueno, vamos a ver… Nosotros no hemos tirado por Bori por el currículo que tiene, sino porque es un profesional del medio. Tiene siete Grammys, pero sobre todo es una persona superhumilde, supermaja, superseria… y además es muy buen amigo. Es un tío que sabe realmente lo que se hace. Respecto al estilo, que se parezca a Tino Casal más que a un ingeniero de heavy, yo creo que aquí no hay que mirar si es heavy o es techno; hay que mirar si estás con un profesional o no. Tú puedes tener un ingeniero muy profesional y superheavy, pero a lo mejor no saca realmente el sonido que Obús estaba buscando. Con Bori hemos trabajado algunas veces y más o menos sabe cuáles son nuestros gustos, y nosotros sabemos como trabaja. Por eso hemos recurrido a él.
En “El pastel del Demonio” y “No me lo digas más” aparece Fernando Montesinos, pero en este disco también está Luisma Hernández, que había tocado el bajo con Obús en los conciertos por Latinoamérica.
Paco Laguna: Fernando Montesinos, a partir de estar con Obús, se hizo productor. Tiene su estudio y otras historias, entonces Luisma estaba en la reserva, por decirlo así. Es buen músico y buen tío, y además de haber estado en la gira de Sudamérica también ha tocado aquí. Está integrado. Mientras tanto, Fernando sigue haciendo proyectos, sigue siendo muy amigo, estuvo en la presentación del disco en el Hard Rock Café…
¿En qué medida afecta el cambio de componentes a vuestro sonido? En Cállate!, por ejemplo, ya hubo algunos cambios de importancia…
Fortu: En que vamos a mejor, porque es gente joven la que entra con otra visión diferente. Carlos Mirat lleva diez años con nosotros y parece que empezó ayer. Hace otras cosas por ahí, tiene otros proyectos… Y Luisma, aparte de la juventud que tiene, es un trabajador nato con una digitación bestial, y eso, a la hora de grabar y en el directo, se nota. Nosotros siempre nos hemos rodeado de gente maja y guapa; es mejor tener gente humilde, gente normal, que no a alguien que es la hostia pero que también es conflictivo.
Paco Laguna: Fortu y yo siempre lo hemos tenido en cuenta. Hay que convivir muchas horas, viajar, compartir muchas cosas, y si hay alguien que no está cómodo o no nos convence como persona, por muy buen músico que sea, tendremos que prescindir de él.
¿Cuál es el mejor doble bombo de Fernando Sánchez?
Paco Laguna: El de “Pesadilla nuclear”.
Fortu: Sí. “Pesadilla nuclear”. Fernando siempre ha sido un buen batería y lo seguirá siendo.
¿Qué importancia tuvo Luis Soler Soler (productor ejecutivo de Zafiro) para vosotros?
Fortu: ¡El Chucho!, que en paz descanse, fue fundamental en la carrera de Obús, el nos descubrió. Tocamos en el campo del Rayo Vallecano cuando todavía no teníamos ni un disco y ganamos el concurso Villa de Madrid en Las Ventas. Después de todo eso nos preguntó si nos apetecía grabar con una compañía [Discos Chapa, de Zafiro], y nosotros dijimos que sí. También nos presentó a Tino Casal, que produjo nuestro primer [Prepárate] y segundo disco [Poderoso como el trueno].
Tino Casal fue artista de EMI, pero creo que entonces no había firmado todavía.
Fortu: Cuando sacamos nuestro primer disco, él todavía no había grabado el suyo [Neocasal] y tampoco era muy conocido.
Paco Laguna: Con el segundo nuestro ya lo era, pero con Prepárate no.
Fortu: Tuvo tanto éxito o más que Obús. Éramos dos estilos muy diferentes, pero estábamos los dos arriba. Recuerdo que en la revista El Gran Musical había una foto mía con Tino Casal en un duelo con espadas.
¡Con Miguel Ríos en la portada! Heavy o techno. El gran desafío se titulaba el reportaje, firmado por Joaquín Luqui, por cierto. Creo que era el número 219.
