DISCOS
«Ocho canciones que tienen un punto de cósmicas, algo de cuánticas y la luminosidad que les da la energía oscura»
El Petit de Cal Eril
Energia fosca
Bankrrobber, 2019
Texto: ÀLEX ORÓ.
Un amigo físico me explicó hace unas semanas que la «energía oscura» es una forma de energía presente en todo el espacio que tiende a acelerar la expansión del universo. Energia fosca (energía oscura) es precisamente el título del séptimo disco de El Petit de Cal Eril, el sobrenombre que tiene Joan Pons en Guissona (Lleida), el pueblo del que es originaria su familia. Energia fosca llega tras dos elepés, La força (2016) y Triangular (2018), en los que El Petit de Cal Eril recibió buenas críticas pero sobre todo consiguió conectar con el público y que lo han convertido en uno de los principales actores de la escena musical catalana.
El disco es algo corto. Tiene ocho canciones que se muestran algo más desnudas que en Triangular, eliminando capas sonoras y adelgazando los arreglos. Son canciones positivas, que se expanden gracias a la fuerza de la energía oscura. Son composiciones que abrazan al oyente. La susurrante voz de Pons se alía con el serpenteante bajo de Dani Comas para ofrecer un pop amable con letras bellísimas que cautivan, aunque no tengan estribillo. Canciones como “Sent” (siente) y “Ets una idea” (eres una idea) muestran una luminosa manera de entender la música, de transmitir ideas y emociones. Se intuye que Pons, Comas y el resto del grupo formado por Ildefons Arenas (batería), Artur Tort (teclados) y Jordi Matas (teclados y guitarra de doce cuerdas) han fusionado ideas y conceptos para grabar y producir estas ocho canciones, que tienen un punto de cósmicas, algo de cuánticas y la luminosidad que les da la energía oscura, la energía que, como dice el mismo Pons «ilumina todas las cosas».
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Anterior crítica de discos: Maximum rock and roll – The singles, de Primal Scream.