Vida y milagros de Sgt. Pepper’s. Un disco para una época
Clinton Heylin
GLOBAL RHYTHM
Aunque en apariencia pueda parecerlo, este muy interesante –aunque discutible– volumen no es, de nuevo, la descripción o un anecdotario de cómo y por qué se fraguó aquel legendario álbum de los Beatles. Ese trabajo ya lo hizo en su día –y muy bien por cierto– el bueno de George Martin que no en vano fue uno de sus promotores y, es probable, que al respecto y gracias a la copiosa bibliografía y filmografía complementarias disponibles, poco o casi nada pueda decirse aún. Lo que engancha de verdad del libro de Heylin es su magnífico acercamiento al contexto histórico, artístico y humano que envolvió la producción de las canciones del «Sargento Pimienta y su Banda de Corazones Solitarios» a partir de una defensa muy razonada pero sobre todo desmitificadora de una supuesta “conceptualidad” otorgada popularmente a dicho disco. El autor, basándose en una muy detallada y amplia documentación, reconstruye de forma admirable el ambiente que generó ese álbum y otros trabajos de artistas y bandas diversos, contemporáneos antes y después de su producción y comercialización, en una demostración clara de que entre ellos siempre hubo conexión personal, intercambio de ideas y, cómo no, también, ciertas dosis de rivalidad. Superando lo que podría haber sido una nueva y prolija descripción del trabajo –más que nada de estudio– que dio como resultado al más alabado trabajo de Lennon, McCartney y compañía de toda su notabilísima discografía, lo que también agradece es la disección casi psicológica de todos los protagonistas y su quehacer artístico, lo que sin duda ayuda a entender mucho mejor los logros personales de cada uno pero también ciertas de sus debilidades y miserias individuales.
En última instancia, esta Vida y milagros del Sgt. Pepper’s revela que a su autor, mucho más que apasionarle los Fab Four, lo que les reconoce es una jerarquía bien ganada en la liga musical de mediados de los 60 pero en la que tipos como Bob Dylan, Brian Wilson, los Who, los Small Faces, Pink Floyd, Hendrix o los Rolling Stones, jugaron también en su misma categoría, obteniendo notables triunfos parciales en según qué enfrentamientos cuerpo a cuerpo.
JAVIER DE CASTRO.
Animals de rock & roll
Àngels Bronsoms
PÒRTIC
La oferta de libros que contemplan la música que se gestó en este país en el periodo llamado de la Transición resulta abundante y, en la mayoría de ocasiones, excelente. Faltaba, eso sí, alguna obra que explorase la época desde las vivencias de los protagonistas y les cediese la palabra en el marco preciso de una entrevista. Angels Bronsoms, reconocida periodista en el ámbito de la radio y la televisión catalanas, lleva adelante con empeño y éxito la tarea. Y demuestra a la vez que Barcelona fue también gestora de la modernidad. El hecho de que el volumen esté escrito en lengua catalana no es más que una anécdota, puesto que su naturalidad hace que sea fácilmente inteligible, incluso para aquellos que no la hablan.
Complementario y casi una introducción de la ya clásica obra de José Luis Gallero –más centrada en los ochenta– este particular Por favor, mátame a la española revisa los recuerdos de veinte de los más creativos jóvenes de aquellos años. Su valor estriba en que no escoge únicamente a aquellos que han hecho carrera en el mundo de la música, también nos revelan sus experiencias creadores que han destacado después en otros campos, pero que en la época convivían con círculos musicales. Así Alaska o la siempre clarividente Patricia Godes comparten volumen con Toni Miró y Mariscal, para completar entre todos una trama sociológica, literaria, cinematográfica de aquellos años. La trama que se vivía a pie de calle
No es, por ello una obra que proponga una nueva visión del periodo, lo interesante son sus estampas, la lejana invocación de sensaciones. Porque esa es precisamente la parte de la historia que siempre se omitía.
CÉSAR PRIETO.
I feel good. Las memorias de James Brown
James Brown
GLOBAL RHYTHM PRESS
La vida del padrino del soul no fue apta para públicos menores, por eso resulta un tanto frustrante comprobar que su libro de memorias apenas llega a las doscientas páginas. No obstante, cada una de ellas se disfruta hasta su última letra. A ello ayuda el estilo sencillo y directo con el que el desaparecido cantante se dirige al lector, en una suerte de charla amigable cara a cara, para narrarle decenas de anécdotas y algún que otro secreto no confesado hasta la fecha. Es una pena que los editores animasen a Brown a centrarse en su vida privada bastante más que en sus hazañas musicales –no cabe duda de que al libro le sobra morbo–, pero aun así su lectura resultará seductora para todo el que se anime a dejarse llevar por esta vida desenfrenada de un concierto a otro. Sin índice ni anexo alguno, el volumen se lee casi de un tirón, produciendo un efecto tan rotundo como las propias grabaciones del mejor Brown.
JAVIER MÁRQUEZ.
Vida y música de Bill Evans
Peter Pettinger
GLOBAL RHYTHM
La carrera del pinista de Nueva Jersey Bill Evans se truncó de forma prematura a los 51 años cuando, seguramente, aún le quedaban cosas importantes que aportar a la historia del jazz. No obstante, su carrera debe ser calificada de excepcional puesto que las intensas décadas que ilustran su trabajo en vivo y sus grabaciones desde finales de los 40 y hasta el instante mismo de su traspaso lo hacen aparecer como una auténtica «rara avis» del género. Formado en plena efervescencia del be-bop y vanguardias como el cool que vinieron a continuación logró, sin embargo, que su personal estilo basado en un lirismo interpretativo sin parangón entre sus contemporáneos y que halló una muy especial piedra filosofal en peculiares acercamientos a la tradición, unas armonías del todo impresionistas y líneas melódicas más sincopadas que nadie, convirtiendo todo ello en auténtica denominación de origen de su estilo pianístico. Auque no puede decirse, ciertamente, que Evans navegase contracorriente en lo musical si que debe reconocérsele, no obstante, una sonoridad única e intransferible que logró encandilar como a nadie, a Miles Davis –seguramente– el más innovador intérprete de jazz de la segunda mitad del siglo XX. Los requerimientos de éste para trabajar juntos en diferentes períodos a partir de finales de la década de los 50 dieron lugar a algunos de los mejores momentos de toda la trayectoria de ambos creadores. El único pero que debe achacársele a Evans fue, quizás, un carácter demasiado cambiante y atormentado que le influyó negativamente en ocasiones pero que, quizás, le otorgase también los ingredientes necesarios para dotar a su música de toda el alma que tanto el público como los críticos o, incluso, sus propios compañeros músicos le reconocen sin apenas excepción. Este libro, primera biografía de Evans en nuestro idioma, habla de todo ello logrando, página a página, conferir a este jazzman excepcional toda la grandeza que sin duda mereció por su personalidad y el grandísimo calibre que con el paso de los años ha alcanzado el conjunto de su obra.
JAVIER DE CASTRO.
