Desde Pink Floyd a Los Enemigos, pasando por John Fogerty, existen muchas canciones que contienen una crítica contra la propia industria musical. Xavier Valiño nos enseña su muestrario particular.
Selección y texto: XAVIER VALIÑO.
Tal y como señalábamos aquí hace unas semanas, se han compuesto muchas canciones en contra de una determinada compañía discográfica y/o alguno de sus responsables, más de las que creemos o podemos reconocer teniendo en cuenta que muchas veces sus autores no hacen del todo explícito su contenido. Hay más, como aquellas más genéricas en contra de la industria musical en su conjunto o de alguna de las personas o agentes que en ella participan. Repasamos hoy diez de esas canciones.
1. Aimee Mann: “Nothing is good enough” (Bachelor No.2 or, the last remains of the Dodo, 2000).
En medio de la grabación de su tercer álbum en 1998, los directivos de su sello de entonces, Geffen Records, le dijeron a Aimee Mann que no encontraban ningún single radiable en las canciones que les había presentado hasta ese momento. La mayoría de artistas seguro que han escuchado algo parecido en su carrera, pero Mann no estaba por la labor y canalizó toda su ira en esta canción, detallando en un artículo de 1999 en el New York Times sus dolores de cabeza causados por la industria de la música, apuntando a los responsables de los sellos discográficos cuyos clichés, gustos arbitrarios y frases desafortunados en el momento inadecuado pueden hundir a un talento como el suyo.
«Nada es lo suficientemente bueno para personas como tú / que tienen que tener a alguien a quien hundir / y algo que sabotear / determinado a perderlo todo».
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2. Ani DiFranco: “Napoleon” (Dilate, 1996).
En más de una ocasión, Ani DiFranco ha dirigido sus dardos hacia la industria, como en “The million you never made”, que habla de rechazar un contrato lucrativo, o “The next big thing”, que describe una reunión con un cazatalentos que evalúa a la cantante basándose en su apariencia. Por su parte, en “Napoleon”, DiFranco condena de forma mordaz lo que sucede cuando el artista acepta los dictados de la codicia en lugar de mantener el idealismo y la independencia creativa.
«Te dije que tu música podría llegar a millones / Pero que la elección era tuya / Me dijiste que siempre pagarían tus comidas / Y creerían lo que haces / Y me pregunto / ¿Extrañas a tus viejos amigos? / Ahora has probado lo que vales / Sí, me pregunto, ahora que eres una gran estrella / ¿Extrañas la tierra? / ¿Siempre quieres más? / Sé que nunca será suficiente / Porque todo el mundo es un maldito Napoleón».
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3. Ben Folds: “One down” (Rockin’ the suburbs, 2001).
Para firmar uno de sus contratos discográficos, y dado que la compañía quería atar bien a Ben Folds para que cumpliese sus compromisos, le conminaron a aceptar una cláusula que le obligaba a componer un número de canciones determinado (fuesen buenas, mediocres o directamente malas) durante la vigencia del mismo. Lo curioso es que la media salía a 4,6 canciones al año. En un momento dado, mientras estaba de gira y no podía componer, se dio cuenta de que, o empezaba a escribir o no podría pagar las facturas de ese año. De ahí salió este “One down” (“Ya tengo una”), que bien se podría subtitular “Y ya solo me quedan 3,6 canciones por escribir”.
«Realmente no me quejo / Me doy cuenta de que es solo un trabajo / Y odio escuchar a las estrellas de rock quejarse y sollozar / Porque yo podría estar limpiando mesas / Podría estar poniendo gasolina / Sí, pero me pagan mucho más / Por tocar el piano y besar culos / Esta es una canción que compuse hace apenas una hora / Y solo me quedan ya 3,6 por escribir / Ya tengo una».
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4. Elton John: “Dogs in the kitchen” (inédita, 1975).
Curiosamente, uno de los ataques más directos y cáusticos contra la industria de la música no se puede escuchar. Tanto Elton John como su letrista, Bernie Taupin, estaban de acuerdo con el concepto de que los responsables de las compañías de discos eran “buitres”, “perros” y “vampiros” que querían beneficiarse de su éxito, pero no harían ningún esfuerzo para ayudarles. Bernie Taupin escribió una letra atacando la codicia corporativa de la industria y la incluyó en los créditos del disco Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy (1975), aunque no consta que Elton John compusiera una música para acompañarla, por lo que nunca fue grabada, que se conozca. No obstante, un cantante llamado Joe Ward lo hizo y es a él a quien se puede ver interpretándola en el vídeo.
«Almas de ojos vacíos con gastos sin cubrir / Toman su almuerzo comiendo un humilde pastel / Mientras los buitres eructan en sus sillas giratorias / Y todos los vampiros visten con corbatas».
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5. Heart: “Barracuda” (Little Queen, 1977).
Todo empezó cuando, después de un concierto, a la cantante de Heart Ann Wilson un fan le preguntó por su “amante”. En un principio ella pensó que le estaba hablando de su novio, el manager Michael Fisher, pero pronto se dio cuenta de que se refería a su hermana Nancy. Ann no entendía qué sucedía hasta que descubrió que su discográfica, Mushroom Records, había orquestado una campaña en la que hacían pasar a las hermanas por amantes. En consecuencia compuso “Barracuda” que, según explicó poco después, podía hablar de cualquier persona de la industria del mundo de la música visto desde la perspectiva de una mujer, «desde el promotor local hasta el presidente de una compañía discográfica».
