Ritmos étnicos, una selección de músicas del mundo
José Miguel López
CAJA NAVARRA
Un libro original, valiente, intrépido, necesario. El tema de los “ritmos étnicos” –como prefiere llamarlo su autor– o las “músicas del mundo” –más coloquial, aunque no del todo afortunado– es tan complejo y amplio que nadie se había atrevido a ponerle el collar al perro. Pues lo ha hecho José Miguel López con el aval de las 6.000 ediciones que acaba de cumplir su espacio en Radio 3, Discópolis, y a raíz de un encargo concreto: dotar a la Fonoteca Civican de Pamplona, creada por la Fundación de Caja Navarra, de la información necesaria para abastecer de fondos musicales sus instalaciones. Cualquier afortunado pamplonica que se pase por allí tiene la posibilidad de tomar prestado por unos días cualquiera de los 577 discos aquí seleccionados, ilustrados y reseñados. A raíz de dos diarios –propone el autor–, en cuestión de un año, más o menos, nadie tendría problemas en hacerse con toda la discografía que presenta el libro. No hay ninguna intención pontificia en su elaboración, que ha llevado más de dos años (las fichas son concisas, dan la información necesaria para situar a cada músico en el contexto en el que se mueve su obra). Tampoco jerárquica (no hay ningún tipo de clasificación subjetiva ni cronológica, el orden es sólo por continentes). Menos aún, pretensión de epatar a los incautos (no se mencionan discos descatalogados, difíciles, imposibles; las referencias son asequibles, aún disponibles en el mercado: de Dissidenten a Ali Farka Toure, de Songhai a Radio Tarifa, de Fela Kuti a Ladysmith Black Mambazo, de Tomás San Miguel a Hedningarna…). Se ha establecido además cierta “discriminación positiva” con el número de grabaciones procedentes de nuestra rica variedad estatal con respecto del resto de territorios (como los británicos, nosotros también nos merecemos poder llamar “world music” a todo lo que no es nuestro). El libro concluye con un sustancioso índice que recoge no sólo cada entrada, sino hasta el último nombre citado, y un glosario de términos sobre ritmos, estilos y subestilos que aportará sabiduría tanto al no iniciado como al iniciado. Nadie debe tomarse sin embargo esta guía como una biblia fija e inmutable de los “Ritmos étnicos”. No es la intención. Las omisiones importantes –Dead Can Dance, Deep Forest, Transglobal Underground– permiten pensar tanto en posibles continuaciones como que López ha sido quizás muy estricto con la ley que para él debe regir la deriva de los ritmos étnicos: el resultado tiene que contemplar una respetuosa mezcla de mezclas, un equilibrio razonable entre fuerzas de diferente procedencia geográfica. El libro, desde luego, vale muchísimo más que los 5 euros que lleva de PVP.
GERNOT DUDDA.
Psicodelia americana. El sonido de la contracultura
Sergio Guillén y Andrés Puente
EDITORIAL MILENIO
Condensar la historia de la escena musical norteamericana de los años sesenta en poco más de cien páginas es una labor titánica. Sergio Guillén y Andrés Puente lo han intentado en este volumen que deja un sabor agridulce tras su lectura. Es cierto que la psicodelia norteamericana es más calidoscópica que la británica, que tiene unos denominadores comunes clarísimos. Los autores afirman que la psicodelia de los EEUU es un “cajón de sastre en el que se enhebran los más diversos hilos” y que no se puede reducir simplemente a un movimiento musical. Aciertan, pero lo primero que se echa en falta en el libro es, precisamente, una definición clara del territorio sonoro compartido por las formaciones norteamericanas de esa década. ¿Sólo les unía la oposición a la guerra de Vietnam y a las injusticias sociales de la época? ¿Cómo se introdujo el consumo de LSD en el movimiento psicodélico? Son algunas de las preguntas para las que, en nuestra opinión, no hay una respuesta suficientemente desarrollada en este libro, que también adolece de un estilo de redacción algo “barroco”. Quizás porque el texto parece estar concebido para lectores ya avezados en la historia musical de los sesenta y tal vez por eso, se obvien algunas definiciones de géneros musicales y se den por conocidos algunos conceptos, personas y lugares. No obstante y pese, a la poca extensión del texto, Guillén y Puente han conseguido no dejarse a ninguno de los combos importantes de la época e incluso explicar su trayectoria sin olvidar los detalles importantes. Además, han tenido el acierto de incluir las letras traducidas de algunas de las canciones más importantes de la década y comentarlas y ahí, señores, es donde encontraremos todas las respuestas.
ÀLEX ORÓ.
El mundo secreto de las canciones
Sergio Guillén / Andrés Puente
T&B EDITORES
Casi anecdótico se nos antoja este volumen original de los mismos dos autores que hace más o menos un año y medio nos brindaron la notable Radiografía del rock experimental y que actualmente dirigen y nutren en la red el popular portal temático de análisis y crítica musical Renacer Eléctrico. Este nuevo trabajo bibliográfico que ahora nos ocupa, basa su argumentario en una suerte de recopilación a base de canciones agrupadas en setenta y un temas diferentes, a razón apenas de cuatro o cinco piezas cada uno, compuestas y cantadas por artistas o bandas de popularidad más que variable. La idea, interesante, a priori, acaba pecando en su concreción final en un exceso de voluntarismo puesto que al querer abarcar tanto tema dispar, no logra finalmente suficiente profundidad analítica. El libro, no obstante, se lee con agrado porque de cada canción se aporta la traducción de la estrofa más significativa y una explicación, casi siempre anecdótica, de la relación de la composición con el tema objeto del análisis. Lo bueno par los autores es que esta fórmula discursiva puede permitirles, si se lo proponen, encadenar decenas de libros de idénticas características, mientras tengan ganas de seguir diseccionado el acerbo cultural de rock de las últimas cinco décadas.
JAVIER DE CASTRO.
Guía del pop y el rock Aloha poprock 50’s
Antonio Méndez Casanova
EDITORIAL VISION NET
“No están todos los que son, pero son todos los que están. Por ahora…”. Antonio Méndez, el autor de este libro, nos avisa así en la introducción de las virtudes y las, a nuestro entender, carencias de esta guía del rock y el pop de los 50. Efectivamente, no falta ninguno de los nombres imprescindibles de la década pionera del rock en las más de cien entradas incluidas. Ordenados alfabéticamente, y a lo largo de 188 páginas, se van sucediendo los principales protagonistas de las escenas country, R&B, doo woop, pop, lounge y, por supuesto del R&R. En un volumen de estas dimensiones, el autor ha tenido que hacer una encomiable labor de concreción en la redacción por lo que el lector se encontrará con una información básica y objetiva para conocer a cada uno de los artistas o formaciones. No es una guía escrita con espíritu crítico. Se trata de dar pistas a los aficionados y que ellos, a través de la audición de las grabaciones, puedan extraer sus propias conclusiones. Y, efectivamente, “no están todos los que son”. Faltan muchos nombres, especialmente de formaciones vocales que suponemos que no han sido incluidas por motivos de espacio. También se echa en falta un apéndice con discografía recomendada, aunque el autor nos remite a una web donde afirma que se puede consultar reseñas de grabaciones. Esta guía será útil a todos aquellos que quieran aproximarse por primera vez a la década de los cincuenta pero puede resultar algo decepcionante para los que quieran ir un poco más allá.
ÀLEX ORÓ.
