“Un álbum que tiene la esencia de los discos grabados en casa, rodeado de buenos amigos, pero la guinda de un acabado profesional”
Luis Arronte
“La tiranía del débil”
CABAÑA
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Nace Cabaña, una asociación cultural granadina vestida de sello musical destinada a editar los discos de sus socios sin ningún ánimo de lucro. Lo hacen en vinilo y reinvierten todo lo que sacan de las ventas en la financiación de su siguiente propuesta.
Debutan con el regreso de Luis Arronte al primer plano musical, después de ocho años sin tener noticias suyas tras ese “Solo ida” (2007, El Ejército Rojo). En “La tiranía del débil” nos encontramos con un minielepé, insuficiente ante el ansia de contar con nuevas canciones de Arronte y más aún tras escuchar lo excelente de su propuesta. Y es que si hay que colocar algo en el “debe” de este disco es su corta duración. Raúl Bernal, acompañante habitual de José Ignacio Lapido, se encarga de la producción y la dirección musical y aprovecha para alejar ligeramente al titular del pop y acercarlos a texturas neo folk. Bernal huye de la desnudez instrumental, aspecto que deja a las espléndidas letras de Luis, para centrarse en vestir de forma adecuada unas canciones frágiles que parecen a punto de derrumbarse en su ternura, a veces cruel. Para ello da protagonismo a un piano que él mismo se encarga de tocar y recurre a músicos amigos para un buen trabajo de guitarras y una base rítmica que cuando aparece y desde la sutileza consigue convertirse en parte esencial de canciones como ‘E.F.’ o ‘Piedras’.
Un álbum que tiene la esencia de los discos grabados en casa, rodeado de buenos amigos, pero la guinda de un acabado profesional. Una joya oculta que ojalá logremos descubrir a algunos.
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Anterior crítica de discos: “Los puentes hundidos”, de Copiloto.