“Lo que el argentino trae a nuestras manos es mucho más que un disco, es un artefacto. Se trata de una colección de canciones grabadas a lo largo de varios viajes con un deuvedé que documenta la jugada”
Vicentico
“Último acto”
SONY
Texto: JUANJO ORDÁS.
La carrera solista de Vicentico comenzó con el final de Los Fabulosos Cadillacs. Ellos fueron una de las bandas más importantes del rock latino, de las más intensas, de las que mejores canciones tenían, y continuar a partir de ahí podía ser complicado. Sin embargo, Vicentico lo hizo fantásticamente bien, nadie puede ponerle pegas a lo que ha venido haciendo hasta ahora y ha conseguido prestigio en solitario después del prestigio comunal, lo que no es poco.
Siempre me llamó la atención su voz. Suena a obviedad pero no lo es. Su forma de arrastrar el fraseo, esas inflexiones vocales a salto de diafragma le confieren una personalidad que es inimitable. Vamos, lo que suele ocurrir con los grandes. Puede chocar al principio, pero siempre funciona y emociona.
Lo que el argentino trae a nuestras manos es mucho más que un disco, es un artefacto. Se trata de una colección de canciones grabadas a lo largo de varios viajes con un deuvedé que documenta la jugada. Es decir, estamos ante uno de esos “discos maleta” que a mí, particularmente, siempre me emocionan. Manu Chao y Fermín Muguruza han trabajado así, es una manera de capturar las canciones in situ, de colocarse en territorio ajeno para crear y ver cómo influyen nuevos vientos en la inspiración de uno. Es una fórmula que siempre funciona si el músico es brillante pero también espabilado. Y Vicentico es ambas cosas. La fortuna de los “discos maleta” es que su propio concepto les permite una espontaneidad que, por supuesto, hay que saber ordenar. Para ello está Cachorro López (Calamaro, Julieta Venegas), que es un productor aseado e inteligente.
Aquí cabe de todo: Willie Nelson, Roberto Carlos, el propio Vicentico… Canciones nuevas, antiguas regrabadas, versiones… Y todo fluye a la perfección. El amago lento del clásico bolero ‘Algo contigo’, el baile indisimulado de ‘Morir a tu lado’, el country pasado por canción pop de autor de ‘Solo un momento’… Sublime, “Último acto” es sublime, extenso (dieciocho temas) pero sobresaliente.
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Anterior crítica de discos: “Algo prestado”, de Los Secretos.