Eduardo Izquierdo orienta a los lectores sobre las películas más interesantes de la 13ª edición del festival barcelonés de cine documental musical.
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Hace apenas unos días, el In-Edit Festival de cine documental musical hacía pública la programación de su 13ª edición, que se celebrará del 29 de octubre al 8 de noviembre en Barcelona. Para que no te pierdas entre amplia programación, y aunque todo es altamente recomendable (Leonard Cohen, The Jam, The Residents, Sparks, Maria Callas…), aquí va una pequeña guía de los títulos imprescindibles:
“All my loving”, de Tony Palmer. El director es uno de los grandes protagonistas de esta edición. Conocido especialmente por sus documentales sobre The Beatles, este grabado en 1968 es uno de los más reconocidos.
“El ruiseñor y la noche”, de Rubén Rojo Aura. Chavela Vargas viajando a Granada con 93 años para rendir homenaje a su admirado Federico García Lorca ¿se puede pedir más?
“Jaco”, de Paul Marchand y Stephen Kijak. Considerado por muchos el mejor bajista de la historia, Jaco Pastorious es, sin duda, un mito. Este documental engrandece su leyenda.
“Ginger Baker in Africa”, de Tony Palmer. La oportunidad de ver al batería de Cream grabando en un estudio de Nigeria en 1973 se nos antoja muy atractiva.
“La muerte en La Alcarria”, de Fernando Pomares. Los hermanos Cubero y su bluegrass de la Alcarria son uno de los grandes secretos de nuestra música. Quizá así dejen de serlo.
“Orion: The man who would be king”, de Jeanie Finlay. En 1979, tras la muerte de Elvis, aparece un impersonator con antifaz con la voz pastada a la del rey. ¿Es Elvis tomándonos el pelo?
“Sir Doug and the Genuine Texas Cosmic Groove”, de Joe Nick Patoski. Doug Sahm es uno de los nombres más grandes de la historia de la música norteamericana. Este recorrido por su vida pinta más que bien.
“The ecstasy of Wilko Johnson”, de Julien Temple. Los médicos lo dieron por muerto, pero el guitarrista de Dr. Feelgood no quiso irse. Una loa a la vida.
“The Damned: Don’t you wish that we were dead”, de Wes Orshoski. The Damned, ¿hace falta decir algo más?