DISCOS
“Parece que siguen una vía muy definida, con paisajes boscosos y perfilados y estribillos vibrantes”
Yo, estratosférico
“Potencialmente infinitos”
AUTOEDITADO
Texto: CÉSAR PRIETO.
Empecemos por la tacha. José Salcedo, el cantante de Yo, Estratosférico, posee un timbre de voz idéntico al de Enrique Bunbury. Si a ello le sumamos la exaltación épica de sus canciones, nos sale una ecuación que da como resultado Héroes del Silencio. Quizás no busquen la comparación y su personalidad se encuentre cómoda en esos espacios grandilocuentes, pero la interpretación es que se acercan a ellos demasiado.
Pese a todo, es un disco de buenas canciones, cuidado y con desarrollos instrumentales efectivos que se mueve constantemente en la misma dirección: un entramado de densidad en las bases que resulta con todo luminoso y afilado. No es ajena a este colchón la espléndida presencia de las guitarras, que desde el primer momento, en ‘Vive lejos, muere cerca’ tienen ese toque ligero de Johnny Marr, con lo cual la influencia de The Smiths también está en sus genes, para acabar el tema distorsionándolo todo.
En otras ocasiones, ‘Mal de altura’, son un tanto más concentrados y oscuros, como un desgarro en las tripas y si se basan en un riff, como ocurre en ‘Nautilus’, no cejan y lo llevan adelante a piñón, cercanos al punk. Bien complementados todos, cuando la línea de bajo es tan certera como en “Reikiavik” le dejan espacio para que oxigene toda la canción.
Ninguna se aparta de los parámetros hasta el final, donde si acaso ‘El camino de hielo’ arranca más acústica y lenta, para ir cogiendo poco a poco electricidad y masa. Así pues, en su segundo disco, más cuidado, Yo, Estratosférico parece que siguen una vía muy definida, con paisajes boscosos y perfilados y estribillos vibrantes: la oda a la inocencia que es ‘Noche de Reyes’ despliega uno perfectamente emocionante. En la estela de Izal o Vetusta Morla, va a gustar a los que intenten, en música, llegar a la emoción desde el énfasis en la desmesura.
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Anterior crítica de discos: “Anything Coul Happen”, de Bash & Pop.