«Si lo auténtico no funciona / Mejor que te inventes algo rápido / Vas a quemarlo, quemarlo… / Quemarlo hasta el fin / Oh, barracuda / Véndeme, véndete / Dijo la marsopa».
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6. John Fogerty: “Vanz Kant Danz” (Centerfield, 1985).
Tras la separación de Creedence Clearwater Revival en 1972, John Fogerty estuvo bastante tiempo sin grabar, entre otras cosas por diferencias con el productor Saul Zaentz por los derechos de las canciones de la banda. Tras firmar con Warner Bros y editar el álbum Centerfield, Zaentz demandó al músico por plagiar en “The old man down the road” otra canción de Fogerty, “Run through the jungle”, de la que el productor tenía los derechos. En el juicio, guitarra en mano, Fogerty defendió que los dos temas eran diferentes. Por si fuera poco, Zaentz lo demandó también por difamación, ya que entendía que “Zanz Kant Danz”, una canción sobre un cerdo que robaba el dinero a la gente, retratando así la ambición de algunos empresarios musicales y el daño que estos hacen a la música, iba dirigida contra él. Fogerty fue obligado por el tribunal a cambiar el título, que quedó definitivamente como “Vanz Kant Danz”.
«Billy y Vanz están ocupados haciendo sus tejemanejes / El cerdito sabe qué hacer, es silencioso y rápido / Antes de que se acabe, tu bolsillo estará vacío / Un ladrón de cuatro patas te visitó / Vanz no puede bailar, pero te robará el dinero /
Vigílalo o te desvalijará sin que te enteres».
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7. Los Enemigos: “Wonderland Records” (Sursum corda, 1994).
En su último disco para GASA, Sursum Corda, y antes de dar el salto a RCA y editar Tras el último no va nadie, Los Enemigos dejaron registrada la canción “Wonderland Records”, una crítica ácida al negocio de la música que estuvo inspirada, a partes iguales, por las disputas del grupo con la discográfica y por El fantasma de la ópera, mientras que el riff y la melodía le deben bastante al primer álbum de Elvis Costello, My aim is true.
«Bienvenido, chico a Wonderland / Aquí hacemos los sueños realidad / El tuyo nos podría interesar / Hazme caso, pequeño, firma ya / Llegó la hora del premio, no habrá más / Venderemos tu sueño / Ya verás, les encantará / Ahora son ellos los dueños / No les puedes defraudar».
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8. Mika: “Grace Kelly” (Life in cartoon motion, 2006).
Antes de conseguir firmar su primer contrato discográfico, Mika envió sus maquetas a unas cuantas discográficas en el Reino Unido sin resultado. Una de ellas le comentó que tenía buena voz pero que debía componer canciones más convencionales para llegar al éxito, como Craig David o Robbie Williams. De esa mala experiencia con aquel ejecutivo discográfico nació “Grace Kelly”, en la que el cantante se burla de los músicos que intentan reinventarse a sí mismos para ser más populares, y en ella reconoce que él podría ser cualquiera persona que se propusiera para tener la aprobación de los demás, aunque no está dispuesto a pasar por ello.
«Intento ser como Grace Kelly / Pero todos sus aspectos eran demasiado tristes / Así que intento ser un poco Freddie / Vuelvo loco a mi identidad / Podría ser marrón / Podría ser azul / Podría ser un cielo violeta / Podría ser hiriente / Podría ser púrpura / Podría ser cualquier cosa que quieras / Seré verde / Seré mezquino / Seré más todavía / ¿Por qué no te gusto?».
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9. NOFX: “Dinosaurs will die” (Pump up the valuum, 2000).
No, en esta ocasión los dinosaurios no hacían referencia a los músicos de los 70 convertidos en grandes estrellas del rock, amantes de la ostentación y los grandes solos y distanciados de lo que fue el rock en sus orígenes. Aquí, los dinosaurios representaban a los grandes sellos discográficos, que editan música mediocre solo porque la pueden empaquetar y vender más fácilmente. Para el grupo punk NOFX, esas compañías acabarán desapareciendo aunque sean fuertes y poderosos como lo fueron los dinosaurios.
«Por todos los años de usar y tirar / Por todas esas bandas falsas en VH1 / ¿Dónde está todo su dinero? / No todos lo sabemos / Industria musical parasitaria / Mientras se auto-destruye / Le mostraremos cómo debe ser / Música escrita por devoción / No por ambición, no por fama / Ninguna persona es explotada / No hay trucos bajo la manga».
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10. Pink Floyd: “Have a cigar” (Wish you were here, 1975).
En esta canción, Roger Waters dejó caer una serie de clichés que entendía que usan los ejecutivos de las discográficas: «Tú vas a llegar lejos», «Nunca vas a morir», «Tú lo vas a conseguir», «Ellos te van a amar»… Su crítica fue motivada por una pregunta que recibió el grupo en los 60 (probablemente, más de una vez), cuando un ejecutivo de un sello discográfico, tras saludar y estrechar la mano de todos ellos, creyendo que Pink Floyd era el nombre de uno de sus componentes, les preguntó: «Por cierto, ¿cuál de ustedes es Pink?».
«Nos quedamos pasmados / Cuando supimos lo de las ventas / Van a publicar un álbum / Se lo deben a la gente / Estamos tan contentos que apenas podemos contar / Todos los demás simplemente están verdes / ¿No han visto las listas? / Es un comienzo cojonudo / Podría convertirse en algo monstruoso / Si todos jugamos juntos como un equipo».