Discos: “Madrid, Área 51”, de Bunbury

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«Por el componente de atrevimiento, ‘Madrid, Área 51’ es el más excitante de sus trabajos en vivo»

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Bunbury
“Madrid, Área 51”
OCESA – WARNER

 

 

Texto: JUANJO ORDÁS.

 

 

No sé si “Madrid, Área 51” es un deuvedé más doble cedé o al revés, porque tanto los dos discos de audio como el film son un nuevo punto culminante en la carrera de Bunbury. Si hablamos de giras, el «Palosanto tour» recogido en ellos ha sido la más ambiciosa en toda su carrera (incluidos Héroes del Silencio), pero también la más vanguardista. Por otro lado, si pensamos en sus lanzamientos en vivo, “Madrid, Área 51” es su gran obra junto a “Gran Rex”, siendo ambas las dos caras de la misma moneda: una avanzada y otra clásica, pero dos facetas de su autor al fin y al cabo.

Sin embargo, precisamente por ese componente de atrevimiento, “Madrid, Área 51” es el más excitante de sus trabajos en vivo. Todo parte de “Palosanto”, que era el disco a presentar y que nos mostró a un Bunbury renovado que encontraba calidez en lo aséptico dando lugar a una versión de sí mismo muy actual y excitante. Todo ello se tradujo en el concepto de una gira muy visual y futurista pero también en la reformulación de sus viejas canciones, algo habitual en su carrera, pero que en este caso llevándolas mucho más lejos. Todo ello ha sido fielmente plasmado en el film por el director Iván Garriga, que ha conseguido balancearse con brillantez entre el estatismo de la filmación clásica y el nervio de hoy día, con una calidad que se puede comparar tranquilamente a un duevedé de Depeche Mode, Stones o U2. Ningún artista español ha grabado jamás un trabajo audiovisual de este nivel.

Por otro lado, las canciones del repertorio recorren los clásicos obligados y también canciones de “Palosanto”, aunque es especialmente reseñable que la mitad del show esté dedicado a su actual etapa con Los Santos Inocentes como banda de acompañamiento. Y es que desde que regresara a la actividad solista hace ya seis años con “Hellville deluxe”, Bunbury ha firmado algunos de los mejores discos de su carrera, amasando una nueva cantidad de hits que el público desea escuchar cada noche, algo meritorio. A lo largo de “Madrid, Área 51” hay canciones que se mantienen fieles a sus encarnaciones originales, obviamente las de “Palosanto” y otras como ‘El rescate’, ‘Sácame de aquí’ e ‘Infinito’, aunque incluso en ellas hay deliciosos detalles nuevos. Pero las que sí se transforman son otras como ‘El club de los imposibles’, que ahora es un estimulante cruce entre T-Rex y U2, ‘El hombre delgado que no flaqueará jamás’, con momentos electrónicos, y ‘El extranjero’, que parece sonar desde un mundo postapocalíptico.

Anterior crítica de discos: “Jamón del medio” y “Pura sangre”, de Andrés Calamaro.

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