Operación rescate: «Ten», de Pearl Jam

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«Colocó a Pearl Jam a la altura de nombres como Soundgarden, Alice in Chains o Nirvana y sirvió de inmejorable punto de partida para una carrera en la que, aunque se sucedieron los éxitos»

 

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Pearl Jam
«Ten»
EPIC RECORDS, 1991

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.

 

Aunque la historia es de sobras conocida, no está de más repasarla. Cuando en 1990 Andrew Wood, cantante de Mother Love Bone, fallece a causa de una sobredosis, la carrera de Stone Gossard y Jeff Ament parece estar al borde del abismo. Juntos habían militado en la seminal banda grunge de Seattle Green River junto a gente como Mark Arm o Steve Turner. Permanecieron activos entre 1984 y 1987, y tan solo un año después se inicia la andadura de los citados Mother Love Bone cuya existencia se iba a truncar de manera trágica apenas unos meses antes de la aparición de su primer disco, «Apple». Gossard decide consolarse tocando la guitarra con otro joven músico de Seattle, Mike McCready que le convence de llamar de nuevo a Ament e intentar montar un nuevo grupo. El año 1990 graban unas maquetas con el soporte de los baterías Matt Cameron (Soundgarden) y Chris Friel (Shadows) para que les ayuden a encontrar a alguien que se encargue de las baquetas de forma permanente y, sobre todo, a un cantante. Jack Irons, exbatería de Red Hot Chili Peppers consigue una copia de las maquetas y aunque rechaza el puesto para sí mismo cree conocer al cantante perfecto y le hace llegar las canciones a un surfista de San Diego llamado Eddie Vedder. El resto es historia. Vedder escribe las letras para algunas de esas canciones y apenas unos meses después estará en la calle el primer elepé de Pearl Jam, con Dave Krusen a la batería, titulado «Ten».

«Ten» (Diez) es el número que vestía en su camiseta el baloncestista de Texas Mookie Blaylock, nombre que por cierto fue el elegido por la banda antes de cambiar por el definitivo de Pearl Jam. El 27 de agosto de 1991 «Ten» llega a las tiendas y su éxito es abrumador. La crítica es unánime y el disco se encarama hasta el puesto número 2 de la lista de Billboard y su primer single, ‘Alive’ se cuela en los primeros puestos de listas como la alemana, la australiana o la irlandesa.

 

 

Abre el disco ‘Once’, que además se convirtió en la cara B del single ‘Alive’. Titulada originalmente ‘Agytian crave’, fue una de las primeras letras que escribió Vedder y habla sobre un hombre que al borde de la locura acaba convirtiéndose en un asesino en serie. Le sigue ‘Even flow’, un tema casi funk que en las maquetas de Gossard recibía el nombre de ‘The king’ y en la que Eddie habla de los sin techo. ‘Alive’ es uno de los muchos grandes momentos del disco. Una canción semiautobiográfica con un Vedder en estado de gracia y un espléndido solo de guitarra de Mike McCready. ‘Why go’ es energía pura, una de mis favoritas con unas espléndidas paradas que bajan la intensidad para doblarla en cada reencuentro con la instrumentación. ‘Black’, en cambio, hace aparecer la sutileza por primera vez. Una canción de amor perdido tremendamente emocional. ‘Jeremy’ es otro de los bombazos del disco. La cruda historia de Jeremy Wade, que el mismo 1991 se suicidaba en un Instituto delante de sus compañeros de clase con tan solo 16 años se torna casi sangrante en la voz y los riffs del grupo. En ‘Oceans’ se deja ver la inclinación surf de Vedder en un tema totalmente experimental que sirve como plácido descanso a la intensidad del álbum. ‘Porch’ es la única canción en la que Eddie firma letra y música y reincide en el tema de las rupturas de pareja. En cambio ‘Garden’ es una crítica velada a esos gobiernos que envían a jóvenes a la guerra y ‘Deep’ reincide en el tema del suicido en una letra algo críptica. Para cerrar nos encontramos con ‘Release’, firmada por los cinco miembros del grupo, aunque hable de la muerte del padre de Vedder. La canción, curiosamente, y a pesar de su contenido personal fue la elegida para abrir el primer concierto de la banda.

No hay duda de que «Ten» fue un hito. Colocó a Pearl Jam a la altura de nombres como Soundgarden, Alice in Chains o Nirvana y sirvió de inmejorable punto de partida para una carrera en la que, aunque se sucedieron los éxitos, nunca lograron superar el nivel de ese debut.

 

 

Anterior entrega de “On the level”, de Status Quo.

 

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