DISCOS
«Guitarras ardientes, electrónica, pop festivo, baile, melancolía… Todo cuenta. Todo ha contado»
Varios autores
Mondo Sonoro. 25 años
LARVIN MUSIC
Texto: CÉSAR PRIETO.
En el mundo de la música, 25 años no es una cuestión baladí. 25 años son los que van desde el primer single de los Beatles hasta la separación de los Smiths. O desde la muerte de Kurt Cobain hasta ahora mismo. Calculen todo lo que puede suceder ahí en medio. Pues bien, los compañeros de Mondo Sonoro cumplen esos 25 años y, siendo básicamente una revista de noticias de actualidad y muy atenta al entramado internacional, revisar sus números significa ver la evolución de las músicas pop y rock (y sus anexos rap o rumberos).
Si esto lo traducimos en canciones, pueden surgir discos como este doble cedé o vinilo que recoge los grupos más significativos de estos cinco lustros. Si alguien tuviera que mostrarle a alguien las veinte canciones que definen lo que ha sido la música española en estos años, es cierto que a lo mejor le faltaría algún grupo, pero no andaría muy lejos de lo que se propone esta colección. Porque además está escogida con una enorme amplitud de criterios, no se deja nada en cuanto a estéticas. Guitarras ardientes, electrónica, pop festivo, baile, melancolía,… Todo cuenta. Todo ha contado.
No es casual que abran con el “Devil came to me” de Dover; fue la sensación que sacudió a la música española el año en que la revista nació, la prueba de que se podía llegar al público masivamente desde presupuestos autogestionados e independientes. Ya lo habían demostrado DRO o Nuevos Medios en los 80, pero en 1994 se había olvidado un poquito.
A partir de ahí, tiene cabida todo lo que supuso de alguna manera la entrada en escena de algo que pudiera ampliar al oxígeno del pop español —aún en otras lenguas, también aparecen Berri Txarrak o Manel—, desde Astrud a La Bien Querida. Grandes éxitos como “Un buen día” o “Fascinado”, rimas canallas como las de Mala Rodríguez o Violadores del Verso, indie de estadio como Lori Meyers o Love of Lesbian, rumberos como Ojos de Brujo o Muchachito Bombo Inferno, ilustres descolocados como Nacho Vegas.
Ruidismo también con El Columpio Asesino, intimidades como la Habitación Roja… y aún me dejo media docena de canciones que completan como escaparate cuál ha sido la evolución de la música española en estos veinticinco años. Una evolución que en los grupos de más calado se demuestra consolidada y que viene aquí acompañada —en el precioso libreto— de un montaje con páginas que la revista dedicó a cada uno de los artistas representados. Lo mejor de nuestra música, por tanto, y lo mejor de nuestras letras musicales.
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Anterior crítica de discos: Madame X, de Madonna.