OPERACIÓN RESCATE
«Canciones con aroma a jazz y a club, engalanadas con una bella y profunda voz»
Mientras León Benavente disfrutan de una carrera ascendente y muy respetada, Sergio Almendros aprovecha para rastrear el pasado de Abraham Boba, compuesto por tres discos solistas, entre otros proyectos. Este fue su debut en solitario.
Abraham Boba
Abraham Boba
LIMBO STARR, 2007
Texto: SERGIO ALMENDROS.
Abraham Boba ha trazado (o está trazando) el camino inverso a una trayectoria musical típica. En la actualidad es la voz cantante, compositor y frontman de León Benavente, uno de los grupos en mejor forma del panorama nacional. León Benavente lo componen una buena parte de la banda que ha acompañado a Nacho Vegas en los últimos años y antes Abraham Boba ya había publicado hasta tres discos en solitario, y había formado parte de algunos proyectos de menor repercusión. Es decir, camina a la inversa de la típica carrera del líder de una banda que prueba suerte en solitario tras alcanzar las mieles del éxito.
Pero es que esta contracorriente se produce también estilística y musicalmente. León Benavente abraza una propuesta que podría considerarte una de las más revitalizantes, frescas e interesantes del rock patrio, abanderando esa cuestionable bandera del estilo indie (cuando posiblemente no tengan ninguna de las cualidades para ser metidos en ese saco), una propuesta que, paradójicamente, se ha ido tornando más radical y experimental después de un primer disco más contenido y austero, más adulto quizás. Incluso en las letras el grupo también va a la contra, como el salmón, al haber pasado de un posicionamiento más social en general a tratar temas más amorosos y sentimentales en su último disco. Y acercándonos ya a la excusa de estas líneas, los tres discos publicados por Abraham Boba hace algo más de diez años son los típicos que podría firmar él mismo si en un futuro decidiese separarse de León Benavente y probar suerte en solitario.
En 2007 fue publicado por Limbo Starr la primera referencia de Abraham Boba; bajo este seudónimo se encuentra David Cobas Pereiro, y este seudónimo dio nombre al álbum. Se trata de un disco de piano, un disco en el que las teclas llevan el principal protagonismo de unas canciones con aroma a jazz y a club, engalanadas con una bella y profunda voz, alejada de los recitados que posteriormente acompañarán muchas de las canciones de León Benavente. Con este traje de crooner Abraham Boba despacha once canciones de aire intimista y elegante, que cuentan historias y se posicionan en conflictos.
Grabado en directo en el estudio, el álbum resulta concreto, preciso y muy definido. Los ramalazos de música circense o cabaretera no son sino aristas que sirven para salpicar de detalles un conjunto tremendamente homogéneo en cuanto a estilo y calidad. “Fuga de Alcatraz”, “Las hermanas Sánchez” o “Las masas” son solo algunos ejemplos que podrían definir este disco, un gran y personal primer trabajo que tuvo dos continuaciones más o menos esperables, pero que ni mucho menos definiría la carrera posterior de Abraham Boba.
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Anterior entrega de Operación rescate: Life’s other side (1992), de Slaid Cleaves.