Fortu: Exactamente. Ahora no pasaría nada, pero en aquel momento había muchas tribus urbanas y no cuadraba que el techno estuviese aliado con el heavy. Dejamos de trabajar juntos, pero no perdimos la amistad. Fue mi amigo, mi compañero y mi maestro. Lo fue todo. Salíamos juntos, también de copas.
Paco Laguna: Tino era de salir todos los días. Yo no salía tanto con él, pero Fortu sí.
Si no recuerdo mal, Fortu estuvo con Tino Casal la noche de su accidente.
Fortu: Sí. Pero he estado muchas más veces con él. Recuerdo cuando la gente decía que tenía sida y lo de su torcedura de tobillo; tuvieron que abrirle del tobillo a la cadera para ponerle una prótesis. Iba a menudo al hospital a visitarle y siempre estaba trabajando, dolorido, con el suero, y tocando un piano. «Ya sabes que no puedo parar, chocho», me decía.
Paco Laguna: También nos decía: «¿Cómo no van a decir que tengo sida y que estoy con las drogas si me ven con gente como vosotros?».
¿Cómo encajaba un tipo como Tino Casal en un barrio como Vallecas?
Paco Laguna: Llegó Luis Soler con él. Venía súper maqueao, con sus brillos, sandalias… La peña del barrio, que era muy bestia, decía: «¿Pero quién es ese maricón?». Era nuestro productor: Tino Casal, y parecía que habían visto a un extraterrestre.
Fortu: Yo le decía: «Tío, eres un rompecuellos». Llamaba la atención por donde iba.
Paco Laguna: Diseñaba de puta madre.
También llevabais su ropa en la portada de Poderoso como el trueno.
Paco Laguna: Sí.
Fortu: Adaptaba nuestras ideas. Siempre hemos tenido clara la estética de Obús, y él sumó esa idea a sus gustos. Antes éramos más jóvenes y nos sentaba todo bien, pero ahora somos más cachetones (risas).
Paco Laguna: Aparte de la música, pintaba. Nuestro logo clásico, desde Poderoso como el trueno, lo diseñó él.
Fortu: Hasta entonces, el primero que llevábamos era el de las tachuelitas, el que me curré yo.
Hay diferencias de producción entre Prepárate y Poderoso como el trueno, pero Obús seguía trabajando con Tino Casal.
Paco Laguna: Tienen una producción tan diferente porque Tino estaba siempre a la última. Iba prácticamente una vez al mes a Londres a pillar música, ropa… y eso se nota en el segundo disco.
Fortu: El primero a él también le pilló un poco nuevo, pero en el segundo ya tenía más claro lo que quería.
«Mucha gente piensa que volvimos en el año 2000, pero en realidad ya llevábamos como cuatro años girando»
¿Por qué cantó Paco la canción “Poderoso como el trueno”? Siempre había pensado que Fortu se había trabajado la voz…
Fortu: Fíjate si me la trabajé, que esa canción la cantó Paco [risas]. Había unas tesituras a las que yo no llegaba y él había compuesto la canción y la iba a cantar muy bien. Cuando la tocamos en directo me hace sentir más libre, porque descanso o cojo la guitarra.
Paco Laguna: Durante un tiempo, sobre todo al principio, Fortu hacía la segunda guitarra de esa canción.
Fortu: Pero es verdad que han pensado que era yo el que la cantaba.
Se suele decir que con el tercer disco un grupo ya está consolidado. ¿Cómo sentisteis vosotros el paso al tercer álbum, El que más, grabado en los Estudios Mediterráneo de Ibiza?
Fortu: Hay gente de ahora que considera El que más como uno de los mejores discos de Obús. Han pasado más de treinta años de ese disco, y la tecnología musical era más pobre, pero nosotros dimos un taconazo gracias a Mark Dodson, ingeniero de Judast Priest.
