“Imagínate que Keith Richards o Ron Wood se presentaran a un ensayo de The Band y se montara una jam session. Así es como yo describiría a The Gourds si no existiera YouTube; pero como existe he seleccionado unas piezas”
Como un círculo perfecto, Sergio Makaroff despide sus “Gigantes y molinos” de esta temporada volviendo al punto de partida: Doug Sahm, pero solo para llegar hasta los verdaderos protagonistas, los texanos The Gourds.
Una sección de SERGIO MAKAROFF.
Termino esta serie de recomendaciones cerrando el círculo, volviendo a los orígenes: Doug Sahm.
Comprándome todos sus álbumes es como descubrí a este grupo de Austin, Texas.
Imagínate que Keith Richards o Ron Wood se presentaran a un ensayo de The Band y se montara una jam session.
Así es como yo describiría a The Gourds si no existiera YouTube; pero como existe he seleccionado unas piezas.
En el año anterior a su muerte Doug Sahm grabó el álbum “SDQ” 98 con su eterno camarada Augie Meyers, su hijo Shawn y los entonces primerizos Gourds, a los que se puede considerar discípulos del tornado texano.
Ellos mismos aprobarían ser considerados de este modo.
Un tema de ese álbum conjunto para ir abriendo boca:
Obviamente SDQ significa Sir Douglas Quintet y en 1998 The Gourds comenzaban su andadura en el country alternativo (por llamarlo de alguna manera).
Actualmente están en un receso del que espero y deseo que regresen pronto.
(Si leéis esto, Gourds –y yo sé que entendéis el castellano y sóis lectores habituales de Efe Eme– no os hagáis los remolones y volved pronto a la palestra que os necesitamos).
Ya vengo, voy a contar cuántos álbumes suyos poseo.
Nueve, igual que la semana pasada con N.R.B.Q.
Qué casualidad.
Así suenan The Gourds:
Aunque componen su propio material este primer tema es una versión de Snoop Dog que, a decir verdad, se parece poco y nada al original.
La incluyo porque el fuerte de The Gourds siempre ha sido el directo y esta canción es/era la favorita de sus fieles seguidores.
A mí me gustan por sus propias composiciones.
Poca gente fuera de Texas ha oído hablar de ellos.
Pero el Estado de la Estrella Solitaria es casi un país, por idiosincracia y extensión, y ahí es donde básicamente desarrollaron su actividad y donde consiguieron un núcleo duro de fans que los siguieron de concierto en concierto.
Vamos allá:
No son jóvenes, no derrochan sex appeal, no se parecen en nada a Taylor Swift ni Rihanna; tampoco recuerdan a Coldplay o U2.
Para los puristas del country son rockeros y alternativos en exceso.
Para las hordas indie-festivaleras son demasiado no-cool y campestres: puede que aplaudan a Mumford & Sons porque son la moda neofolk británica, pero si les nombras a nuestros protagonistas de hoy te dirán… “¿The Gourds? No me suenan…”
Y son así de buenos:
“Gigantes y molinos” se despide por el momento.
Hasta una próxima entrega… ¡feliz verano!
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Anterior entrega de Gigantes y molinos: N.R.B.Q., New Rythm and Blues Quartet.