Productores musicales: Paco Ortega

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“Desde hace más de quince años grabo todo el Musigrama, mi estudio de grabación. Es uno de los estudios más antiguos del país, si no es el más antiguo, un auténtico templo del sonido. Vienen de todas partes buscando el sonido de nuestra Neve Vintage, una mesa de mezclas, de las que ya quedan muy pocas en el mundo, construidas en los años 60 por el ingeniero Ruper Neve”

 

Paco ha trabajado con José Mercé, Niña Pastori y Mónica Molina, y es responsable de bandas sonoras de películas en las que ha contado con con El Cigala, entre otros. Los que han pasado por Musigrama, su estudio, hablan maravillas de su mesa Neve Vintage.

 

Texto: JAVIER DE TORRES / ARANCHA MORENO.

 

Presentación. ¿Cómo explicarías la labor de un productor?
Un productor artístico en el mundo del disco hace básicamente las mismas labores que un director en el mundo del cine. Dirige y lleva a buen puerto un proyecto. Escoge el equipo adecuado, participa en la selección del repertorio, del estudio donde grabar, del arreglista o arreglistas. Escoge la sónica, tiene que controlar y conocer todos los aspectos que rodean a una grabación.

 

¿Por qué discos te conocemos?
La verdad es que he hecho muchísimas cosas: Niña Pastori, Mónica Molina, La Musicalité, Los Chicos del Coro, José Mercé, Manzanita, Nya de la Rubia… Y bandas sonoras de películas como «Sobreviviré», «Cleopatra», «Vida y Color», El Cigala, Algueró, etc.

 

¿Dónde empieza normalmente tu trabajo con un artista: en el local de ensayo, en el estudio…?
Hay tres formas de empezar un trabajo: porque te lo encarga un artista o una compañía, porque lo descubres y decides ir adelante con él, o la tercera, que es una mezcla de las dos primeras, descubres al artista y le ofreces a una compañía la posibilidad de desarrollarle conjuntamente. El trabajo del productor comienza en distintas fases de proyecto, en función del tipo de artista. Generalmente en la selección del repertorio, la búsqueda del camino de la sónica del disco y en la realización.

 

¿Intervienes en la estructura de las canciones?
Si. ¡Es una de mis debilidades y de mis virtudes! Siempre que lo considero necesario se lo propongo al artista y le hago ver el resultado de mejorar u optimizar una estructura. Yo le llamo «hacerle chapa y pintura» a las canciones (ríe).

 

¿Cuáles son tus estudios de grabación preferidos y con qué ingenieros sueles trabajar?
Pues he trabajado en muchos sitios. En Londres, Los Ángeles, Miami, Milán… pero desde hace más de quince años grabo todo el Musigrama, mi estudio de grabación. Es uno de los estudios más antiguos del país, si no es el más antiguo, y es un auténtico templo del sonido. Vienen de todas partes buscando el sonido de nuestra Neve Vintage, una mesa de mezclas, de las que ya quedan muy pocas en el mundo, construidas en los años 60 por el ingeniero Ruper Neve. Nuestra mesa es igual que la que sale en la película “The sound city”. La utilizamos combinándola con las tecnologías más avanzadas (protools, etc).

 

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¿Prefieres trabajar en un proyecto desde cero, con las canciones desnudas, o te sientes más cómodo trabajando con grupos o artistas que llegan a ti con un sonido definido?
Hago de todo, pero siempre he preferido lo primero. Soy uno de los pocos productores de este país especializado en diseñar o ayudar en el nacimiento del camino que seguirá un artista. Generalmente son artistas que graban su primer o segundo disco. Vienen frescos, con ganas, desnudos de prejuicios. Soy un productor que interviene lo justo. En ocasiones cuando todo está perfecto me convierto casi en un espectador del trabajo de mi equipo. Un buen productor es aquel que crea las condiciones óptimas para que el artista de lo mejor de sí mismo.

 

¿Tienes músicos habituales o de cabecera a los que habitualmente recurres cuando tienes la posibilidad de hacerlo?
Sí, ocurre casi siempre que el talento de algunos colaboradores te gana y cuentas muy a menudo con ellos, da seguridad. Al final basta una mirada para que sepan lo que quiero. Tengo un equipo de arreglistas con los que trabajo con frecuencia: Walter Tesoriere, Fernando Sancho, Magallanes, etc. Y con músicos como Angie Bao, Manuel Machado, Javier Pedreira, Victor Merlo, etc. De todas formas me gusta descubrir gente nueva.

 

¿Puedes destacar alguna producción en la que hayas disfrutado especialmente?
Ocurre a menudo, disfruto mucho con mi trabajo. Con Manzanita, Pata Negra, Mariza, Reyana (José María Gallardo del Rey),  los cantautores del mi sello, las películas…

 

¿Cuándo das por terminado un disco?
Cuando he conseguido dar lo mejor de mí en relación al tiempo y al presupuesto de que dispongo

 

¿Cuál es la mejor lección que has aprendido en un estudio?
La lección de aprender a respetar a todos los artistas y a dar lo mejor para ellos. Un productor es un arquitecto al que los artistas le encargan la casa de sus sueños. Es posible que, a nivel personal, a mi no me guste ese tipo de casa para mi, para mi vida, pero desde el momento en que me la confían tengo claro que les construiré la mejor de las casas con la que han soñado.

 

A nivel nacional o internacional, ¿qué producciones han supuesto un referente para ti? Tres ejemplos.
Los discos de mi amigo Mathew Herbert, tiempo atrás algunos discos de Quincy Jones, los discos que hacía mi maestro Ricardo Pachón, no sé, muchísimos…

 

Tres artistas españoles a los que te gustaría producir. Solo tres.
Antonio Reyes (cantaor de flamenco), Estrella  o Soleá Morente, Poveda, Zahara… Fuera de España, Björk y Natalia Lafourcade.

 

¿En qué disco estás trabajando ahora?
He hecho un disco para la Navidad de «Paloma San Basilio & Los Chicos del Coro» para Sony y me meto con dos proyectos de los que espero mucho, Elena Salguero y una adolescente que se llama Casilda, un disco de dúos  muy especial.

Anterior entrega de Productores musicales: Charlie Bautista.

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