JP Harris, persiguiendo el definitivo y viejo honky-tonk

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“Porque hay muchas similitudes entre el punk y la música country, especialmente en la forma de pensar del “hazlo tú mismo”. Creo que muchos punks nos hacemos mayores, queremos mantener nuestros principios y actitud, pero sin alienarnos tanto con la gente”

 

Abanderando el country, el músico de Nashville vendrá el próximo mes a España para presentar la gira de “Home is where the hurt is”, su último trabajo. Eduardo Izquierdo charla con él.

 

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.

 

 

Perdonen, pero lo de JP Harris no es americana, ¡si su web responde al nombre de I Love Honky Tonk! Lo del barbudo y tatuado músico es country de toda la vida. Simplemente. Y no se te ocurra decirle a él lo contrario, porque defenderá con vehemencia y orgullo el género que lleva por bandera. Con esa propuesta llegará de gira a España en abril, el 22 a Barcelona, el 23 a Valencia, el 24 a Madrid, el 25 a Liérganes y el 26 a Gijón. Lo hace con su habitual banda de acompañamiento, The Tough Choices, en una serie de conciertos que prometen calidad y diversión. Aprovecharán para presentar “Home is where the hurt is”, y nosotros también aprovechamos para charlar con él.

 

¿Cuál es tu opinión sobre la definición de tu música como “el honky-tonk definitivo”?

A pesar de que en mi música hay muchas influencias de sonidos diferentes, el country ha sido siempre una combinación de hillbilly, blues, jazz, rock and roll contemporáneo… así que me gusta hablar simplemente de música country.

 

Es cierto que de estilos va cargadito el disco.

Sí, en efecto. Escucho muchos estilos de música, pero creo que todo acaba convergiendo en la música tradicional. Eso sí, creo que con este último disco he ampliado esa definición, al menos en lo que respecta a la composición.

 

Creo que no te gusta nada que se etiquete tu música como americana.

Es que americana, aunque soy fan de muchos de los grupos catalogados como tal, no es lo mismo que country o honky tonk. Me alegro de que se haya encontrado un término así, porque estábamos cansados de intentar describir un tipo de música con tantas influencias diferentes, pero para mí americana solo implica que una de tus influencias es el country, no necesariamente que lo hagas de forma tradicional como yo.

 

¿Es difícil hacer country tradicional en el contexto de los tiempos que corren?

En muchos sentidos sí, aunque también pienso que las historias que se encuentran en el country son tan relevantes hoy en día como hace cincuenta años. Lo que está claro es que no voy a escribir canciones que hablen de teléfonos móviles, ordenadores o Facebook.

 

Dices que en este disco has ampliado la definición de música country. ¿Es esa su principal diferencia con el anterior?

También me he sentido más cómodo grabando el último disco. Tenía mucha más experiencia respecto a estar en el estudio, cantar, escribir, tocar. He vivido muchas cosas en los dos años que han pasado entre un disco y otro.

 

Tú, como tantos otros, te iniciaste en el punk y has acabado haciendo country. ¿Cómo es eso?

Porque hay muchas similitudes entre el punk y la música country, especialmente en la forma de pensar del “hazlo tú mismo”. Creo que muchos punks nos hacemos mayores, queremos mantener nuestros principios y actitud, pero sin alienarnos tanto con la gente. El country y los géneros influenciados por él son muy universales. Sus historias hablan de todo el mundo y su mensaje puede llegar a mucha más gente.

 

Me gusta preguntar siempre a los compositores por sus procesos de escritura. ¿Cuál es el tuyo?

Cada canción es diferente. A veces tardo treinta minutos y otras veces un par de años. Aunque en términos generales creo que siempre estoy un par de días mínimo con cada canción.

 

He leído que tienes una relación muy especial con el pueblo Navajo.

Pasé cerca de un año entrando y saliendo de la reserva de los Navajo en Arizona. Allí viven muchos ancianos cuyos hijos han tenido que dejar sus trabajos en la ciudad para ayudar a sus padres que no podían hacer sus cosas solos. Yo fui a echar una mano en eso. Ayudé cuidando ovejas, construyendo alguna estructura. Era un lugar bastante desapacible para vivir. Estar inmerso en una antigua cultura y un paisaje así fue una experiencia espiritual prácticamente diaria.

 

¿Cómo serán tus conciertos en España? ¿Vienes con banda?

Por supuesto. Entiendo por qué muchos músicos giran en solitario, pero creo que vale la pena la molestia y el gasto de viajar con todo el grupo. Quiero que la gente obtenga la experiencia completa de oír mi música, escuchar las steel guitars, el bajo, las baterías… En mi opinión, la música tiene mucho más efecto si se escucha de la misma forma en que se grabó.

 

¿Y sueles interpretar alguna versión?

Sí, de hecho hacemos versiones de country de la vieja escuela. Supongo que en Europa haremos un 75% de repertorio propio y el resto versiones.

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