“The Beatles. 501 historias que deberías conocer”

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Gustará a todo aficionado a la música, y si le gusta explorar tendrá horas y horas de diversión”

 

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“The Beatles. 501 historias que deberías conocer”
MILENIO

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

Quinientas una historias son muchas historias. Tantas, que a razón de una por día darían casi para año y medio. Pues en este volumen, cuyo subtítulo no engaña, se nos ofrece precisamente eso: escenas, curiosidades, canciones… de The Beatles, de la música en general —obligado, tuvieron sanas relaciones con sus compañeros— y de los sesenta en particular. En una amplia horquilla que va desde sus infancias hasta la muerte de George Martin en marzo de 2016 se encaja todo lo bueno y malo que les sucedió. La estructura es cronológica y va marcando etapas, en el caso del grupo muy claras.

El volumen combina datos conocidos por todo el mundo –que Brian Epstein acudió a The Cavern para verlos, por ejemplo— con datos indiscretos de su vida íntima. Quizás sean estos últimos los más interesantes porque desvelan la intrahistoria, esas casualidades que a veces llegas a conocer casi al azar. Así se exponen los juegos para buscar nombre —se iban a llamar Japage; anagrama, claro— y las innumerables grabaciones con asombroso material inédito, desde un concierto de los Quarrymen a música de Paul para videojuegos que solo oyes cuando lo completas.

Escrito a ocho manos por cuatro conocedores enciclopédicos del mundo del cuarteto, alguna anécdota aparece repetida. Poco importa, la cantidad es tan ingente que a cada página nos sorprendemos más. Ahí están su pasión por el Scalextric, cómo unas gominolas pudieron acabar físicamente con ellos, el regalo que le hizo Lennon a un amigo —todo un supermercado—, la solicitud para componer la banda sonora de “El libro de la selva” o comidas con Dalí.

Tienen el acierto las fichas de trabajar continuamente con canciones, las oficiales y las demos, que en el caso de The Beatles son impecablemente orientativas. El lector curioso puede buscar inéditos que le sorprenderán. Dedica espacio muy extenso, por ejemplo, a mis maquetas preferidas junto a las de la audición de la Decca: las del doble blanco. Son fáciles de buscar, el lector haría bien en intentarlo, disfrutar y con ello conseguir el objetivo del libro, que no es únicamente informar a los fans de los Beatles. Hablo bien, gustará a todo aficionado a la música, y si le gusta explorar tendrá horas y horas de diversión.

Anterior crítica de libros: “Lejos de todo”, de Rafa Cervera.

 

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