Paco Laguna: En aquella época no solo iban grupos españoles a Estudios Mediterráneo, sino gente de fuera, como los Judas Priest, que se tiraron grabando allí seis meses.
Fortu: Y Nina Hagen. De aquí, me parece que La Frontera también estuvo en Ibiza.
Los detalles de aquella época están claros al final de “Años 80”, cuando Fortu repite varias veces «¡prepárate, prepárate, prepárate…!» y «vamos muy bien, borrachos como cubas…», en referencia a “Va a estallar el obús” y “Vamos muy bien”.
Paco Laguna: Eso surgió en el momento. Estábamos metiendo las voces en el estribillo y, entre hueco y hueco, Fortu metió esos intervalos de frases de canciones ochenteras.
Fortu: También hay una pinceladita a los Rolling Stones con el «uh, uh, uh». Estaba en el estudio cantando y el momento me lo estaba pidiendo.
Cierra Con un par!! “Viajando con la muerte”, una canción muy diferente al resto y también la más larga.
Paco Laguna: Sí. Desde el inicio, fue una canción que trajo Fortu pero que luego se arregló con Fernando Galicia, con arreglos de cuerda y orquestación. Ha quedado distinta, pero es muy variada: cuerdas, guitarreo… y una letra con una historia real y bastante dramática.
De un tiempo a esta parte, Obús ha cerrado sus discos con canciones muy abiertas y un tanto experimentales. Por poner un ejemplo, la pista oculta que viene después de “Esta vida”, en Desde el fondo del abismo, muy trianera.
Paco Laguna: Sí, no me extraña. Fue una cosa que metimos de rollo digital con Carlos Kreator [productor]. Siempre nos permitimos una licencia para desmadrarnos un poco.
Fortu: Aquello salió improvisado. Muchas veces, cuando llevas una composición ya hecha al estudio, surgen más ideas allí. Y eso es lo bonito, porque se enriquece más la canción con esas nuevas ideas que te está aportando el propio estudio. Es ese toquecito que te da el subidón.
Y se nota en cada disco, pero supongo que además están vuestra propia evolución y gustos. Partiendo con Desde el fondo del abismo hasta Con un par!!, pasando por Segundos fuera y Cállate!, vuestro heavy ha ido hacia un sonido más limpio, con menos grano.
Paco Laguna: También depende el estado de ese momento, lo que sentimos, lo que nos gusta, nuestro ánimo y la música…
Fortu: Paco y yo somos muy rock, nos mola el hard rock, el rock and roll… Entonces tenemos un toque más rock que metaleros, aunque también nos mole.
Paco Laguna: Led Zeppelin, Deep Purple…
¿Creedence Clearwater Revival no?
Paco Laguna: ¡Claro! Joder, qué canciones más buenas.
Fortu: La Creedence, Slade, AC/DC… Dentro del rock hay una variedad inmensa. Luego están las variaciones del metal que se hacen ahora, pero yo no he llegado a entenderlas, desde mi desconocimiento. Me quito el sombrero ante la gente que lo hace, pero no llego a entenderlo. Prefiero entender más a Led Zeppelin, Deep Purple, Judas Priest, la Creedence, T. Rex o a Aerosmith. O los Sweet, que era una banda que te ponía un tema de rock superduro en la cara A y en la B una canción de música de discoteca.
Paco Laguna: El ingeniero que tuvimos en Estudios Mediterráneo durante la grabación de Pega con fuerza fue Louis Austin, que estuvo trabajando con Sweet a principios de los setenta. Era un tío muy cachondo que se conocía la isla mejor que los lugareños. Pasó esos seis meses con los Judas y nos llevaba a ver las calas. ¡Y quemaba los pedos! Cogía el mechero y… Puto inglés [risas].
Vuestro último disco de estudio de los noventa es Otra vez en la ruta. Hasta que se publicó un nuevo disco Obús, Desde el fondo del abismo, tuvieron que pasar diez años. ¿Os separasteis?
Paco Laguna: Más que separarnos, fue un paréntesis.
