DISCOS
“Pop vaporoso y elegante con toques folk, melodías frescas llenas de matices y textos cargados de un compromiso poético, palpitante de cotidianeidad, al alcance de muy pocos”
Dolorosa
“Que el mañana sea bueno”
WILDPUNK RECORDS
Texto: DAVID PÉREZ.
Como ese primer rayo de sol que se cuela por la ventana y te despierta sin querer, así llega “Que el mañana sea bueno”, el primer largo de los granadinos Dolorosa. Un dulce despertar que esperábamos con ganas tras el epé “Dolorosa” (2014), con joyas como ‘Risparmiando tempo’ o ese amargo y luminoso canto de ‘La vida es triangular’ (rescatado en el nuevo álbum), sempiterno intento desesperado de borrar las interferencias que revolotean toda relación de amor.
Raúl Bernal (teclados, guitarras, coros y producción), músico de referencia en Granada, fraguado en mil batallas junto a Lapido, Grupo de Expertos Solynieve o bajo el alias de Jean Paul, lleva el timón de Dolorosa, componiendo la música y letra de estas once piezas que tuvieron la gran suerte de encontrar, tras los arrecifes de la barra de un bar, la voz de Natalia Muñoz. El equipo lo completan las imprescindibles baquetas de Antonio Lomas (Grupo de Expertos Solynieve), Fran Ocete a la acústica y española y Chesco Ruiz al bajo.
El suyo es pop vaporoso y elegante con toques folk, melodías frescas llenas de matices y textos cargados de un compromiso poético, palpitante de cotidianeidad, al alcance de muy pocos. Despegamos con ‘Dominar el tiempo’, con una Natalia Muñoz que recuerda por momentos a Eva Amaral pero con luz propia, bien acompañada por la voz de Bernal y un teclado luminoso que, junto al empuje de Lomas a la batería, serpentea por cada surco del disco.
Si Natalia ya nos convence en la primera pista, con ‘Tú te vas de mí’ (el amante que se va y el amado que siempre espera) nos atrapa completamente. Ese fraseo de “Dejadme en silencio como quien deja de beber, con cierto remordimiento…” o el siguiente pico con “Te fuiste en la alborada con el sigilo de un ladrón, ignorando las casualidades…”, deja señales en la piel a cada escucha.
La esperanzadora ‘Que el mañana sea bueno’ es otra de las canciones más redondas de este trabajo, con una percusión inicial en la que resuena el arranque de la ‘Leyenda del tiempo’, y que termina por fundirse con las guitarras y la trompeta fronteriza de Jimi García, también presente en la dubitativa ‘El invierno más frío’.
La pegadiza y bailable ‘Stolte parole’, con su rencor y rabia contenida, crece y te envuelve como una enredadera, para terminar con una ‘Canción protesta’ que podría haber encajado en el genial “Resituación” (2014) de Nacho Vegas, tanto por la irónica y brillante letra (hecha a partir de proclamas de pancartas de las manifestaciones), como por su hipnótica cadencia. “El mañana” no sabemos si será bueno, pero “el hoy” sí, con Dolorosa.
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Anterior crítica de discos: “Verbenas y fiestas menores”, de Dani Flaco.
