Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Clutch, formados como tantos otros grupos por los compañeros de instituto en este caso el Seneca Valley High School –Dan Maines, Jean-Paul Gaster y Tim Sult– tuvieron que ver como su cantante Roger Small les abandonaba rápidamente, en lo que a la postre fue una suerte, para ser sustituido por el carismático Neil Fallon. En 1993 debutaban con el disco “Transnational speedway league: anthems, anecdotes, and undeniable truths” y aunque su música era clasificada como cercana al metal, con etiquetas como hard-rock o stoner, pronto se vio que allí había algo más gracias a una evidente influencia del blues y la psicodelia, con nombres como Jimi Hendrix, Led Zeppelin, Thin Lizzy o Howlin’ Wolf como algunas de sus influencias.
Cuando en 1998 Clutch ficha por una major como Columbia para publicar su entonces tercer disco, “The elephant riders”, ya han confirmado una de sus grandes señas de identidad, en este caso extra musical: una compacta legión de seguidores que los seguirán fielmente a lo largo de toda su carrera. Aunque tendrían que esperar hasta “Blast tyrant” (2004) y el impacto radiofónico de ‘The mob goes wild’ para conocer el éxito masivo. Desde entonces su repercusión mediática no ha parado de crecer y discos como “From Beale Street to Oblivion” (2007) con la insuperable ‘Electric worry’ o “Strange cousins from the West” (2009) que incluye una espléndida versión del ‘Algo ha cambiado’ del argentino Pappo tienen buena culpa de ello.
Su disco más reciente es “Psychic warfare” (2015), y ese es el trabajo que vienen a presentar a nuestro país en tres fechas que se me antojan imprescindibles: 8 de diciembre en Pamplona (Zentral), 9 en Barcelona (Sala Apolo) y 10 en Madrid (La Riviera).