«Antes era un soñador nato, pero con los años he procurado darle más alas a los sueños; muchas veces estamos desencantados de todo y hay que soñar un poquito más»
El rumor de los tiempos, la última obra de Fabián, ha devuelto al leonés al punto de mira con una de sus mejores colecciones de canciones hasta la fecha, firmada por primera vez junto a La Banda del Norte. Una entrevista de Carlos H. Vázquez.
Texto: CARLOS H. VÁZQUEZ.
Fotos: PATRICIA J. GARCINUÑO.
Por allí va Fabián, un tipo alto que ha nacido en Suiza y que ha crecido en los fríos de León. Le acompaña La Banda del Norte, expertos en palabras, canciones y heladas. Todos ellos (Alfredo González, Juan Marigorta, David Nieto y Pepe López) firman El rumor de los tiempos (La Viejita Música, 2019), el sexto disco de Fabián.
Es recurrente que Fabián se vuelva ave, gato o urbanita durante el rato que duran sus discos. Como estar en los veinte (o al menos cuando toca) y, si hace falta, sacudirse el polvo de los recuerdos. Desde Plegarias (autoproducido, 2006), su primer epé, hasta el actual El rumor de los tiempos, han pasado más de diez años por los que han ido llegando Espera a la primavera (Discos Liliput, 2007), Adiós, tormenta (La Viejita Música, 2009), Después del incendio y otras cosas así (La Viejita Música, 2011), La luz distinta (La Viejita Música, 2013), y La fe remota (La Viejita Música, 2015). No han sido pocos los temas que ha ido dejando Fabián por el camino. Se ha ido abriendo y ha dejado rastros. Le acompaña Alfredo González, músico norteño (publica en estos días Afluentes) y el norte de La Banda del Norte, según dice. A él, como a Fabián, también se le ha descosido la mochila. Que nadie les remiende las costuras.
¿Es fácil hacer una canción sobre medicamentos? Están «los hijos de los antibióticos» en “El rey pescador” y la propia “Venlafaxina”.
Fabián: No, no es fácil hacerlo; has tenido que tomarlos antes. Lo de «los hijos de los antibióticos» es un comentario que mi novia y yo tenemos muy a menudo: si hubiésemos nacido antes del descubrimiento de la penicilina, habríamos muerto unas cien mil veces. Pero soy usuario.
Alfredo González: Yo procuro evitar los medicamentos al máximo. Creo que en los últimos diez años los he tomado tres o cuatro veces y solo por muy exacta prescripción médica, pero es por alergia todo.
¿Y cómo surge la idea de hacer una canción sobre un medicamento?
Fabián: En caso de “Venlafaxina”, es un ansiolítico, un antidepresivo. Yo llevo muchos años luchando contra la tristeza (en ese sentido) y la Venlafaxina me ha ayudado mucho, entonces es una canción sobre la ansiedad y la tristeza y se me ocurrió titularla como el medicamento que me ayuda a combatirlo.
¿Echas mano de las pastillas para no soñar?
Fabián: No, porque de esas no tengo. De hecho, procuro soñar. Antes era un soñador nato, pero con los años he procurado darle más alas a los sueños; muchas veces estamos desencantados de todo y hay que soñar un poquito más.
Entonces, ¿es fácil hacer una canción de amor?
Fabián: Cuando te pones a escribir acerca del amor o del desamor, siempre es doloroso, pero también es fácil, porque sabes lo que quieres decir y tienes muy claros tus sentimientos respecto a eso.
Alfredo González: El noventa y cinco por ciento de las canciones son de amor. Y el cinco por ciento que no lo son, mienten (risas).
En tu caso, Alfredo, ¿cómo hiciste “Vivos de frío”? Es una canción de amor, pero no lo tengo claro.
Alfredo González: Podríamos decir que es una canción de temática erótico-festiva, pero en ella buscaba el amor. También hubo parte que me la inventé.
¿Perdió el autobús la chica de la canción?
Alfredo González: No llegó a coger el autobús. Estaba a otras cosas.
«Toda esa mierda sentimental acabará por matarme», cantas en “El rumor de los tiempos”. Entonces, ¿es aparentemente fácil matarte mediante una canción de amor?
Fabián: Yo creo que sí. Y a todos los que nos dedicamos a esto nos pasa; somos demasiado intensos en determinadas ocasiones. De repente escuchas una canción que te recuerda a algo o a alguien y te puede trastocar el día perfectamente o incluso la existencia.
Alfredo González: Estos días hablábamos de la ciclotimia y que algo muy nimio en una canción te puede hundir o levantar el día.
