CORRIENTE ALTERNA
“Es música de cámara, es Senperena en vívida expresión dando alma a un trabajo muy melancólico”
Juanjo Ordás se detiene esta semana en uno de los discos instrumentales de Joserra Senperena, músico que ha trabajado con Rulo y la Contrabanda, Mikel Erentxun, Diego Vasallo o Quique González.
Una sección de JUANJO ORDÁS.
Como oyentes musicales, es un ejercicio muy estimulante salirse del sendero de siempre para mover un poco el culo campo a través. Todos conocemos a Joserra Senperena por su trabajo en el mundo del rock al lado de Fito Fitipaldi, Quique González, Erentxun o Vasallo, por poner ejemplos, pero su faceta como músico clásico es igualmente remarcable, incluso tiene bastante en común con el Joserra Senperena que estamos habituados a escuchar en el mundo del rock and roll.
Joserra tiende siempre a ser parte del mecanismo y a fluir con la canción, juega como un componente del todo, algo que se aprecia en su trabajo junto a los citados músicos o en “9 ganbera pieza”, disco instrumental editado el año pasado. Puede que mi enorme respeto por él influya, quizá mi empecinamiento con San Sebastián tenga algo que ver, pero “9 ganbera pieza” se me antoja irresistible, cinematográfico y emparentado con un paseo por la playa de la Concha bajo cielos grisáceos. Para los fans de Quique González y Rulo, añado que en este disco participa también Karlos Arancegui como percusionista. Pero olvidad el dato ya, porque esto es música de cámara, es Senperena en vívida expresión dando alma a un trabajo muy melancólico.
Compaginando su trabajo en el mundo del rock con el de sus creaciones propias –en este caso escribiendo para piano, violonchelo, violín, trompa, clarinete, arpa y percusión–, Joserra demuestra que las llamadas alta cultura y baja cultura no son más que partes complementarias de un mismo lienzo musical.
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