Fortu: No anunciamos una disolución oficial de la banda porque no la hubo.
En realidad, entre Dejarse la piel y Otra vez en la ruta habían pasado cuatro años, pero entre medias se publicó el directo grabado en el Pabellón del Real Madrid el 21 de febrero de 1987.
Paco Laguna: Sí, pero simplemente fue un paréntesis. Llevábamos unos años muy intensos. También coincidió con una época de cambios, que el heavy no atravesaba su mejor momento…
Fortu: Necesitábamos un descanso y centrarnos.
Paco Laguna: En ese paréntesis, los distintos componentes de la banda hicimos cada uno nuestros proyectos (Fortu con Saratoga, Juan Luis y Fernando con Venganza, yo me quedé en casa…). Cuando pasó ese tiempo y el cuerpo nos lo pidió, en un cumpleaños de Fortu nos juntamos y tocamos unas canciones. Nos sentimos tan bien que empezamos a sentir ganas de hacer más cosas. Mucha gente piensa que volvimos en el año 2000, pero en realidad ya llevábamos como cuatro años girando.
Llegasteis a ese directo después de haber publicado un disco al año, desde 1984 hasta 1987. Mucha caña…
Paco Laguna: Eran tiempos en los que la compañía, no es que te obligase, pero te hacía estar funcionando con disco, gira, disco, gira… Por eso van los discos consecutivos. Ese trabajo de compaginar conciertos, grabación y promoción requería mucho esfuerzo.
¿Y era el mejor momento de Obús para publicar un disco en directo?
Paco Laguna: Sí. Pero no era el mejor momento para la compañía. Ahí ya terminamos con ellos.
Sí, aunque el último disco de estudio con Zafiro (Chapa Discos) fue Dejarse la piel.
Fortu: Luego no hicimos nada con ellos. En el noventa sacamos Otra vez en la ruta, pero ya con Avispa.
Se morían los ochenta. ¿También una parte de Obús?
Paco Laguna: Nosotros sobrevivimos. Lo que murió fue ese auge del heavy, pero no solo en España, sino a nivel mundial. Empezó a darse este tipo de música, como Nirvana, y lo que era el metal clásico de los ochenta pasó a un segundo plano. Muchas bandas, también de fuera, no vivieron su mejor momento y eso coincidió con nuestro parón. Después, las cosas se fueron retomando y ahora tenemos bandas, sobre todo internacionales, que meten a más gente que en su época dorada. Pero los de aquí se han ido distanciando. Si antes compartíamos escenario y local con esas ellos, ahora nos hemos quedado rezagados respecto a la repercusión que tienen otras bandas.
Fortu: Yo pienso que somos unos privilegiados, porque seguimos trabajando, grabando, sacando cosas, tenemos nuestro público… Pero creo que los grupos españoles necesitan mucho más apoyo de todos vosotros, igual que el que le dais a las bandas de fuera. En España hay un nivel muy fuerte y las nuevas generaciones están muy preparadas, pero el problema que hay es que no pueden competir, y no pueden porque no se les hace caso. Lo mismo que se habla de Iron Maiden, que se hable de cualquier otro grupo español. No son menos que ellos.
¿Siempre se van los buenos?
Paco Laguna: Se van los buenos, pero también los malos.
Fortu: Estamos en un país que solo habla bien de alguien cuando se muere. «Qué bueno que era…», «Hay que ponerle una calle…», pero esa importancia no se le da a esa persona cuando todavía vive. Cuando alguien se va, no ya porque se haya muerto, siempre se dice que se le echará de menos. ¡Pues no seáis cabrones y no le echéis de menos cuando se haya muerto, sino cuando esté vivo! Ahí es cuando hay que valorar a la persona. Pero no solo en la música, sino en el teatro, en el cine, en la pintura… A todas las personas.
Si se van los buenos, ¿por qué sigue Obús entre nosotros?
Paco Laguna: Porque somos muy malos.
Fortu: Un par de demonios.
Paco Laguna: Mala hierba nunca muere.