The Beatles. Help. La eclosión del pop, de Enrique Torras Bosch

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LIBROS

«Torras ha vuelto a dar en el clavo para saciar por unos días las ansias de los fans del grupo de nueva materia prima lectora»

 

Enrique Torras Bosch
The Beatles. Help. La eclosión del pop
EDITORIAL CALIFORNIA, 2019

 

Texto: JAVIER DE CASTRO.

 

Vuelve a la carga de nuevo el estudioso beatlemaníaco catalán Enrique Torras Bosch con otro de sus sesudos acercamientos analíticos. Tras sus dos aportaciones anteriores (sobre A hard days night y Beatles for sale, concretamente), en esta ocasión le ha tocado el turno correlativo a Help!, banda sonora de la película homónima de los cuatro melenudos y el que sumaría el número cinco de sus álbumes de estudio oficiales hasta ese momento.

Su fórmula ya conocida de destripar —hasta el más mínimo detalle— en qué consistió el repertorio compositivo escogido y cómo fueron las sesiones respectivas de grabación (perpetradas entre el 1 de febrero y el 17 de junio de 1965), añadiendo en esta ocasión un pormenorizado relato del rodaje de la película homónima y sus muy alucinógenas circunstancias en el Reino Unido, Suiza y las Bahamas, han permitido a Torras hacer otra auténtica demostración de buen manejo de las fuentes bibliográficas y documentales disponibles sobre la materia. A todo ello ha sumado su paciente y asombrosa capacidad auditiva para detectar y describir milimétricamente lo que ocultan todas y cada una de las tomas de cada canción del disco, tanto las escogidas finalmente para su edición comercial acontecida durante el mes de agosto, como las que por tal o cual razón quedaron en el tintero, explicando instrumento a instrumento, voz a voz, armonía a armonía y mezcla a mezcla, todo lo que aconteció respecto a este primer disco de larga duración de los Beatles de aquel año.

A mí, particularmente —debo reconocerlo— tanta exhaustividad me acaba resultando un poco tediosa, aunque en esto disiento de muchos amigos y colegas músicos (algunos muy reputados), quienes aseguran que es esa parte de las disecciones que aporta Torras en sus libros lo que más les interesa y entusiasma, quién sabe, quizás, si por lógica deformación profesional. Por mi parte, en todo lo demás, el libro alcanza el sobresaliente.

Dicho esto, lo que no cabe duda alguna es que Torras ha vuelto a dar en el clavo para saciar por unos días las ansias de los fans del grupo de nueva materia prima lectora, garantizando, para este ya iniciado período estival, muy entretenidos momentos de asueto a la espera de que vuelva a obsequiarnos, lo antes posible, con otra de sus obras marca de la casa. ¿Tocaría Rubber soul, no?

Anterior crítica de libros: Chanel, cocaína y Dom Pérignon, de Loquillo.

 

 

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