La formación original de la célebre banda de rock británica de los ochenta se ha reunido nuevamente para salir de gira. ¿El motivo? La reedición de su primer álbum, Hit by hit.
Texto: EDUARDO GUILLOT.
En los últimos tiempos, la nostalgia se ha convertido en una fuente de ingresos más que sustanciosa para la industria del pop, y cada dos por tres surgen noticias de grupos (unos famosos, otros no tanto) que reaparecen por arte de magia o graban nuevo disco después de pasarse años sin dar señales de vida. El “remember” funciona de maravilla. Hay un sector de público adulto que no sigue la actualidad musical ni acude a conciertos en directo, pero que es capaz de movilizarse para volver a ver a los grupos de sus años mozos. De igual modo, también existe un público joven que ha oído hablar de esas bandas pero que, por su corta edad, nunca ha tenido ocasión de disfrutarlas en vivo. Entre unos y otros, conforman una audiencia suficiente que está consiguiendo que resuciten infinidad de formaciones que alcanzaron sus días de gloria en la década de los ochenta. Los penúltimos (porque ya se anuncia gira de Proclaimers) son The Godfathers, que vuelven con la excusa del vigésimo primer aniversario (una cifra redonda, como se puede comprobar) de la publicación de Hit by hit, su estupendo álbum debut, que reaparece ahora en formato de doble CD con todo tipo de extras.
Justo también es decir que el quinteto londinense comandado por los hermanos Peter (voz) y Chris Coyne (bajo) era una portentosa banda de rock and roll, heredera a partes iguales de la energía del punk y de la consistencia sonora del pub rock. Por eso, su regreso suscita más complicidad que el de otros, entre otras cosas porque se ceñirá, casi exclusivamente, a su gira española. Después, ofrecerán en Londres su tradicional concierto en conmemoración de la célebre matanza del Día de San Valentín y darán otro par de actuaciones en Grecia. Nada más. Al menos, de momento, porque en estos casos nunca se sabe, y si el público responde con entusiasmo, las fechas suelen multiplicarse para aprovechar un momento dulce que bien podría ser el último.
El regreso de The Godfathers tiene un aliciente adicional, y es que vuelven con la formación original, la que figura en sus magníficos tres primeros álbumes: el citado Hit by hit (1986), el exitoso Birth, school, work, death (1988) y More songs about love and hate (1989), todos ellos grabados por los hermanos Coyne junto a Kris Dollimore (guitarra), George Mazur (batería) y Mike Gibson (guitarra), y producidos por el infalible Vic Maile (Motörhead, Dr. Feelgood, The Who).
The Godfathers reaparecen para reivindicar un legado que, sorprendentemente, parece no haber hecho mella en las bandas surgidas en años posteriores, que nunca les han citado como influencia y, en muchos casos, ni siquiera conocen su existencia. Una lástima, porque canciones como “If I only had time”, “This damn nation”, “Cause I said so”, “She gives me love”, “Walking talking Johnny Cash blues” o “Love is dead” no sólo forman parte de la banda sonora de toda una generación, sino que reflejan un modo de entender el rock and roll (furioso, agresivo, anfetamínico, cargado de actitud) que se echa mucho de menos en las bandas británicas actuales.
¿Cómo surgió la idea de reformar la banda?
Peter Coyne: Decidimos hacerlo para dar una serie limitada de conciertos especiales y tocar en algunos festivales durante 2008, empezando por las fechas que tenemos en España en febrero y, de paso, promocionar la reedición de Hit by hit, nuestro álbum de debut. En realidad no es un regreso. Son The Godfathers diciendo hola y adiós a nuestra audiencia y a nosotros mismos como músicos, intérpretes y seres humanos. Son los cinco miembros originales de un gran grupo tocando otra vez grandes canciones y poniendo fin a nuestra carrera por todo lo alto.
¿Fue complicado reunir a los cinco miembros originales?
PC: Hubo muchas reuniones y llamadas telefónicas antes de que todos accedieramos a hacerlo. Todo muy Godfathers. ¡Todo muy The Sopranos!