Dijo Ortega y Gasset que el amor no solo no es para todo el mundo, sino que muy pocos individuos son capaces de sentir, generar o padecer tan extraordinaria mixtificación. ¿Qué pensáis?
Alfredo González: Yo creo que el amor no es para todo el mundo. Estoy absolutamente seguro de ello.
Fabián: Yo no estoy tan de acuerdo con eso. Entiendo lo que dice, pero creo que hay muchas clases de amor y no todo el mundo siente y quiere igual. A lo mejor, ese amor tan descarnado y tan intenso no es para todo el mundo. En eso, Ortega y Gasset tiene toda la razón, pero hay muchas formas de amar y muchas clases de amor.
¿Cuál fue la última vez que os dieron motivos para hacer una canción de amor?
Fabián: Vivo con mi novia y todos los días me da motivos para escribir una canción de amor.
¿Cuánto lleváis?
Fabián: Pues siete años. Si no, no tendría sentido que estuviéramos juntos.
Alfredo González: Como te decía Fabián antes, hay muchos tipos de amor, no solamente el amor hacia la pareja. Yo, cuando estoy en una época buena, las canciones que me salen son de amor, pero probablemente ninguna y todas a la vez hablan de mi pareja, porque se habla más del sentimiento que de la persona. Desde mi perspectiva, y hablando de este disco de Fabián, yo puedo asegurar que su época de felicidad doméstica, como diría Sabina, le ha hecho crear canciones de amor que no necesariamente hablan de la persona que vive con él, sino de una época de mayor estabilidad emocional y de mayor felicidad.
«Cuando decides tocar para que tus canciones crezcan así, con una banda, yo creo que tienes que hacer que todo fluya y confluya hacia eso»
Tu amor en “Cachorro”, Fabián, es «un globo flotando en el aire». ¿Pero sabes ya cómo será el amor, algo que ya decías en “He quedado con los chicos”, del anterior disco?
Fabián: Eso nunca se sabe en realidad. “He quedado con los chicos” es una canción que habla de cuando yo era niño y de cómo me imaginaba yo el amor. Ahora yo no sé si sé cómo es el amor, pero tengo treinta y siete años, más experiencia. Muy poco tendría que haber vivido para no darme cuenta. Lo que pasa es que nunca acabas por saberlo del todo, que es lo bueno que tiene. Si supiésemos absolutamente todas las respuestas, vaya mierda, ¿no?
Ahora que hablamos de La fe remota, compusiste “He quedado con los chicos” al piano, pero normalmente compones con guitarra. ¿Cmo lo has pero normalmente compones con guitarra. ¿Cómo lo has hecho en El rumor de los tiempos?
Fabián: Normalmente sí, porque es el instrumento con el que yo me siento más a gusto, pero me gusta mucho componer con el piano porque me lleva a otros sitios, a otras progresiones de acordes y otras sonoridades que a lo mejor con la guitarra no hubiese podido llegar nunca. Es otra manera de enfrentarte al instrumento. Que yo recuerde, en este último disco, “Igual contigo” está hecha al piano, pero en La fe remota eran más de la mitad.
El tema “El rumor de los tiempos” empieza fuerte con las guitarras, que es algo que se da en tus discos. Será porque estamos acostumbrados a escucharte en otro tono y más acústico…
Fabián: Puede ser. Es algo que me dicen mucho ahora, que ha habido un cambio y una evolución hacia el rock. Si te digo la verdad, no lo veo tanto así. Todos los discos tienen su ración de folk o de rock. Incluso en el primero, si recuerdas, está “Páginas tuyas”. Jeff Tweedy, sobre cómo empiezan los discos, decía que el Yankee Hotel Foxtrot, de haber abierto con “Heavy metal drummer”, todo el mundo habría pensado que era un disco de rock and roll más bien clásico. Pero la primera canción del disco es “I am trying to break your heart” y ya es otra cosa, otro concepto de disco.
“El rumor de los tiempos” tiene un rollo Tom Petty. No hay guitarras de doce cuerdas, pero tiene una sonoridad muy parecida.
Fabián: Sí, es verdad. Hay una guitarra eléctrica que está doblada con una acústica. Es algo más noventero.
En este disco también encontramos algunos elementos recurrentes en tus canciones, como la luz (“Satélite”, “Artista”, “Los ídolos”), rayos y pájaros (“Cachorro”)…
Fabián: Soy hijo del norte. A Alfredo no le mola nada lo de los pájaros, aunque los colibrís los va tolerando (risas).
