“Los corredores de fondo están preparándose todo el tiempo, no hay ni principio ni fin”
Llevan más de quince años juntos, pero Mala Suerte sigue peleando por hacerse un hueco. Lo hacen ahora con su noveno disco, “Traje blanco de cartón”, que presentan este viernes en Madrid. Por Arancha Moreno.
Texto: ARANCHA MORENO.
“Un amigo me dijo hace mucho tiempo que hay dos maneras de ser músico: el que quiere triunfar rápido y los corredores de fondo. Los corredores de fondo están preparándose todo el tiempo, no hay ni principio ni fin”. En ese segundo grupo que apunta el guitarrista Manu Casla está Mala Suerte, una banda madrileña que dio sus primeros pasos a finales de los 90, y que debutó en 2005 con “Fábrica de sueños”. Desde entonces, en apenas una década han publicado la friolera de nueve discos, el último de ellos “Traje blanco de cartón”, su apuesta más firme y el disco del cambio.
Hasta llegar a él no han dejado de grabar y tocar en su ciudad, donde tocaron para 800 personas Teatro Haagen Dasz, en su décimo aniversario como banda. Pero es ahora cuando sienten que están en un momento especial: “En el fondo nunca nos lo habíamos tomado tan en serio como en este disco. Hemos hecho música durante quince años porque nos apasiona, porque forma parte de nuestra rutina y hacer canciones y conciertos, pero es con este disco con el que hemos decidido hacerlo a lo bestia”, reconoce César Álvarez, cantante y compositor del quinteto, formado por Manu Casla (guitarra), Nacho Álvarez (batería), Mario Aldaz (bajo) y David Prieto (teclados).
Este importante paso lo dan con convencimiento, por la fe que tienen en estas canciones. “Este es el momento: tenemos lo que siempre hemos buscado, las canciones, el sonido… y teníamos que hacerlo. Esto es lo que estábamos esperando”, apoya Manu Casla. Se han encontrado con una decena de canciones de pop, de amor y desamor, donde cantan a la pérdida, al dolor, a la ruptura… y a las noches que terminan de día. Para producirlas han llamado a Fernando Montesinos, que, según dicen, “ha sacado lo que teníamos dentro, nos ha dado una vuelta de tuerca”, apunta el guitarrista. “Siempre hemos tenido unas producciones buenas, el año pasado nos produjo Juan de Dios Martín. Montesinos no ha hecho nada distinto, pero ha hecho algo distinto”, insisten. “Es el único que no ha dirigido mi voz, me han dejado hacer lo que hago normalmente”, cuenta César. “Él tenía en la cabeza cómo quería que sonara la guitarra, lo tenía tan claro que lo grababa con ese sonido desde el principio”, añade Manu.
Pero sin canciones, el sonido no serviría de nada. Y por primera vez han sentido que tenían “diez singles. Hemos tenido problemas para sacar qué canción íbamos a sacar primero. Cada una tenía una historia”, Manu Casla. La estabilidad y ver el mundo desde otro prisma han afectado a las composiciones. “No sé si ha cambiado mi forma de escribir”, duda César, “escribo lo que tengo dentro, pero me puedo meter en los zapatos de quien era hace cinco años, aunque ha cambiado mi vida a la hora de llegar a casa”.
Entre ellas, canciones de amor como ‘Eres tú’, ‘Por delante’ y ‘Traje de cartón’, y de desamor, como ‘De vez en cuando’, una historia “dictada casi literalmente por un amigo a altas horas de la madrugada”. La amargura y el dolor se palpan en ‘Como en un cuento’, “la historia de un amigo que perdió a su hermana de una manera totalmente inesperada. ¿A quien le cuento ahora las cosas? A ella nunca más se lo voy a poder contar ya. Por eso, como en un cuento, quiero creer que va a vivir dentro de mi siempre”, explica su autor.
Otro golpe de realidad se encuentra en ‘No hay nada que hacer’: “Es el fin absoluto de una relación, cuando estás tratando de decirle a tu pareja que lo vuestro se ha terminado, y tu pareja no lo quiere ver, y es imposible”. Una canción para la que han contado con Laura Rubio, antigua vocalista de Garage Jack, una de las colaboraciones del disco, en el que también ha participado Álvaro Quesada.
Dos de los temas de este trabajo recogen la toxicidad: ‘Malasaña’ y ‘Todo mancha’. Esta última mezcla “millones de sentimientos, uno de ellos es el rencor. Todo mancha, todo pesa”. Una canción que “nos ha sacado de nuestro palo de siempre”, apunta el batería, Nacho Álvarez. ¿Vuestro “palo”? “El pop”. Aunque “para los que les gusta el rock somos pop, y a los que les gusta el pop nos puede llamar rockeros. Pero nos gusta más llamarnos “indies garageros haciendo pop”: somos independientes, nos lo pagamos nosotros, ensayamos en un garaje y hacemos pop”, bromea Casla. Entre sus bandas de referencia, el batería cita a Sting, el guitarra a Nacha Pop y el vocalista a Enrique Urquijo y Santi Santos, de Los Limones: “Me hubiera encantado haber hecho sus canciones”. El teclista, David Prieto, viene de otro género: “Soy más electrónico”, admite riendo, ya que viene de ese mundo, “pero la felicidad está en tocar con la gente con la que estás a gusto”.
Cerrando este noveno disco está ‘Leones’: “Cuando escribes una canción tienes muchas emociones que se mezclan. La espina dorsal tiene que ver con los amaneceres de Lady Pepa, pero también mucho que ver con el sueño por el que estabamos luchando”.
“Esa canción en Galileo va a sorprender, en los ensayos se ha convertido en una canción brutal”, apunta Manu. Se refieren a la cita que tienen este viernes 15 en Madrid, en la sala Galileo. Ahí empieza la gira, con Álvaro Quesada (ex Objetos Perdidos y ex Jaula de Grillos), que ha diseñado la portada del disco, un tatuaje (“revela protección, inocencia, fuerza…”) y Tate Martín (La Ley de Murfi), que viene con percusión y a hacer coros. Después de la capital pasarán por Segovia (23 de abril, Pelayos del Arroyo, sala El grillo blanco), Zaragoza (20 de mayo, Café Dublín), Salamanca (27 de mayo, Café Tío Vivo) y Burgos (11 de junio, Miranda de Ebro, sala El amor nunca muere). Poniendo toda la carne en el asador, aunque sea ¿por última vez? “Vamos a seguir haciendo canciones de la forma que sea. En ningún caso es el último”, sentencia César. “No, el último ni de broma”, secunda Manu. Convencidos y preparados para luchar por sus canciones.