Aparte de la formación original, ¿qué diferencia hay entre este regreso y los que protagonizasteis en los noventa?
PC: De nuevo, insisto en que no se trata de un regreso, sino de una oportunidad de tocar unas canciones fantásticas por parte de las cinco personas que pusieron en marcha el grupo. Siempre fuimos una banda muy agresiva en directo, y esta formación era mágica, pura, virtualmente intocable. Rock and roll crudo y primario en su mejor expresión.
Chris Coyne: Éste es el único regreso del grupo. The Godfathers funcionaron con regularidad, aunque con algunas idas y venidas, durante muchos años.
Vic Maile produjo vuestros tres primeros discos. ¿En qué medida se le puede considerar responsable del sonido duro y directo del grupo?
PC: Vic era un productor genial y un tipo adorable y divertido. Le echo de menos. Aprendió de la mano de auténticos maestros, como Joe Meek y Shel Talmy, al lado de gente que nos encanta, como The Who, Small Faces, Motörhead o Screaming Blue Messiahs, y puso a nuestro servicio todos sus conocimientos para conseguir el fantástico, poderoso y conciso sonido de nuestros discos. Fue el sexto miembro de The Godfathers en aquellos tres álbumes.
CC: Toda la responsabilidad fue suya. Todos le queríamos, confiábamos en sus ideas y le respetábamos. Vic Maile hizo a The Godfathers.
Steve Brown, que tampoco es mal productor, se hizo cargo de Unreal world, pero los resultados no fueron los mismos.
PC: Por supuesto, el sonido de Unreal world es totalmente diferente, tiene una producción más acorde con los noventa. Pero hay algunas grandes canciones en el disco, como “Unreal world”, “This is war” o “Believe in yourself”. Lo escuché recientemente y me parece que suena muy bien y que es bastante potente.
CC: Desgraciadamente, Vic murió, así que tuvimos que buscar una alternativa. Y, desde luego, el soniodo no fue el mismo con Steve Brown.
¿Qué pasó con la banda en los noventa? Salisteis de Epic y el disco siguiente, The Godfathers (1993), que contenía buenas canciones como “Strange about today”, fue totalmente ignorado.
PC: Durante varios años estuvimos tocando por todo el mundo con diferentes formaciones. En aquella época, mi hermano y yo no nos llevábamos precisamente muy bien, y tampoco estábamos disfrutando, así que decidimos acabar con el grupo. Y sí, “Strange about today” es otra buena canción, pero no logramos sacarle partido porque ya no contábaamos con el apoyo promocional de un sello multinacional como Epic/Sony, así que nadie se enteró.
CC: Nadie dijo que esto fuera fácil. Y no hemos sido la única banda que ha pasado por algo así.
La primera edición de Hit by hit llevaba el sello de Corporate Image, vuestra propia compañía. ¿Por qué no sacasteis The Godfathers y Afterlife (1995) con ella?
PC: Eso es una idea estupenda. Creo que deberíamos tratar de hacerlo ahora. Son dos discos que merecen ser escuchados y tenidos en cuenta como parte del legado de The Godfathers.
CC: Tenemos que ver si las grabaciones son propiedad nuestra.
¿Hay planes para publicar también reediciones especiales de Birth, school, work, death y More songs about love and hate?
PC: Eso sería competencia de Sony/Epic, no tenemos control sobre ello. Ellos tienen los derechos de esos dos discos y de Unreal world. Quizá sea posible, el tiempo lo dirá.
CC: Quién sabe. Me encantaría que lo hicieran, porque la mayoría de las canciones que contienen son clásicos del rock and roll.
Siempre he pensado que no fuisteis lo suficientemente reconocidos. ¿Tenéis alguna explicación para ello?
