DISCOS
«Un notable álbum de blues jazzy que podía haber sido bastante mejor si en las tres primeras canciones no hubiera metido esa producción»
Tim Staffell
Two late
AUTOEDITADO
Texto: IGNACIO REYO.
Todos hemos visto cómo grandes artistas, como Nick Drake o Badfinger, han tenido esperar muchos años para ser valorados en su justa medida, es decir, leyendas de la música pop en todo el amplio sentido de la banda. No vamos a mentir: Tim Staffell no juega en la liga de Nick Drake y demás gente, pero sí es un excelente compositor e intérprete.
Reducir el papel de Tim Staffell simplemente como el hombre que dio el testigo en Smile a Freddie Mercury sería ya no solo falso, sino injusto. Después de dejar Smile, Tim estuvo involucrado en dos grandes bandas: fue cantante en el combo de progresivo Morgan (siendo compositor de sus letras y melodías vocales) y formó parte de Humpy Bong. A mediados de los setenta dejó de publicar música, actividad que retomó con su debut solista en este nuevo milenio, pero durante todas esas décadas siguió componiendo.
Se suele decir eso de que «una vez rockero, siempre rockero». En su caso, «una vez músico, siempre músico». Acaba de editar su segundo disco en solitario, Two late. Y arriesgándose. En su debut no dudó de tirar de contactos, y recreó dos canciones de la época Smile con Brian May. Aquel disco, titulado aMigo, superior a este Two late en algunas canciones, pero con dos versiones de Smile bastante flojas. ¿Por qué se vendió enseguida? Sencillo: bastó con las colaboraciones de Brian May, Morgan Fisher o el que fuera guitarrista de Thin Lizzy, John Sykes, un aliciente extra que ha hecho que en los últimos tiempos alcanzara cifras de venta muy elevadas para un simple cedé. Hablo de unos sesenta euros. De hecho, la peor es la reinterpretación que hace de “Doin’ all right”, bastante lejos en cuanto a calidad de las versiones originales de Smile y de Queen. Afortunadamente, a Tim le quedaban copias del disco y el pasado año las vendió a unos precios razonables y firmadas a cada persona que las compró vía Bandcamp. Two late también lo ha editado en Bandcamp, en varios formatos.
Two late se compone de nueve canciones. Las letras de Tim han cambiado bastante, han girado a un toque más social. Y las composiciones se intuyen en bruto, son muy buenas. Tim giró hacia el blues en 1969. Ese fue el factor para dejar Smile, que Brian May y Roger Taylor no sintieran su apasionamiento por los grandes bluesman como B.B. King o por artistas que sería imposible solo demarcarles en el blues, caso de Bob Dylan. El gran problema del disco es la producción. A veces le sienta bien a las canciones, y en unas pocas las convierte en un producto demasiado soft. Staffell, en su labor de vocalista, sigue manteniendo un registro vocal y de fraseo magníficos. Los teclados de Peter Hammond a veces encajan a la perfección, y otras se echa de menos que los hubiera podido sustituir por un piano. El otro asunto, el saxofón. En la canción “Kangaroo dancin’” queda perfectamente. Es posiblemente mi tema favorito del disco, que incluye hasta armónica. “Is anybody out there”, “Never gonna be allright” y “Chameleon” (aquí brilla especialmente el saxo y los teclados) también se benefician del saxofón y de los teclados. Justo los temas más rítmicos.
En cuanto a los tres primeros temas que abren el disco, da la sensación de escuchar buenas composiciones enmarcadas en una producción demasiado mainstream, demasiado easy listening. Y es un gran error, porque precisamente siendo los primeros tres disparos te hace pensar que todo el disco va a cometer ese gran fallo. Uno cree que se va a encontrar con el enésimo disco de orientación blues jazzy de radio fórmula, incluso en el resto del cedé sobrevuela esa impresión. La realidad es que estamos ante un notable álbum de blues jazzy que podía haber sido bastante mejor si en las citadas tres primeras canciones no hubiera metido esa producción que, aunque sobrevuela por todo el álbum, lastra especialmente esas canciones.
–
Anterior crítica de discos: Cementerio indie, de Airbag.