Siguiendo con la sonoridad, “Igual contigo” me recuerda al Oh mercy de Bob Dylan, en concreto a “Most of the time”.
Fabián: Es todo un piropo. Y es muy posible que sea así, porque Bob Dylan es uno de los referentes de toda la vida. Es la Biblia de la música.
¿“Tú no sabes qué es la lluvia” se grabó al terminar todo el disco? Es la única acústica en la que estás tú y tu guitarra.
Fabián: Puede que fuera de las últimas. Está grabada en directo y decidimos dejarla así porque no la canción no pedía más. La verdad es que es una de mis favoritas.
«El sitio de donde eres te define un poco, sobre todo el clima, tu personalidad y la forma de ver las cosas»
“San Juan” es una canción preciosa con unos coros muy interesantes que, junto a “El rumor de los tiempos”, tiene ese rollo de rock noventero.
Fabián: Sí. Es una canción que incluso tira al yeyé con las palmas, al surf en el solo… Aparte de los cantautores y las bandas de rock, me gustan mucho ese tipo de grupos que hacen pop luminoso, que es al final un poco lo que hago yo.
Alfredo González: Es un poco Flechazos, que te pilla más cerca.
Fabián: Claro, Alex Cooper es la escuela que tenemos en León.
Estamos acostumbrados a escucharte cantar con un tono más agudo, casi falsete, pero tu voz es mucho más grave. En “Rey pescador” cambias tu forma de cantar. ¿Cómo llevas lo de cantar en un tono más alto que tu propia voz?
Fabián: En realidad no me cuesta ningún esfuerzo hacer eso. Hay diferentes tesituras y cada canción te pide una movida. Sí que es verdad que en este disco hay una colección de canciones en la que a lo mejor el tono no es tan alto, pero no es algo buscado; simplemente salieron así. Tampoco hay demasiada diferencia.
¿Eres un compositor que canta con La Banda del Norte o eres parte de La Banda del Norte?
Fabián: Bueno, si atendemos a cómo está firmado el disco, sí que es Fabián y La Banda del Norte, pero al final yo me considero –cuando toco con ellos- parte de la banda. Lo que pasa es que son mis canciones y yo soy como el nexo de unión. Ellos están ahí para tocar mis canciones, pero cuando estamos todos juntos yo soy parte de la banda, el tío que canta y toca la rítmica.
Si mal no recuerdo, La Banda del Norte no es una banda nueva, porque ya grabaron contigo La fe remota y también llevan otro tanto defendiendo las canciones en directo. La diferencia está en que este es el primer trabajo que firmas con tu nombre y el de la banda.
Fabián: Sí, sí. Es la primera vez que un disco mío está firmado también con La Banda del Norte. Todas las bases están grabadas en directo, es un disco muy de banda, y al estar grabado así lo suyo era que lo firmáramos todos.
¿Es imprescindible ser del norte para ingresar en La Banda del Norte?
Fabián: (Risas) No es imprescindible. El nombre lo pusimos cuando fuimos a hacer los Conciertos de Radio 3. No teníamos cómo llamarnos, solo éramos Fabián. De hecho, yo tenía la coña de salir al escenario y decir: «Hola, somos Fabián».
Alfredo González: Como parte de la banda, Fabián se adapta muy bien. Cuando es un cantautor, porque son sus canciones, salimos a tocar como una banda. Dylan es Bob Dylan and his band, pero Fabián y La Banda del Norte es un grupo que toca como una sola banda; Fabián se adapta muy bien a la banda, cosa que no ocurriría con muchos otros cantautores.
Que, en ese caso, tendría que ser la banda la que se adaptara a él.
Alfredo González: Exactamente. Quizá ahí hay un trabajo de pleitesía que en este caso es inexistente.
Fabián: Cuando decides tocar para que tus canciones crezcan así, con una banda, yo creo que tienes que hacer que todo fluya y confluya hacia eso. Es como ver a Jeff Tweedy y a Wilco. Es Tweedy el que canta, pero en realidad estás viendo a Wilco. Con esto pasa lo mismo: son mis canciones, pero cuando estamos juntos somos una banda.
Más o menos, ¿cuánto tiempo tiene La Banda del Norte? Recuerdo un concierto en El Sol, en 2016, en el que ya existía la banda.
Alfredo González: Incluso de antes, 2012 o 2013, cuando fuimos a los Conciertos de Radio 3, que había salido Después del incendio y otras cosas así. Creo que nos juntamos al poco de salir ese disco. Cinco o seis años.