PC: Éramos demasiado extremos para la época. Genuinos marginados, demasiado ariscos y reales para ser vendidos a las audiencias pop masivas. Pero fuimos extremadamente populares en todo el mundo, tocamos en decenas de países y la respuesta de la gente fue fantástica. Incluso fuimos grandes en Estados Unidos, donde “Birth school, work, death” se convirtió en un hit. No me quejo del reconocimiento que hemos obtenido. Podríamos haber ganado más dinero, pero esa ya es otra historia…
CC: ¡¡A mí no me reconocieron suficientemente porque llevaba barba postiza, gafas de sol y sombrero!!
¿Tenéis previsto grabar canciones nuevas, o la gira es el punto final del grupo?
PC: En este momento, no hay planes de hacerlo. Cada cosa a su tiempo.
CC: Sólo Dios y The Godfathers lo saben.
¿Qué podemos esperar del grupo en vivo actualmente?
PC: Vamos a esforzarnos por dar lo mejor de nosotros, como siempre. Un poco del mejor rock and roll servido por una de las más grandes bandas británicas de todos los tiempos. Siempre fuimos muy potentes en directo, y los ensayos están sonando de maravilla, así que va a ser la leche.
CC: Grandes canciones, gran sonido y gran espectáculo.
España fue plaza ganada casi desde el principio. ¿Qué recuerdos tenéis de las numerosas giras que hicisteis por nuestro país?
PC: El público español es fantástico: salvaje, entusiasta y amante del rock and roll, exactamente como nosotros. Lo hemos pasado en grande tocando allí y estamos deseando volver a hacerlo. La gente siempre nos hizo sentir bien y su actitud es magnífica, por eso hemos decidido que sea el primer país que visitamos en esta gira. Es una muestra de respeto.
¿Qué opináis del rock and roll inglés actual?
PC: Es prácticamente inexistente. Pero presta atención a un nuevo grupo que se llama The Jim Jones Revue y que nos teloneará el 14 de febrero en Londres. Suenan muy bien.
CC: Ojalá haya alguien ahí fuera que mantenga viva la llama. Les deseo suerte, dondequiera que estén.
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THE GODFATHERS GIRA ESPAÑOLA
06.02.08 Sala Apolo. Barcelona?
07.02.08 Sala Mirror. Valencia?
08.02.08 Sala Heineken. Madrid?
09.02.08 Sala Santana 27. Bilbao
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AL MARGEN DE LA FAMILIA
Ninguna de sus aventuras paralelas ha tenido la repercusión que alcanzaron con The Godfathers, pero todos los integrantes del grupo han estado relacionados con proyectos musicales cuando la banda permanecía inactiva. De hecho, los hermanos Coyne empezaron su carrera musical en una formación anterior, The Sid Presley Experience, que llegó a editar un par de apreciables maxisingles en 1984 (uno de los cuales, por cierto, ya incluía “Cold turkey”, la versión de John Lennon que aparecería en Hit by hit).
Mike Gibson grabó un disco con los City Farmers en 2004, pero el otro guitarrista, Kris Dollimore, ha sido el más activo: abandonó The Godfathers en 1990, y a partir de entonces ha tocado junto a Johny Thunders y Dee Dee Ramone en The last race (1996), uno de los discos en solitario de Stiv Bators (Dead Boys, Lords of the New Church), giró con la banda de Adam Ant y entre 1993 y 1996 fue miembro oficial de The Damned, cuyo batería, Rat Scabies, también contó con él en el proyecto paralelo The Germans, donde no es casualidad que cantara Peter Coyne. Además, Dollimore formó parte de Del Amitri y trabajó como productor y guitarrista de la cantante country Eileen Rose. En 2006 debutó como solista, con un disco de blues titulado 02/01/1978.
Por su parte, el batería George Mazur estuvo trabajando como músico de sesión en diferentes grabaciones, y los hermanos Coyne resucitaron en algunas ocasiones la marca The Godfathers para hacer giras puntuales con diferentes formaciones, además de su tradicional concierto anual del 14 de febrero, conmemorando la matanza del Día de San Valentín, ordenada en 1929 por Al Capone para acabar con siete miembros de una banda rival en Chicago.