“Salud y rock and roll”, de Loquillo

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DISCOS

“Puede que hayas escuchado muchos discos en vivo de Loquillo, pero como este, ninguno”

 

loquillo-15-12-16

 

Loquillo
“Salud y rock and roll”
WARNER

 

Texto: JUANJO ORDÁS.

 

Loquillo continúa resolviendo la encrucijada en la que se encontró con la edición de “Viento del este” (Warner, 2016), un disco de transición con el que emprendía una nueva etapa sin Jaime Stinus como productor. De ahí que se dijera adiós al meritorio sonido conseguido por este –entre la vanguardia y la tradición– y se entrara en el territorio sonoro de Josu García y Mario Cobo, mucho más clásico. Sin que “Viento del este” fuera un mal disco, este nuevo trabajo en vivo apuntala la dirección señalada, abriendo un camino que podría seguir o no en el futuro, pero consolida su nueva vida artística. Nada mejor que hacerlo con el aval del público en dos cedés más deuvedé grabados en vivo en Las Ventas. Si Loquillo quería encontrar un nuevo norte, esa noche lo hizo con el respaldo de una audiencia entregada.

Por otro lado, es necesario diseccionar su banda, porque son ellos los que apoyan la visión de Loquillo, son ellos quienes ayudan a darle forma. Pese al protagonismo del cantante, sorprende la cantidad de voces que le acompañan, aportando matices a las canciones, adaptándolas a una sonoridad nueva. Aquí pocas van a sonar como en el disco, y las más fieles, como por ejemplo las de “Viento del este”, suenan todavía mejor. ¿Quién iba a decir que ‘Salud y rock and roll’ podría funcionar tan bien como apertura? Sobre los miembros del equipo, siempre brillan Igor Paskual y Laurent Castagnet, dos estrellas en un grupo de números uno. Qué grandes fichajes han sido Alfonso Alcalá (¿el bajista más molón de la actualidad?), Josu García y, más recientemente, Mario Cobo. Se produce un poco el efecto Bad Seeds: cualquier miembro de esta banda podría capitanear su propio proyecto musical. Y de hecho algunos lo hacen. También merece mención Raúl Bernal, un fuera de serie a los teclados.

El show madrileño recogido aquí fue ligeramente más largo que los habituales, un tour ya de por sí valiente que reniega de la nostalgia, tocándola lo justo. Genial la nueva ‘Línea clara’, poderosa ‘A tono bravo’, contundente ‘En las calles de Madrid’ y muy hermoso el nuevo arreglo final de ‘Cadillac solitario’. También resulta distinta ‘Arte y ensayo’, menos arty y un poquito más visceral, y por supuesto, vibrante el segmento rockabilly de más o menos mitad del show. Puede que hayas escuchado muchos discos en vivo de Loquillo, pero como este, ninguno.

 


Anterior crítica de discos: “Tiempo al tiempo”, de Hilario Camacho.

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