«Con canciones, al final, partes de unas premisas y unas preguntas que intentas responderlas. O simplemente lanzas las preguntas al aire»
Con tus primeras bandas, Fabián, hacías versiones…
Fabián: Bueno, hacíamos un montón de cosas. Había versiones, sí, pero como todo el mundo cuando empieza. Yo siempre he tocado canciones mías, pero en los repertorios que hacíamos había muchas versiones. Ahora, con seis discos, hay sesenta y tantas canciones y solo hacemos una versión cuando de verdad queremos hacerlo y es algo importante para nosotros. En cambio, antes se rellenaba el repertorio con versiones.
Haces la música que haces gracias a tu entorno, ¿pero cómo habría sido la música de Fabián de haber nacido gaditano? Y no me vale como respuesta Fabián y La Banda del Sur.
Alfredo González: (Risas) Fabián y La Charanga del Sur.
Fabián: Sería otro aire totalmente diferente. Haría canciones, pero de otra manera seguramente. El sitio de donde eres te define un poco, sobre todo el clima, tu personalidad y la forma de ver las cosas. También disfrutaría haciendo música, como ahora, pero probablemente sonaría de otra manera.
Tienes la canción “Todas las aves del sur”… y alguna letra que habla de salir del norte.
Fabián: Sí. En general, hablo de escapar. A mí me gusta mucho mi ciudad y por eso sigo viviendo allí, aunque estuve una temporadita en Madrid. Si quieres hacer cosas, tienes que estar yendo a Madrid constantemente, pero con el AVE me pongo en dos horas. Y más que escapar, es una idea de evasión, que es algo que le pasa a todo el mundo. Y no hace falta coger un tren o un avión, sino que es suficiente con ver una peli, leer un libro o escuchar un disco que te mole y que te haga vibrar.
«Que el viento nos cubra de polvo, que nunca sepamos por qué, que el miedo se pudra en el fondo, que nadie recuerde quién fue», cantas en “Turista”. Gracias a las canciones, ¿te terminas conociendo un poco más?
Fabián: Sí, sí, por supuesto. Siempre he dicho que hago canciones para intentar entender un poco de qué va todo esto. Con canciones, al final, partes de unas premisas y unas preguntas que intentas responderlas. O simplemente lanzas las preguntas al aire.
¿Y te da miedo conocer cosas de ti que no sabías?
Fabián: Miedo no, pero sí que da un poco de vértigo a veces. Vértigo o sorpresa; te puedes sorprender a ti mismo. Es algo que nos pasa a todos según vamos cumpliendo años y nos enfrentamos a determinadas situaciones. Nos sorprende nuestra reacción, sentimiento, la forma de enfrentarnos a las cosas…
En ese sentido, cuando cantas una canción tan personal, ¿cómo la siente la banda?
Alfredo González: Yo tengo dos perspectivas y creo que el resto de la banda la tiene parecida. En primer lugar, como somos dos coristas (Juan Marigorta y yo), muchas veces no escuchamos las canciones, sin fijarnos en lo que cuenta, para aprendernos el coro, pero al final acabamos entrando muy dentro de ella. Aparte, yo era muy fan de Fabián desde antes de entrar en La Banda del Norte, entonces todos los discos los he escucho desde una perspectiva de fan. Y por otra parte, que soy muy de cerrar las elipsis, Juan también tiene sus temas y yo soy un cantautor y tenemos unos universos muy semejantes. Quieras que no, las canciones de Fabián las entiendo como mías y las toco cuando me voy a guitarrear de fiesta por ahí.
¿Fabián sabe que lo haces?
Alfredo González: (Risas). Sí, y le mandan vídeos.
En una banda, ¿también se rompe el amor (de tanto usarlo)?
Fabián: En nuestra banda nos queremos mucho y somos todos amigos y tenemos todos una edad, algo que es muy importante. Todos hemos militado en un montón de historias y cada uno tiene su movida. Es verdad que siempre hay roces, porque cada uno tiene su horario y demás, pero creo que es importante que todos hayamos tenido antes nuestras bandas y movidas para tener el culo pelado en este tipo de cosas. Eso ayuda a que estemos muy bien.
Alfredo González: Pero una pareja que no discute no es una pareja.
Fabián: Sí, pero nosotros tampoco tenemos muchos conflictos y discusión no hemos tenido ninguna.
Alfredo González: Yo, como parte de la banda, pienso un poco lo que dice Fabián. Llevamos unos cuantos años y ya tenemos una edad… Esto va a sonar muy mal, pero cuando las ilusiones ya no son tan grandes y ya no piensas que vas a llenar Las Ventas, parece que no se te rompe el amor de tanto usarlo, porque lo buscas menos.