“Es uno de los mejores de la etapa de Bon Scott, sobre todo por sentar las bases de lo que cuarenta años después siguen abanderando esta banda”
Tras cerrar su etapa en El Puchero del Hortelano, Antonio Arco se estrenó en solitario con “Uno”, su primer disco como Arco. Estos días se encuentra presentándolo en directo, y después de pasar por Granda y Málaga tocará el día 11 de febrero en Barcelona (Salamandra 2), el 17 en Bilbao (Sala Azkena) y el 18 en Madrid (Caracol). Mientras su carrera vuelve a empezar, en cierta manera, aprovecha para volver la vista atrás para compartir en Efe Eme el disco que marcó su punto de partida.
AC/DC
“High Voltage”
ATCO RECORDS, 1976
Texto: ARCO.
Mi disco elegido es el primer vinilo que me compré y uno de mis discos preferidos de rock and roll a día de hoy: “High Voltage” de AC/DC. Lo pillé siendo un crío por la ya desaparecida revista “Tipo”, que era la forma más cómoda que teníamos los que vivíamos en pueblos de acceder a la música, nos juntábamos varios amigos y hacíamos los pedidos juntos para ahorrar en gastos de envío. Recuerdo la emoción y el nerviosismo cuando llegaba el aviso de Correos para recoger el paquete, el ritual que suponía abrir los vinilos y sacar las letras, pincharlo y escucharlo del tirón… el tiempo se paraba.
Yo conocía a los AC/DC por la hermana mayor de mi amigo Mario, “la Paca”, que era quien nos aportaba música nueva. El primer disco del grupo que nos dejó pillados fue el “Highway to Hell”. A partir de ahí fueron cayendo uno tras otro hasta prácticamente completar la discografía.
Volviendo al “High Voltage”, es un discazo lleno de himnos rockeros. El tema que lo abre ‘Its a long way to the top if you wanna rocknroll’ es una maravilla, empezando por el título y acabando por la gaita que Bon Scott mete a hierro durante la parte final del tema. Otra de sus joyas es ‘Live Wire’, esta incluso la versionamos con mi banda de la adolescencia ‘Tatamka’ y sonó en nuestros primeros conciertos.
No puedo decirte que sea el mejor de los discos de AC/DC porque hay verdaderas obras de arte en su extensa discografía, pero sin duda es uno de los mejores de la etapa de Bon Scott, sobre todo por sentar las bases de lo que cuarenta años después siguen abanderando esta banda. En casa siempre tiene un hueco, las últimas veces a petición de mi hijo Manuel, que tiene seis años y ha salido muy rockero.
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